38. Enid, Ron Y Mikey

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Estoy a mitad de la noche sufriendo y mamá esta conmigo en el baño explicándome como usar toallas sanitarias.

Maggie: No creí que te enseñaría esto tan rápido —oculte mi rostro en mis manos muy apenada —. Cris, no es nada de que sentirse avergonzada. Es normal.

Cristel: Fue muy inesperado, mamá —dije entre mis manos.

Maggie: Siempre llega así, Cris —suspiré avergonzada —. Ahora creo que tu padre si querrá darte la charla.

Cristel: Ay, no por favor —suplique mientras apartó las manos de mi rostro —. Con una vez es más que suficiente.

Maggie: ¿Ellos te dieron esa charla? —asentí.

Cristel: Y no fue nada agradable —fingi escalofríos y una expresión de trauma, hice reír a mamá con eso.

Maggie: Sal cuando hayas terminado de cambiarte, ¿bien? —asentí.

Ella salió del baño, apreté los ojos avergonzada. Se que esto es natural, pero… ¡¿por qué tiene que ser tan repentino?!

Me cambié de ropa y coloque toallas sanitarias, jale la palanca y lave mis manos.

Salí del baño y todos siguen durmiendo, desperté únicamente a mamá.

Me di cuenta rápido cuando sentí dolor en mi abdomen bajo y sentí mojado mi ropa interior.

Por suerte ella entendió rápido y me llevó al baño, que suerte que no manche nada solo mi ropa.

Me acerque a Carl ya que dormía a su lado, no se como, pero sintió que me acosté y rodeo mi cintura con su brazo.

Carl: ¿Dónde estabas? —susurro soñoliento.

Cristel: Baño —respondí en un susurro —. Me duele un poco el estómago.

Carl llevo su brazo a mi abdomen bajo y presionó, sentí como se alivia un poco mi dolor.

Carl: ¿Ya no te duele tanto? —negué —. Bien, descansa.

Cristel: Tú igual.

Lleve mi mano a la suya y la sujete, cerré mis ojos para seguir durmiendo.

Todos despertamos temprano, desayunamos y arreglamos.

Deana dijo que podíamos explorar todo lo que quisiéramos, así que eso haremos en este momento.

Con Carl caminamos con mucha calma mientras él empuja el carrito para bebés donde va Judith.

Mire a todos lados esperando que Will no aparezca y arruine mi maravilloso inicio de semana.

Carl: ¿Crees que ese cretino aparezca? —lo mire.

Cristel: Conociéndolo… si —suspiré —. Gracias por lo de anoche, de verdad dolía.

Carl: No hay porque —paso su brazo por mis hombros —. Eres mi novia después de todo.

Sonreí un poco, le di un beso en la mejilla.

Cristel: Pues tú eres el mejor novio del mundo —reímos —. Creo que lo cursi no va con nosotros.

Carl: Definitivamente.

Will: Miren a los tortolitos.

Cristel: Y mi felicidad se fue al demonio —le susurre a Carl.

Carl: Sigue caminando e ignoralo —asentí, seguimos nuestro camino.

Will: ¿Qué? ¿Ahora me ignoras, Smith? —mordí mi mejilla —. A no, que ahora eres Rhee porque tu papá te abandono.

Carl me atrajo a él para calmarme, llevó su mano a la mía y las entrelazanos.

𝙻𝚊 𝙷𝚒𝚓𝚊 𝙳𝚎 𝙽𝚎𝚐𝚊𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora