49. Tristeza

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Abrí los ojos exaltada, mire a todos lados examinando la habitación. Definitivamente no estoy en mi habitación ni en Alexandria.

Me senté en la cama, los recuerdos de esta noche llegaron a mi mente. Lleve mi mano a mi boca y ahogue algunos sollozos.

No fue nada un sueño, realmente perdí a papá y me separaron de mamá.

Me levante de la cama y fui hacia la puerta, trate de abrirla pero esta con seguro. Empecé a jalar de la perilla y a golpear con mi puño la puerta.

Maldita sea, es inútil.

Me aleje de ella, mire la habitación y empecé a examinar todo el lugar, me acerque a un escritorio al ver un cuadro en él.

Lo tomé y mire la fotografía, soy yo con… Negan. No merece que lo llame papá, no lo merece más.

Lo arroje al otro extremo de la habitación quebrandolo.

Revise más la habitación, fui al armario y tiene bastante ropa, fui hacia la otra habitación y es un baño.

Regrese a la habitación, no hay nada que pueda hacer aquí. Me senté en el suelo y abrace mis piernas, oculte mi rostro.

Papá… tengo miedo, te necesito aquí conmigo.

Ya no volveré a abrazarlo, ya no volveré a escuchar su voz, ver sus sonrisa y escucharlo decir la promesa una y otra vez.

Levante la mirada asustada, la gorra… me levante y revise todo el lugar en busca de ella.

No está aquí, no está aquí.

Cristel: Ya no la tengo —pase mis manos por mi cabello con frustración —. La perdí.

Limpie las lágrimas de mis ojos, solté un gran suspiró con frustración. Mire hacia la puerta cuando la abrieron.

Fui hacia la esquina más alejada de la puerta, mantuve la mirada agachada.

Negan: Me avisaron que despertaste —trague saliva —. Ese cloformo si te golpeo muy duro.

Se ríe de su propio chiste, pero yo no e hizo que se callara.

Negan: Sigues molesta —suspiró —debes de tener muchas preguntas del porque te…

Cristel: Deje de tenerlas hace mucho tiempo —lo mire —. ¿Dónde está mamá? Quiero verla y decirle que su esposo es un maldito desgraciado.

Negan: Cristel…

Cristel: Quiero verla.

Negan: Ella no… no lo logró —suspiré, lami mis labios y asentí.

Cristel: ¿Sufrió mucho?

Negan: No, no lo sé —lo mire confundida —. No estuve con ella en ese momento.

Cristel: ¿Qué no estuviste con ella? –la mire con gran molestia —. ¿En dónde carajos estabas?

Negan: Hija…

Cristel: ¡¿Qué, a ella también la abandonaste en Atlanta?! —grite molesta, se fue acercando —. ¡Dime donde demonios estabas!

Negan: Es complicado, pero yo no la abandone —bufé —. Al otro día de cuando… comenzó todo esto.

Cristel: Un día después de que me abandonaste —le recordé.

Negan: Un amigo nos sacó de Atlanta y en helicoptero pudimos volver a Washington porque creímos que aquí estaba mejor, pero no fue así —se detuvo frente mío —. La lleve a casa y te juro por mi vida que la cuide.

Cristel: Entonces ¿donde estabas en el momento en que ella más te necesitaba? —se que mis ojos están rojos y lo miran con desprecio —. ¿Dónde estabas cuando yo más te necesitaba?

𝙻𝚊 𝙷𝚒𝚓𝚊 𝙳𝚎 𝙽𝚎𝚐𝚊𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora