Welcome to Night Vale en español

21: Un recuerdo de Europa

Cuelga un mapa de un lugar al cual nunca vas a ir, en la pared de tu living. Dibuja calles nuevas. Saca pedazos de mares. Espera a que lleguen los noticieros.

Bienvenidos, a Night Vale.

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Teddy Williams— dueño del Área de Bowling y Complejo de Juegos Arcade 'Flor del Desierto'— ha dicho que hará guardia de tipo militar en la entrada de la ciudad enterrada, ubicada en la parte de retirada de pinos del carril cinco. Esta guardia consistirá en una línea de patrióticos voluntarios, armados hasta los dientes, y formando un perímetro inquebrantable alrededor de toda el área de bowling.

Teddy admite que esto hará que el bowling sea un poco más difícil de practicar, y que los juegos de la liga tendrán que ser re-agendados.. o hacerse ilegales. Pero añade que este es un precio pequeño a pagar por seguridad.

El otro precio por seguridad es $2.25, que es lo que le gustaría que cada ciudadano de Night Vale le pague por este importante servicio de defensa contra los desconocidos — presumiblemente de temer y peligrosos —  agresores de la ciudad enterrada.

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Testigos han afirmado ver al Rastreador Apache afuera del Callejón de Bowling, en una ferviente discusión con El Hombre de la Chaqueta Café. La Policía Secreta del Sheriff reporta que la conversación era muy baja para que ellos la escucharan, y les recuerda a los ciudadanos que por favor mantengan sus conversaciones en voz alta y declamatoria, mirando hacia afuera, y haciendo gestos dramáticos para incrementar la facilidad y el entretenimiento de sus deberes de vigilancia.

El Hombre de la Chaqueta Café fue descrito como 'imposible de recordar', pero presumiblemente un hombre de algún tipo, con facciones en el rostro, y extremidades.

El Rastreador Apache fue descrito como un gran idiota, justo ahora, por mí.

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Radioescuchas, la llegada de la gentil primera brisa de primavera me ha llevado al pasado, a mis años de universidad. Y la última primavera que pasé mochileando por Europa. Verdaderamente, este es un hito en la vida de cualquier joven capaz de pagarlo, y estoy agradecido por la oportunidad.

Recuerdo haber pasado un hermoso período de tiempo en el país de Svitz. Svitz, por supuesto — tierra de montañas bajas y tonos desafinados que se escuchan a través de la brisa — es perfecta para el visitante con una complexión fuerte, y una baja tendencia a las alucinaciones.

Mi compañero de viaje y yo nos quedamos en una bonita hostal de dos camas, situadas en una choza enchapada en una ladera empinada. La inclinación significaba que mi compañero rodaba sobre mí, y luego los dos rodábamos fuera de la choza y dábamos tumbos bajando y bajando, hasta llegar a descansar en un barranco lleno de espinas, y flores fragantes de un violento color azul. Ahí volvíamos a caminar penosamente por la ladera, y nos volvíamos a instalar, sólo para que esto ocurra otra vez.

Oh, ¡nos reíamos muchísimo!

La situación se hace extraña debido al hecho de que no recuerdo haber tenido un compañero de viaje antes o después de Svitz. ¿Quién era? ¿Quién sabe? Todo parecía perfectamente normal, en el momento.

Tampoco sé cuánto tiempo me quedé en Svitz, rodando por esa colina y subiéndola. Con los tonos de la brisa, el olor intoxicante de las flores, y el hecho de que siempre era medianoche, se hacía difícil medir el tiempo. Pero no pudo ser más de una década o algo así.