MARIPOSA TRAVIESA

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THAI

Voy entrando a casa después de que Carel me dejara en la puerta y arrancara a toda velocidad.

­—Hola estrella —pego un brinco y me giro para percatarme de que Fad ha vuelto de su viaje.

­Me observa con esa hermosa sonrisa que logra derretir los polos y yo se la devuelvo.

—¿Cuándo has vuelto? —pregunto.

Avanzo hacia él y le doy un beso en la mejilla que se alarga cuando posa ambas manos en la parte baja de mi espalda.

—Hace un rato. Extrañaba verte merodeando por ahí —susurra.

No puedo negar que aun provoca cosas en mí como cuando era una adolescente, pero ahora he comenzado a verlo más como algo platónico y parte de la disfuncional familia a la que pertenezco.

—¿Quieres comer? —pregunto y trato de separarme, pero no me lo permite.

—Thais —murmura y traspasa una de sus manos a mi mejilla—. ¿Tienes idea de todo lo que causas en cualquier hombre cerca de ti? —frunzo el ceño.

—¿De qué hablas? —pregunto confundida.

—De lo enamorado que he estado de ti desde siempre. De todo lo que me provocas cada que te veo sonreír o como tu presencia le da un toque de magia a cualquier sitio en el que te pares —me da un vuelco el corazón.

—Creo que el viaje afecto un poco tu cerebro querido Fad —sonrío pensando que en cualquier momento su cara cambiara la expresión seria que mantiene y comenzara a reírse porque me está jugando una pequeña broma, pero no lo hace.

—Hablo completamente en serio y creo que lo tuve que decir desde hace tiempo para privarme completamente de verte corriendo detrás de él —cambia su mano a la parte trasera de mi cuello y pega su frente con la mía.

¿Y si esto es una señal? ¿y si debo hacer caso a este momento y dejar de lado ese juego con Carel que me tiene demente y al borde de un precipicio? Es que es una completa locura y en realidad esto con Fad es lo que soñé por mucho tiempo.

Jalo del gatillo de la pistola imaginaria que tengo entre mis manos y lo beso. Beso a Fad solo para asegurarme de que es lo que quiero, pero ese es el problema. Lo quería antes, en tiempo pasado y ahora que lo tengo frente a mi diciendo todo eso en lo único en lo que pienso es en el momento que apenas una hora atrás he vivido con el chico oscuro.

Alargo el beso todo lo que puedo. Poso mis manos al rededor de su cuello y meto mis dedos entre su fino y rubio cabello como desee hacerlo una infinidad de veces cuando lo observaba llegar a casa con Nik. Jugueteo con su fina nariz. Sus carnosos labios me regalan ese beso épico con el que soñé y no siento nada.

De repente un par de aplausos suenan tras de nosotros. Me separo rápidamente de él y me giro únicamente para comprobar que efectivamente en el marco de la puerta de la entrada Carel nos observa con esa sonrisa de burla y suficiencia que lo caracteriza.

—Debo decir que es algo que no me esperaba, pero que me encanta la idea. Son una increíble pareja. Sus hijos serán tan rubios y aburridos como ustedes ­—mete ambas manos a los bolsillos de su oscuro pantalón y emprende su camino escaleras arriba.

No dejo de mirar en su dirección y antes de subir el último escalón se gira y me observa. Me regala una mirada helada completamente diferente a las de antes como si lo que acabara de suceder lo hubiese herido de alguna forma y si no lo conociera creería que así fue, pero es Carel. Los sentimientos no son lo suyo.

—Entonces ¿Qué dices estrella? ­—Fad toma mi mano y me saca de mi ensoñación.

­—Creo que ha sido un poco abrumadora la noticia —repaso mi cara con mi mano libre.

—No te estoy pidiendo que nos casemos ahora mismo. Solo quiero estar contigo Thai —lo miro y sus ojos me regalan esa familiaridad de la que carece Carel y no sé porque siquiera estoy pensando en él. No cabe dentro de esta ecuación.

—Podemos empezar por ir a comer algo —sonrío.

—Genial —me da un pequeño y casto beso. Me saca de la mano de la casa.


🦋



Me encuentro recostada en el pequeño sofá del balcón de mi habitación con los auriculares puestos y la música con todo el volumen que mi teléfono permite.

Pienso en Fad y esta "relación" que se supone estamos comenzando. Pienso en Carel y las cosas que hemos pasado. No ha pasado momento en el que no me pare a pensar en él como si fuera algo importante. Mi cerebro no está procesando bien nada de lo que pasa ¿Por qué me importaría en lo más mínimo el sobre Fad? Es Fad.

¿Qué estoy haciéndome a mí misma? Es todo con lo que soñé siempre. ¡Por Dios es Fad! Cualquier chica de la maldita Rusia fantasea con él y ahora para mí es como si se hubiera vuelto la pared que me separa de algo que ni siquiera es bueno en ningún sentido y que aun así deseo. Lo deseo sí. Deseo a Carel tanto como le temo y eso me está jodiendo demasiado. Él se encarga de consumir cualquier rastro de cordura que pueda quedarme.

La música se detiene y me giro. Fad se encuentra parado en medio de la habitación con mi teléfono en la mano y me sonríe. Por un momento, solo uno imagine que sería Carel, pero desde ayer no sé nada de él.

—¿Quieres que hagamos algo hoy? He hablado con Nik y sigue muy ocupado con tu padre así que no va a volver en unos días —me levanto y avanzo hacia el rubio.

—¿Qué quieres hacer? —sonrío y poso mis manos al redor de su cuello.

Le doy un largo beso que me sigue sabiendo a nada, pero ayer cuando cenábamos juntos y pasábamos un buen rato me prometí que haría mi mayor esfuerzo porque después de todo es Fad. Es mi sueño y me merezco vivirlo. Saber que se siente estar con la persona con la que muchos años desee pasar mis días.

—Todo lo que incluya estar contigo —sus manos bajan de mi cintura a mis caderas.

—Tengo algunas en mente —doy pequeños besos por todo su rostro bajando a su cuello.

—Thai —susurra.

—¿Me detengo? —pregunto entre beso y beso.

Me toma de los muslos con ambos brazos y me levanta solo para caminar hasta la cama y tumbarnos a ambos sobre ella.

—No, pero no quiero apresurar nada. Eres importante —dice mientras me acaricia las piernas lentamente.

—Yo quiero esto —le sonrío.

Solo avanzo a la siguiente casilla con el fin de que mi cuerpo despierte de este horrible sueño en el que no siento nada por mi amor platónico porque es horrible no hacerlo y sentir todo el maldito universo con Carel.

Aprieto los ojos con fuerza expulsándolo de mi cabeza y cuando los abro ahí está. Frunzo el ceño cuando lo veo parado en medio del balcón con su oscura y macabra sonrisa. La misma que vi cuando apuñalaba a ese sujeto en su casa. Fad continúa besándome sin percatarme de su presencia y yo solo lo miro a él.

­—Mariposa traviesa —leo en sus labios.

Ladea la cabeza y se marcha como llego.


UFFFFF, SE PUSO INTERESANTE ESTO.

INSERTE VIDEO CON LA MUSICA QUE ESTA ESCUCHANDO NUESTRA MARIPOSA EN SUS AURICULARES PARA QUE SE DEN UNA IDEA DE LOS GUSTOS DE ELLA.

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NOS VEMOS EN EL SIG :)

EL JUEGO DE LA MUERTE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora