LA FIESTA.

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MUERTE.

Avanzo hasta donde se encuentra mi hermano sentado junto a la adicta que antes iba de mi brazo a todos lados. Estar en esta maldita fiesta es un podrió, pero hoy se termina. Si todo sale según el plan dejare de ser el puto asesino de estos imbéciles y podre largarme o moriré. Lo que me depare la suerte.

—No importa quién sea mientras te traiga a la fiesta ¿No? —digo.

La pelirroja me dirige una mirada cargada de desprecio.

—¡Relájate Carel, es una fiesta! —.

Evan sonríe divertido.

—Le encanta coger de pie —suelto.

Si supieran que lo que menos puedo hacer ahora es relajarme. Farrell no ha dado señal alguna y comienzo a impacientarme de que algo haya sucedido.

—¿Qué pasa hermanito? Me preocupas. Te noto tenso y sé que no es porque ella viene conmigo —.

Se levanta y se para junto a mí. Sigo observando para todos lados de manera discreta. El salón se halla inundado de gente y Thais se encuentra sentada junto a Míjail.

La dejé ahí para no levantar sospechas y lo hace bien ya que ríe y bebe junto a su padre; aunque a él lo noto distante y alerta. Esto no me huele bien.

—¿Qué haces aquí realmente? Deja de decir que vienes por ella. Te fuiste y la dejaste para que la internaran en un maldito psiquiátrico. Puedes engañar a todos, pero a mí no. Nosotros no tenemos sentimientos y estoy seguro de que eso incluye no extrañar a una chica de tantas que han desfilado en tu cama. Yo también te observo —.

Da un largo trago y sonríe.

—Estoy cautivado por este interés tuyo en mis planes. Dices que no sentimos, pero yo te veo bastante pendiente de ella —suspira —. Para ser franco contigo tienes un poquitín de razón. Mis intereses son otros, pero me gustan los retos y ella es todo un desafío —lo observo detenidamente.

—No juegues conmigo —murmuro y avanzo.

Saco mi teléfono y tecleo un texto para Farrell. Estoy impaciente y algo no me cuadra.

"¿QUE PASA?"

Responde a los pocos segundos.

"Todo listo"

Mierda, llego la hora.

Hago una seña a Thais con la cabeza. Salgo por la puerta cuando la veo disculparse para ir al baño. Me acomodo en el largo pasillo que da para una serie de habitaciones. Lo bueno de esto es que Míjail rento un hotel completo.

Envío otro mensaje y espero para ver avanzar al objetivo.

—No debe tardar —susurra Thais cuando pasa a mi lado de prisa.

La detengo y acaricio su hermoso cabello. Sus ojos se posan en los mios y robo un pequeño beso de su boca.

—Nos vemos en un rato —susurro.

—No me dejes sola —levanta su mano y da una ligera caricia a una de mis mejillas.

Me quedo paralizado apenas por un segundo. Deja de sentir, pienso.

—Date prisa —.

Asiente con la cabeza y a lo lejos veo a alguien avanzar hacia nosotros. Rebusco en mi traje para corroborar que traigo las armas conmigo.

Entro en una de las habitaciones que se encuentra completamente a oscuras. Escucho los pasos acercándose y respiro hondo. La puerta se abre despacio y espero.

EL JUEGO DE LA MUERTE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora