UN TRATO.

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MUERTE

Veo a Farrell entrar a toda prisa en la habitación donde todos me observan y nadie me da ninguna maldita explicación.

—¿Qué mierda sucede Farrell? —pregunto.

—Te dispararon —responde.

—Eso es algo obvio ¿No crees? —suelto.

—Hermanito tranquilízate. Te hemos traído con el puro y mero fin de que no murieras antes de tiempo —habla Evan.

Observo a Thais a los ojos y ella a mí. Te escuche todo el tiempo, pienso. Me limito a guardarme mis comentarios y trato de reacomodarme en la cama.

—Déjenme a solas con Farrell —.

Todos asienten menos Thais. Ella sigue mirándome como buscando algo en mí. Esperando que le diga algo. 

—Está bien. Ahora voy a verte a tu habitación —le dice mi amigo y ella rompe el contacto conmigo.

—Bien —susurra y sale sin decir nada más.

—¿Qué carajos Farrell? —pregunto.

Tengo el ceño fruncido por un maldito dolor de cabeza que se ha instalado y no me deja ni pensar correctamente. Paseo mis ojos por todo el lugar buscando algún medicamento que ayude con este maldito suplicio.

—No salían pronto. Fui a buscarte y tu "hermanito" estaba matando a Nik. Estabas tirado en el piso lleno de sangre y Thais completamente inconsciente. Se ofreció a ayudar y en ese momento no supe que más hacer. Nos iban a acorralar. No sé de donde salió el estúpido de Fad con un maldito ejército. Debieron presentir algo —explica.

Se da cuenta de mi búsqueda, toma algo del mueble y me lo extiende. Me echo un par de pastillas a la boca deseando que hagan efecto inmediato.

—¿Dónde estamos? —continúo interrogándolo.

—Una casa de seguridad de tu hermano. Hoy planeaba sacarlos de aquí a ti y a Thai, pero te adelantaste —.

—¿Por qué la trajiste aquí? —.

—Si la dejo ahí acaban con ella —me mira curioso.

—Ese ya no era nuestro problema. Ahora no solo es ella ¿Qué hace Shayla aquí también? —.

Se cruza de brazos aun parado en medio de la habitación.

—Es la que te ha salvado de morir con una bala cerca del corazón. Te ha operado y bueno nos ha rescatado de una muerte prematura porque aviso a Evan de lo que estaba pasando. Te encontró y de paso se deshizo de Nik —.

—Bueno al parecer le debo la vida a todo el puto mundo —suelto.

—¿Qué vamos a hacer ahora? Llevamos dos semanas parados aquí. Nos están buscando hasta debajo de las piedras y no tardan en dar con nosotros. No podemos quedarnos más tiempo ¡Hasta la maldita policía nos busca! —pregunta un tanto eufórico.

—Vamos a terminar lo que comenzamos —anuncio.

Asiente y camina hacia la puerta.

—¿Quieres que le diga a Thais que venga? Ha estado cuidando de ti todo el tiempo —.

Se queda esperando mi respuesta.

—Necesito hablar con mi hermano —digo y sigue su camino.

Quince días aquí. En mi mente parecía la maldita eternidad. Repitiendo el mismo sueño una y otra vez y escuchando a Thais a lo lejos suplicando porque volviera. Casi me vuelvo loco.

EL JUEGO DE LA MUERTE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora