NADA COMO EL HOGAR.

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THAIS.

(UNA HORA ANTES)

—Ponte cómoda —dice el sujeto cuando me sienta sobre lo que imagino debe ser una cama.

Me trajo a un lugar remoto. Lo pude sentir cuando avanzábamos por el camino de tierra.

—¿Dónde estoy? —pregunto.

—Es un sitio que ya conoces, tranquila —responde.

Me quita la bolsa de la cabeza y mis ojos se acostumbran poco a poco a la luz.

Inmediatamente me percato de la persona que esta parada frente a mí y me quedo completamente embelesada.

—¿Quién es usted? —.

El increíble parecido con Carel y Evan es impresionante.

—Mi hombre es Tanatuos... Tanatuos Madsen. Un placer —sonríe.

Me quedo fría cuando aparece esa sonrisa macabra muchísimo más aterradora que la de Carel e inmediatamente me doy cuenta de quién se trata.

—¿Qué no se supone que está muerto? —sigo interrogándolo con curiosidad.

—Cariño, si estuviera muerto no me tendrías frente a ti. Mi hijito no es tan listo como cree —.

Volteo en todas direcciones buscando alguna salida o un indicio que me diga que este hombre no me va a asesinar aquí mismo. No creo que esto sea parte del plan.

—Si tratas de escapar las trampas que he puesto por toda la casa te mataran antes de que yo lo haga y no queremos eso. Mejor quédate quieta —.

Su voz me pone los pelos de punta. Es tan grave y profunda.

—¿Qué quiere de mí? —lo cuestiono.

Trato de mantener la calma, porque eso me pidió Carel y porque aun porto los aretes con el rastreador. Me encontraran pronto. Confió en que así sea y soy perfectamente capaz de defenderme.

—Ya verás. Ahora tengo que dejarte para ir a recoger a mis malcriados hijos. Nos vemos en un rato —vuelve a sonreír.

Avanza hasta la puerta y se detiene para dirigirse nuevamente a mí.

—Eres idéntica a tu madre —sonríe.

Frunzo el ceño, pero no me deja decir nada más. Sale y cierra con seguro.

Me levanto del sillón y camino inspeccionando el lugar.

Parece la habitación de un adolescente. Poster de bandas de rock y colillas de cigarro tiradas por do quier. La pequeña cama oscura y una mesilla de noche.

Recorro todo y camino a la mesa donde descansan varias libretas.

Abro una y comienzo a leer.

"6 de febrero de 2023" está escrito al margen de la última hoja.

"Hoy por fin he decidido llevar a cabo mi plan. Sera memorable que el día de mi cumpleaños termine con este maldito que me destruyo la vida. Compre una linda navaja y con ella detendré su corazón..."

¿Es el cuarto de un Carel joven?, me pregunto.

Cierro la libreta y sigo buscando.

Unas cuantas de fotografías caen a mis pies cuando remuevo un cajón.

Las levanto y las repaso una por una.

La primera es de un pequeño niño de pelo negro y piel blanca como la leche con otro un poco más alto sentados a la orilla de un lago.

EL JUEGO DE LA MUERTE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora