EL JUEGO DE PAPÁ

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THAIS.

—¡No me lo puedo creer! —exclama Evan.

—No era mi hijo, era un enclenque débil que no pudo ni cuidar del negocio sin ayuda tuya. No podía ni disparar una pistola sin cagarse en los pantalones. Todavía no puedo creer como tuvo valor para matar a la hija de Pietro —dice Tanatuos.

Me quedo sin palabras luego de lo que salió de la boca de Carel.

—Sin embargo, su madre fue una de tus debilidades ¿No? —pregunta.

—Esa es otra que me debes maldito idiota —.

Lo señala y yo solo observo como se acerca rápidamente y le asienta un puñetazo en la quijada.

—¿Por qué? Siempre dijiste que hay que destruir aquello que nos hace débiles. Me encargue de eso por ti. En realidad, matarla no era parte del plan, pero no todo sale como uno quiere. Hubiera preferido desmembrarla de poco a poco —sonríe Carel.

Escupe la sangre que le ha sacado su padre con el fuerte golpe.

—Eres un dolor de cabeza —.

—Tu eres un hijo de puta que mato a mi madre frente a mí. Esa perra te lo pidió y ni siquiera lo dudaste. Todos te vieron hacerlo y nadie dijo nada ¿Creíste que eso se iba a quedar así? En ese momento no pude hacer nada, pero mi momento ha llegado —articula con voz cruel y cargada de odio.

Yo sigo perdida en mi cabeza intentando entender todo.

Miro a Evan que no se pierde ni un segundo de lo que pasa entre su hermano y su padre.

—¿Sabes una cosa? Gracias a que soy igual a ti puedo encargarme con mis propias manos de borrar ese rostro lleno de suficiencia de nuestra vista para siempre. Dejar de ser tu sombra de una vez por todas —.

—Te enseñe a matar, torturar y a pensar como los grandes. Te hice el mejor soldado. Te moldee a mi manera. A mí me debes todo lo que eres y cuando lo logres ten por seguro que me sentiré muy orgulloso hijo —comenta el hombre con la cara llena de satisfacción.

Ninguno de los dos se quita los ojos de encima. Si las miradas mataran ambos ya habrían caído sin vida.

—Si Nik era tu medio hermano ¿Por qué lo querías matar? —pregunto de repente.

—Nik es la razón por la que mi madre murió. Estaba a punto de revelarle a tu padre la verdad. Tuvo que deshacerse de ella para que no abriera la boca y se deshiciera de la perra de tu madre —habla sin perderlo de vista.

Supongo que esto tiene que ver mucho más con el pasado o más bien tiene que ver todo con nosotros.

—¿Alguna otra cosa que quieras decir antes de que comience a matarlos uno por uno? Te dejare al final para que veas cuanto disfruto de acabar con ellos y se que en el fondo también lo vas a gozar —.

—¡Eres una puta broma! ¡¿Cómo es posible que te plantees matar a tus propios hijos?! ¡No tienes ni puto ápice de cariño en el cuerpo! ¡Eres un maldito tempano! —escupe Evan luego de haberse quedado callado por un rato.

Tanatuos lo mira y sonríe.

—Eres el peor de mis hijos. Por lo menos el otro imbécil tenía algo de carácter, pero tú siempre dejando que los sentimientos te dominen —le dice.

—Era un estúpido al que mate con tanta facilidad como dispararle a un conejo. Hoy vas a morir amado padre —masculle Evan.

Ambos se clavan la mirada.

—No puedo creer que sigas pensando que este es tu juego cuando en realidad es todo mío. Idee cada parte de este plan meticulosamente para llegar precisamente a este momento. Estuve esperando por un largo tiempo. Que me mandaras encerrar con Hertz fue parte de todo. Me comí todo el odio y dejé que se pudriera dentro de mí para el momento en el que te tuviera enfrente desgarrarte hasta el alma. Hoy se termina —comenta Carel de repente con suficiencia y me mira.

EL JUEGO DE LA MUERTE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora