BIENVENIDO MUERTE.

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THAIS

—Ya no tengo gasas y apenas queda una solución salina. Hasta la comida se está agotando —anuncia la supuesta médico- adicta.

—Tu deberías ir a hacer las compras. A ti nadie te busca —escupo con saña. 

Hoy se cumplen dos semanas de estar atrapados aquí y ni siquiera la tensión de estos días logran que le tenga un poco de confianza a esta mujer. Carel no despierta y siento que ella tiene que ver.

—Llamaré a un conocido que es de fiar. Va a traernos todo lo necesario —comenta Evan.

Estamos reunidos en la sala repasando todo lo que nos hace falta o lo que necesitamos. Nos hemos juntado para ver qué es lo que vamos a hacer en el caso de que Carel no de señales pronto.

—Debemos movernos —insiste Farrell.

—Estoy de acuerdo con él —.

Estoy de lado de todo lo que Farrell diga. Es del único del que él se fía.

—Vamos a darle de aquí a mañana en la noche mientras busco un lugar seguro. No podemos tomárnoslo a la ligera. Pueden emboscarnos en cuanto demos un paso fuera de aquí. Lo tengo muy bien asegurado, pero afuera estamos a la intemperie —nos informa Evan.

Todos asentimos y cada quien toma su rumbo dentro de la casa. Mantenemos las distancias sobre todo con Evan y Shayla.

🦋

Me dirijo de nuevo a la habitación a cuidar de Carel.

—Thais —murmura Farrell.

—¿Qué pasa? —hablo igual de bajo.

—No quiero esperar para irnos. No me fio de ellos y hemos estado demasiado tiempo en este lugar. Podrían estar ahí fuera acorralándonos. Tenemos que salir de aquí ya. En la madrugada cuando todos se vayan a sus habitaciones es cuándo. Lo he estado pensando muy bien y creo que podemos hacerlo ¿Vienes con nosotros? Me lo llevare de aquí —.

Me mira esperando una respuesta y ni siquiera lo pienso a donde ellos vayan, yo iré.

—Por supuesto —.

—Bien. Quédate con él, no lo dejes solo. Tengo todo lo que necesitamos. En realidad, las cosas no se agotaron. Estuve reuniendo suministros. Vendré por ustedes —asiento y se marcha.

Respiro hondo y prosigo mi camino. Hare exactamente lo que me dijo porque pienso igual que él y no debemos seguir esperando.

Entro y me acuesto junto a Carel como todos los días. Siento que si lo hago puedo regalarle un poco de calor y entonces dejara de estar tan frio y tan ausente.

—Volví —susurro.

Me acomodo de lado para contemplarlo.

—Hoy nos vamos de aquí. Espero que eso sea suficiente para que despiertes porque no sé si podremos hacerlo sin ti. Confío en Farrell, pero puede que irnos solo nos conduzca a una muerte segura ¿Puedes volver para salir de aquí todos juntos? —.

Me quedo mirándolo fijamente y pasa un largo rato cuando siento como se me van cerrando los ojos. No puedo aguantar más el sueño.

🦋

Siento un par de fuertes brazos cargándome.

—Mi hermoso sol necesitas descansar —me susurran entre sueños.

Mi cabeza duele, duele mucho y recuerdos se amontonan en mi cabeza.

—Mi ángel de la noche, siento que exploto cuando haces estas cosas por mí —le planto un fuerte beso.

EL JUEGO DE LA MUERTE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora