UN VIEJO AMIGO.

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MUERTE

—Me lo esperaba —comenta la pelirroja adicta cuando llegamos al salón.

Me sirvo una copa y me hago a un lado para que se sirva ella. Tomo asiento en uno de los sofás mirando hacia la ventana.

—¿Qué quieres? —pregunto con algo de fastidio por su interrupción.

Aunque realmente agradezco que haya aparecido antes de seguir perdiendo el control de la situación.

—Nik me busco en casa. Quería que le dijera lo que sabía sobre su hermanita y tú. Por supuesto que yo no tenía idea de nada —suspira —. Hasta ahora —.

Volteo a donde se encuentra parada y la observo.

—¿Qué quieres? —repito.

—Su padre le ha enviado un ejército para dar con la princesa —sonríe y se bebe el trago hasta el fondo.

—No volveré a repetir la pregunta porque la próxima vez que lo haga será con un cuchillo atravesándote el vientre —suelto inexpresivo.

—Creí que no besabas a nadie —.

Me levanto y dejo la copa encima de la barra.

—Solo quería que supieras —se apresura a decir antes de que me acerque.

—No me debes nada —.

Me acerco y la sujeto fuerte de la barbilla.

—No quiero problemas muerte. Aléjalos de mi —me mira fijamente a los ojos.

—Te encanta fingir que nada te importa mientras te drogas para no pensar en todo lo que te come la cabeza como la puta jodida que eres —susurro muy cerca de su boca.

—No finjas que eres mejor que todos nosotros porque estas aún más echo mierda que cualquiera —balbucea.

—Deja que se vaya —aparece Farrell.

La suelto y veo cómo sale por la puerta apresurada.

—Muy curioso —refiere el rubio.

—¿Qué? —cuestiono con irritación.

—Que la hayas besado. Es curioso. Se supone que solo es parte del plan, pero imagino que el plan ha cambiado ¿No? —me interroga con curiosidad.

—El plan jamás cambia —le informo y salgo del salón.

💀

Entro a la habitación y la encuentro recostada sobre la cama con la cabeza colgada al aire.

—Nik te busca —le indico.

—Lo imagine. Debo volver a casa ¿Te vas a encargar? —me pregunta.

—Lo hare —.

Voltea y clava su mirada en la mía.

—Mientras resolvemos todo esto no creo que se deba repetir lo del baño —susurra.

—Bien. Cada quien se mata a su manera —.

—O lo matan las malas decisiones —continua.

—En el baile de recaudación de la empresa —le hago saber.

—Nos vemos en dos semanas entonces —.

Se levanta y camina hacia la puerta.

—Lo espero con ansias mariposa —.

Se gira y me regala una última mirada antes de salir. La chica llena de miedo vuelve a aparecer para ponerse en el papel que mejor ha sabido interpretar.

EL JUEGO DE LA MUERTE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora