EVAN.Mi hermoso sol cautivada por mi hermano, que mierda es esa. Supuse que sería más sencillo. No pienso rendirme, pero con toda la mierda que hay regada tengo que andar con pies de plomo.
Carel lleva una semana tumbado en la cama sin despertar y estoy comenzando a impacientarme. Todos estamos perdiendo un poco la cabeza. Sabemos bien que en cualquier momento pueden venir por nosotros. Míjail no tarda en hacer su aparición.
Me levanto de la cama y me doy una ducha fría. Salgo de la bañera y me observo en el espejo. Que poco queda del tipo que fui antes cuando creí que podía salirme de todo esto. El modo en el que fuimos criados deja huellas imborrables.
Peino mi oscuro cabello hacia atrás y contemplo mis penetrantes ojos negros como la noche. Somos la viva imagen del hombre que nos trajo al mundo. Una belleza oscura que nos consume. Don y maldición es lo que llevamos encima.
Bajo a la cocina y los tres están sentados en la mesa tomando café.
—Que puta cara —saludo.
—Nadie te pregunto —responde Farrell.
Es el más irritante de todos. Logra sacarme de mis casillas.
—¿Cuánto falta? —pregunta Thais alterada.
Otro lindo día en el paraíso, pienso.
—No sé. Supuse que sería de inmediato, pero parece atrapado en su propia cabeza —contesta irritada la pelirroja.
—¡Pues dale una de tus drogas para que despierte! —exige.
Suena ansiosa y desesperada. Me pone de los nervios que este así por mi hermano, pero su capacidad nula de recordarme la tiene cegada por él.
—¡No digas idioteces, niña! —se levanta Shayla de la mesa y sale.
—Pequeño sol no seas tan impaciente. Lo malo de estar a un paso de la muerte es el regreso a la vida porque lleva tiempo —le sonrió ampliamente.
—¿Sabes? No te entiendo —se gira para mirarme —. Días me tratas como la mierda y otros me hablas como si me tuvieras un gran cariño. Sería mucho más fácil si me dijeras que me quieres coger. Nos ahorraríamos la amabilidad —dice hostil.
Rompo a reír. Me acerco a ella hasta que mi rostro queda a solo unos centímetros del suyo.
—Si te quisiera coger ya lo hubiera hecho y ten por seguro que no pondrías ningún tipo de resistencia —susurro.
—¡Púdrete! ¡¿Alguien más que me quiera coger?! ¡Hoy estoy de oferta! —se levanta completamente exaltada.
—A mí ni me mires que lo que me gustan son los penes —.
confiesa Farrell y ambos volteamos a mirarlo con cara de póker.
—No es necesario que me miren como si me hubiera salido una cabeza extra. Es algo obvio ¿No? —se levanta igual y se va.
Me giro para ver de frente al pequeño sol.
—Que mañana —murmuro.
—En serio Evan, solo aléjate. No sé que es lo que tramas, pero ten por seguro que no va a funcionar. Llevas días tratando de sacarme de mis casillas y estoy cansada de ti —me reta con la mirada.
—Soy un hombre paciente Thais. Mírame, años alejado y volví. No tengo prisa. Lo que te dije sobre lo cautivadora que me parece tu relación con mi hermano es verdad, pero eso no quiere decir que me haya dado por vencido. Le doy tregua al querido Carel para cuando despierte aun tenga oportunidad de decidir qué es lo que quiere de ti, pero luego de eso no volveré a dar un paso atrás —suelto.
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EL JUEGO DE LA MUERTE.
Mystery / Thriller¿Qué puede ser más oscuro que la noche? ¿Qué puede ser más denso que la sangre? ¿Qué puede ser más sombrío que la muerte misma? ¿Qué puede ser más peligroso que el amor? ¿Qué te salva? ¿Qué te libera? Y... ¿Qué es lo que te condena? ¿Cómo esc...