En comisaría nos alinearon formando una larga fila y nos registraron uno por uno. Todos los tesoros escondidos que Ratón había robado fueron expuestos: una docena de coloridas cajas de cerillas del hotel 'Embajador', un par de cucharas de latón y dos pimenteros que probablemente también provenían de un hotel. Un policía metió todo en un sobre manila [1] y lo etiquetó. A dos gamberros de la ciudad de Sanchong les encontraron un puñal y una broca plana de taladro, que fueron confiscados como armas peligrosas. Se llevaron a esos chicos para interrogarlos por separado. Después de registrarnos, nos dieron unos formularios para completar, luego nos tomaron las huellas dactilares y nos llevaron a la sala de interrogatorios en fila india. Estábamos maldiciendo a Tie Niu en voz baja, ya que la policía solo comenzó a realizar redadas secretas en el parque después del incidente del apuñalamiento. Desde que se impuso el toque de queda nocturno en el parque, todos éramos culpables del delito de merodear a altas horas. Esto puso muy nerviosos a los tipos que tenían antecedentes penales, temerosos de que los enviaran a una prisión en una de las islas exteriores. Un pequeño mongólico de la calle Sanshui, que ya había estado dos veces en un reformatorio, suspiró detrás de mí y murmuró: "Esta vez sí que voy a tener que cantar la 'Serenata de la Isla Verde' [2]".
Nos interrogó un oficial de policía negro y corpulento, con una voz retumbante. Estaba sentado en una plataforma que parecía una torre de hierro. Llevaba la cabeza rapada, tenía el rostro cuadrado, oscuro y curtido como Bao Gong [3], y sudaba copiosamente. De vez en cuando cogía una toalla blanca para secarse la cara y bebía agua hervida. Las luces fluorescentes de la sala de interrogatorios iluminaban la habitación como la luz del día y hacían que nuestros rostros sucios y sudorosos parecieran cubiertos con una capa de cera blanca brillante. El corpulento oficial ladró una orden y Ratón se llevó el premio gordo. Dos policías bajaron y lo condujeron hasta la plataforma.
"¿Cuál es tu nombre?", preguntó el oficial gordo.
"Ratón", respondió éste con una sonrisa tonta que exponía su boca llena de dientes manchados de nicotina. Se colocó frente a la plataforma con los hombros inclinados de tal forma que su cuerpo estaba torcido formando una "S".
"¿Ratón?" El policía frunció el ceño con asombro. "Te estoy preguntando cuál es el nombre que pone en tu carné de identificación.
- Lai Atu", respondió vagamente Ratón mientras nosotros nos reíamos por lo bajo inevitablemente, ya que nunca pensamos que se llamaría así y nos pareció divertido.
"¿Qué estabas haciendo, holgazaneando en el parque en medio de la noche?", le preguntó el oficial gordo.
Ratón, intimidado, no supo qué responder.
"Dime, ¿tuviste un comportamiento indecente?", le preguntó el policía en un tono formal.
Ratón volvió la cabeza y nos miró con una sonrisa tímida. Parecía muy avergonzado.
"¿Te vendes por dinero en el parque?, ¿cuánto por cada vez?" Inclinó su enorme cuerpo hacia adelante amenazadoramente. "¿Veinte dólares?
- ¡Mucho más que eso!" Ratón replicó con desdén. Todos nos reímos y el semblante gordinflón y negro del oficial se relajó y gritó:
"¡Wow, creí que no valdrías nada!" Se rió. "Déjame averiguar, ¿a que tu padre no sabe lo que andas haciendo en el parque?"
Ratón volvió a avergonzarse y comenzó a inquietarse de nuevo.
"¿Cuál es el nombre de tu padre?", preguntó bruscamente el policía con el rostro ensombrecido.
"Señor", dijo en un susurro, "no lo sé, mi padre murió antes de que yo naciera.
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HIJOS DEL PECADO (Crystal Boys)
Romance---- La primera novela gay asiática moderna ---- Traducción al español de la novela 孽子 ("Nie Zi"). Más conocida por su nombre inglés, Crystal Boys. Autor; Pai Hsien-Yung (白先勇). Año y lugar de publicación; 1983, Taiwán. Contenido: PRELUDIO: DESTIERRO...