-Directora esto es un locura, ¿acaso hablo con nuestros padres de esto o simplemente lo paso por alto? Los chicos están haciendo lo que les da la gana en nuestra sección, se supone que debían estar alejado...¿por que tienen que ocupar los dormitorios en el mismo piso que nosotras?-dije muy enojada.
Mientras todas las demás secciones se arreglaban para dormir, todo nuestro piso era un desastre, los chicos caminaban por el pasillo en calzoncillos, gritaban y molestaban tocando a nuestra puerta, algunos entraban en los dormitorios de otras chicas, ¿y la directora que hacia al respecto? Nada.
-Jovencita le voy a pedir que no me alce la voz en primer lugar, esta hablando conmigo no con ninguna de sus amiguitas ¿ok? -respire profundo y me tragué todo los insultos que tenía en mente para ella -no contábamos con más espacio y ellos también están abarrotados allá, recuerde que aunque somos internados separados trabajamos en conjunto como unidad, así que pido de su colaboración, las hermanas están al pendiente de todo así que si están haciendo algo que no deben ellas se encargaran de eso, así que vuelva a su dormitorio y no me moleste, menos a estas horas -y antes de poder defenderme cierra la oficina con llave y se retira del establecimiento.
Maldita sea el día que mis padres decidieron encerrarme en este infierno de internado, mandaría todo a la mierda si pudiera.
Empecé a caminar echando humo por las orejas, y mientras subía los escalones hacia mi dormitorio, cuando escucho risas provinientes a mi piso, maldigo el día en el que no se murieron ahogados.
Al estar arriba me sorprendí de ver el pasillo a oscuras y sin nadie caminando o estando al rededor, sin embargo volví a escuchar las risas precatandome que estás provenían de alguno de los dormitorios, algo no andaba bien, y en cuando la hermana Clara subiera para supervisar los cuartos, alguna que otra cabeza rodaría.
Decidí correr a mi habitación pero me detuve al escuchar un vidrio romper contra el suelo al otro lado de la puerta, me temía lo peor, así que reuní todo el valor y entre, Encontrándome con una Michelle sudada y gritona y a un Marc estampándola contra la mesa de noche.
Mi suerte era nula, como era posible que el año aún no terminaba y ya yo había visto tres veces a gente coger en menos de dos meses.
Siempre tenia que encontrarme con este tipo de escenas para nada apropiadas y a niveles alto de vomitivas.
-¿Que mierda hacen? ¡Esa es mi puta mesa! -dije llevándome la mano a la frente y espantandolos.
-¡Kiara! -Marc se alejó de Michelle subiéndose el cierre del pantalón y Michelle se bajo de la mesita arreglándose la falda y el cabello.
-Si yo, a menos de que tenga una doble y aún no lo supiera -rió nerviosamente y luego le dio una seña a su novio para que se metiera en el baño.
-Kiara querida...
-No, me niego, es mi cuarto Michelle.
-Y también el mío -rodee los ojos y sin aún pasar ella me tomó de los hombros y me miró con suplica.
-Come, pasea, ve las estrellas que hay muchas hoy o que se yo, la noche está linda, pero no me hagas quedarme así, estaba a punto Kiara A PUNTO please vete.
-Lo que me faltaba, que me echaran de mi propio cuarto, este es el colmo -ella sonrió agitada y me empujó despacio fuera.
-Gracias eres un amor -escuche sonido de la puerta de baño abrirse y ella volteo a ver para luego dirigirme una mirada cómplice, Sonrió y me cerro la puerta en toda la cara, por segunda vez en el día me pedían que me fuera y no molestara, aparentemente estaba siendo un estorbo para todo el mundo.
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Internado de Perras (P#1) (EN CORRECCIÓN)
RomanceSer la mas perra entre todas las perras no era un trabajo fácil pero fingir ser una de ella era mucho más complicado. Lo había podido experimentar al tener que convivir con esa especie, era un ambiente hostil dónde nada era lo que parecía y nadie e...