Después de ese día de confusión, peleas, y y bandos, trate de encontrar al subnormal de Pascuali por mar y tierra, sin embargo parecía que los extraterrestres lo hubiera abducido, pero luego mi fantástica y mística historia en desarrollo fue derrumbada cuando llegó a mis oídos que su padre se lo había llevado por un asunto personal y me maldije y maldije el día, porque no pude resolver la ensalada revuelta que tenía en mi cabeza sobre ese día, maldito alcohol que bloquea y trastorna mis recuerdos.
Había pasado casi una semana y ni una señal de Pascuali, pareciera que el mundo jugaba en mi contra, y para mi mala suerte mis recuerdos iban de mal en peor, de tantas ganas que tenía de saber que paso ese día, mis sueños y fantasías se mezclaban con la realidad y ya no sabía ni que creer.
Michelle estaba devastada, y lloraba cada dos por tres, estaba más susceptible de lo normal, y que le llegaras a mencionar a Marc para que veas como iba y te comía viva.
Por otra parte Cassandra estaba tan idea y deprimida como Michelle, cosa que Paula aprovechó para gastarle las peores bromas en la semana, que si no fuera por Melissa y Sussy que siempre la salvaban, no se que sería de ella ahora.
Nadie comprendía lo que le sucedía, y ya se empezaba a especular de embarazos, its, y etc de miles de cosas, aparte que la ausencia justo de Pascuali en el instituto daba mucho que desear por lo que era fácil especular.
Todos hablaban alrededor, y todos estaban a su vez tan metidos en sus mundos, que por más chismes y especulaciones, nada se asomaba a la realidad.
Melissa era otra que no podía con ella misma, desde que Cassandra ha estado tan ajena de lo que pasa alrededor y era por ende más propensa a que Paula arrematar contra ella, Melissa ocupó más tiempo para resguardarla dejando a un lado a su novia, que no estaba tan contenta con la situación por lo que discutían como mínimo cinco veces al día, y terminaban y volvía todos los días. Y ahora es un alma en pena.
Al igual que Marc, que por lo que el decía no lograba recordar nada de la fiesta...¿es que acaso nos metieron algo tan fuerte en la bebida que nadie recordaba nada? Bueno el caso es que no paraba de buscar mil y un maneras de conversar con Michelle y pedir su perdón, pero ella se negaba a dar el brazo a torcer, ella le había entregado todo, y el sólo había jugado con ella, sin embargo me sentía mal porque se le veía muy mal, casi no prestaba atención en clases y en los deportes ni se diga, iba en picada por lo que me compadecí de él, y a veces le ayudo para que Michelle y él puedan hablar y arreglar las cosas, total un error lo comete cualquiera, y todos merecemos segundas oportunidades.
Aparentemente la única que la estaba pasando muy bien indiscutiblemente era mi mejor amiga que no caía de su gozo desde que había empezado un especie de juego de estamos y no estamos con Gerardo se le veía muy contenta, sin embargo sentía que la estaba perdiendo ya que dedicaba más tiempo al chico que el estar conmigo y acompañarme en mi desesperación.
Era increíble como Pascuali estaba en mi cabeza la gran mayoría del tiempo, y no comprendía porque extrañaba jodidamente sus bromas malisimas dignas de un globo de caca, y sus ocurrencias.
Aunque también era verdad que hace muchos años y hace mucho tiempo llegamos a ser inseparables, y esas cosas que tanto me gustaba de él queriendo o no seguían ahí, y me gustaba ese lado de él, que no es que lo mostrara seguido, pero se hacia extrañar, maldito seas...ojalá que nunca me escuche decir esto en voz alta porque me patearé de por vida.
—Y bueno me lo monte con él en el escritorio de la directora.
—Ah que bien...ya va ¿¿QUE?? —mis ojos se desorbitaron buscando una señal de burla en los de mi amiga.
—Ves que no me escuchas, Kiara nunca lo haces joder, después te quejas porque paso según tu más tiempo con Gerardo que contigo.
—Af lo se y lo siento Sami, pero es que tengo mi cabeza en otros asuntos que me tienen mal.
—Si lo noté, todos parecen que están en sus burbujas, debió ser una especie de virus que los contagio a todos, creo que dejaré de juntarme contigo, no quiero verme afectada.
—Ay que ridícula eres —le pegue en el brazo y ella sólo rió, volví mi vista al cielo ahora gris, y maldije al predecir que en cualquier momento llovería.
—Bueno como te contaba, Gerardo en verdad que es un encanto, o sea nunca imagine que me fuera enganchar así con un chico.
—Ay Sami ¡¡¡que gran mentira!!! Si te ilusionas con la misma rapidez con la que te cambias de un calzón a otro —me fulminó con la mirada y yo sólo reí de ella esta vez.
—Deja de molestar, te hablo en serio.
—Ok, mis mejores deseos, que tengan 15 hijos y una gran mansión, que sean extremadamente felices u coman perdices —Sonreí y ella sólo negó.
—No puedo contigo, mejor me voy antes de que pierda mi clase de piano.
—No te enojes, lo digo con mucho amor —sólo asintió y se fue...se había enojado.
—¿Amor? Creí que eras solo de roca —voltee para encontrarme con un Marc riendo.
—Encima que te ayudó con Michelle y ¿esto es lo que obtengo de ti? que descaro, ni me hables —me quise hacer la ofendida pero era muy mala cuando se trataba de persona a las cuales ya les había agarrado cariño.
—Ay vamos, no me digas que la nenita se ofendió y ahora va a llorar —me cruce de brazos como si fuera una niña malcriada y dije un "déjame en paz" con la voz más aniñada que logre hacer a lo que él sólo rió.
—Quiero que te vayas —dije nuevamente.
—Vamos, te traje una paleta —y me tendió una de mis paletas favoritas por lo que no pude evitar dejar el enojo de lado y tomarla como si mi vida dependiera de ello.
—Estas perdonado —en toda esta semana, nos habíamos unido muchísimo, y al notar la ausencia de su mejor amigo que era el patético y molesto de Pascuali que era el más cercano que podía ayudarlo a recuperar a Michelle ya que también es el mejor amigo de ella, acudió a mi, o mejor dicho, yo me ofrecí y él aceptó por ser la más cercana a ella, claro Cassandra era aún más cercana pero por una extraña razón Cassandra y él no se hablaban, ni se miraban, aunque en parte creo entender porque, ya que Cassandra paso toda la semana pasando de todo mundo.
Y bueno la cuestión era que me divertía mucho con él, a pesar de todo era un buen chico, y estoy segura que si hizo lo que hizo no lo hizo apropósito, el estaba super enganchado con Michelle y eso si era seguro.
Y desde que conversábamos el sacaba mi lado más infantil, como la acción de ahora, y realmente ahora lo podía sentir como un hermano mayor y era muy cómico y a la vez se sentía muy bien.
—Bueno ¿que tienes en mente pequeña? —Sonreí cómplice y todo el plan paso por mi cabeza como la mejor película del año.
—Si con esto no vuelven, me dejó de llamar Kiara...
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Internado de Perras (P#1) (EN CORRECCIÓN)
RomanceSer la mas perra entre todas las perras no era un trabajo fácil pero fingir ser una de ella era mucho más complicado. Lo había podido experimentar al tener que convivir con esa especie, era un ambiente hostil dónde nada era lo que parecía y nadie e...