Capitulo 26: A juego mis sentimientos.

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Una semana había pasado, una semana en la que Pascuali se había ocupado personalmente de unir a su antiguo grupo, y con esto me refiero, a integrar nuevamente a Cassandra con las chicas, claro que Michelle no quedó muy convencida de ello, pero como el resto de las chicas si no tenían ningún problema con ella, aceptaron encantadas.

Era entendible de todas formas que Pascuali quisiera recuperar al grupo que siempre ha estado junto, y Cassandra claramente estaba arrepentida de lo que pasó y quería volver a estar con quién era su mejor amiga, y así fue.

Igual tenía que admitir que me enfadaba el hecho de que Pascuali haya sido su ángel guardián, defendiendo a capa y espada a Cassandra, ¿de verdad tanto la quiere? Entonces ¿por qué la engaña? ¿Por que juega con todas? Si tanto la quería debía ser serio con su relación y respetarla ¿O yo estoy loca?

Ya había admitido que estaba enamorada de él pero era un sentimiento que debía volver a borrar de mi o al menos mantenerlo oculto hasta que el año acabara y no tuviera que volver a verlo en mi vida, podía aguantar unos meses más, sabía que podía, sin embargo también estaba cansada de siempre lo mismo, ¿Por qué simplemente no podía ser feliz? Estúpido Pascuali patán.

Estaba sentada en la sala de juegos de mi casa, tenía la televisión encendida, aunque nadie la veía, mantenía un libro entre mis manos "ami el niño de las estrellas" una de mis historias favoritas y acostada boca arriba en la alfombra.

Cuando escuché los gritos de mi mamá que traspasaban la pared de su cuarto hasta donde estaba.

-No, eres demasiado estúpida por permitir algo así, No, basta...Teníamos un trato... Pero se puede recuperar, es absurdo lo que planteas son unos niños...por supuesto que sufran, total, esa es la diferencia de ese tipo y mi familia, nosotros sabemos de decencia...Me da igual, como quieras, si, adiós -poco a poco que me acercaba a la puerta pude apreciar más lo que decía, sin embargo la conversación término dejándome con un aire de intriga.

¿Acaso se refería a mi cuando hablaba de los niños?

Traté de olvidarme de ese incidente cuando una hora después el timbre sonó y corrí para ver de quién se trataba, el mayordomo abrió la puerta dejándome ver a Santiago junto a su madre que sonreía animada, sentí tantas ansias por un momento, porque sabía que en pocos meses ingresaría al internado donde ella es dueña y directora.

-Perla, ¿que te trae por aquí? -dijo mi madre con voz apática y sin el saludo habitual de ambas.

-Traje al niño para que juegue con su amiga, y así tu y yo concluíamos la conversación pendiente. -No dijeron mas, o por lo menos no escuche más hasta que las vi perderse por el salón, Tomé del brazo a Santiago, que cabía mencionar que no había omitido palabra alguna desde su llegada y eso me ponía aún más nerviosa por lo que estaba apunto de hacer, y lo lleve al salón de juegos donde antes yo leía un libro.

-Que bueno que viniste, tengo tantas cosas que decirte, no tienes idea de lo nerviosa que estoy, pero creo que es el momento justo -si, esa era yo, tan contenta y decidida a hablar de mis sentimientos, aunque aún no tenía bien en claro que sucedía conmigo, lo que si tenía claro que es que no quería que se apartara de mi vida, pero nunca imaginé que eso era lo que más pronto estaba por suceder.

-Si, si, todo muy bonito, pero dejame hablar a mi primero -Dijo muy serio, su expresión facial no demostraba nada, por los que mis nervios me controlaron, y no supe que esperar después.

-¿Que pasa Santiago? ¿Por que tan serio? Das miedo-Intente tomarlo de las manos en un modo de apoyo, pero las aparto rápidamente y se alejó un poco de mi, lo que me desconcertó aún más.

-Kiara, la verdad es que...me aburres, si, me aburres y en realidad todo este tiempo fingí que me caías bien sólo para mantener contenta a mi mamá que es amiga de la tuya, sin embargo ya estamos grandes, y no puedo más con esta farsa -No pude controlar mi estado de shock y espere que todo esto se tratase de una broma de mal gusto.

-Me estas tomando el pelo ¿no? -dije mientras soltaba risas nerviosas, intente volver acercarme pero él se apartó

-No Kiara, hablo muy enserio, no se que te habrás creído, pero estoy harto de mentir, tenía que ser honesto contigo, no me caes bien, me resultas repulsiva, siquiera eres de mi tipo, y preferiría que a partir de hoy, ni nos dirijamos la palabra.

La indignación llegó a mi, puede que tenga 13 años, pero no soy idiota, después de tantos años, se atrevía a venirme con este discurso barato, ¿pero que mierda se cree que es?

Pero me daba igual, no permitiría que me humillara de esta manera, jugó con mis sentimientos y ahora el jugaría a ser frío y cruel, pues que se prepare a conocer esa Kiara cruel y fría que sabe jugar también.

Adiós confesión, adiós ilusión, adiós amistad, adiós a todo, a todo lo que en realidad nunca fue.

-Ni te preocupes de eso, ya está más que resuelto, dentro de unos meses estaré dentro de un internado al igual que tu, y no tendremos porque volver a vernos las caras -aguante las ganas de llorar, no le daría la satisfacción de verme mal, de ninguna manera, y dije todo con el mayor desprecio que pude fingir.

-Me parece perfecto, un peso menos de encima

-Que bien

-Lo se -mi corazón se contrajo, y no pude verlo más a los ojos, eran inexpresivos y de sólo verlos, me hacía doler el corazón, lo odio, como uno puede cambiar de la noche a la mañana, y como ahora podía pasar de querer tanto a una persona a odiarla con mi alma.

-Ahora largo, no te quiero volver a ver más nunca en mi vida, para mi estas muerto Pascuali...

Para mi estas muerto Pascuali...

como me gustaría que eso fuera verdad...

Internado de Perras (P#1) (EN CORRECCIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora