Los días pasaron y por suerte no volví a ver al imbécil de Pascuali, bueno en realidad fue porque pase la gran parte de los días encerrada en mi cuarto evitándolo.
Pero eso era lo de menos, lo único que temía era que me volviera a tocar junto a él en el tren, porque si eso ocurría, sería el peor de los días.
Todos estaban tan exaltados el día de hoy que sinceramente no lo comprendía, yo lo que menos quería era volver, pero todos aquí parecían estar contentos con la idea.
Y por primera vez me sentí horrible, hace tan sólo tres días, todos estaban sufriendo y parecían muertos vivientes, y ahora todos brincan de un pierna y la decaida ahora era yo y solo yo, por lo que no podía compartir mi tristeza con nadie más.
Me apresure a subir al vagón al ver a Pascuali a unos metros de mi y corrí a mi cabina tropezando torpemente con las paredes, y cuando llegue me senté y respire aliviada de que estuviera completo el cubículo
-¡¡Kiara!! El universo nos une -Sonreí al ver a Michelle al frente de mi abrazada de Marc que le hacia cariño en el cabello.
El plan había salido a la perfección, y costoso también, habíamos alquilado una cabaña que estaba escondida entre el bosque, muy cerca del lago, y habíamos preparado toda un cena romántica para ellos, ya lo demás corría por cuenta de Marc, y no volvieron hasta la tarde del día siguiente por lo que suponemos que fue una reconciliación muy jugosa.
-Si bueno no lo digas mucho, que Marc es muy celoso -nos reímos y ella volteo a ver a su novio tomándolo de las mejillas y acercándolo a ella.
-Sólo tengo ojos para ti mi amor -y ahí volvieron mis amigos, que no podían estar ni dos segundos sin darse el lote, y yo por primera vez me sentí celosa de eso.
Joder ¿por que no podía dejar de pensar en ese estúpido beso día y noche?
En este momento lo odiaba más que nunca por hacerme sentir de esta forma y más me odiaba a mi misma por querer rebajarme con tal de volver a besarle como esa noche.
Me sentía tan torpe e indefensa porque sentía que estaba cayendo justo en su juego y en su trampa, pasé muchos años evitandolo y teniendo yo el control de toda la situación, pero estos últimos días me he dejado llevar como una tonta y no tenía ninguna lógica.
Mil horas después, ok no, exagero, pero si al día siguiente ya estábamos de vuelta al Instituto, y lo único que quería era correr a mi cuarto, tirarme a la cama y dormir, hasta que mi cuerpo estuviera tan cansada de tanto dormir por lo que seguiría durmiendo, pero para mi desgracias la suerte no estaba nunca de mi lado, por lo que la directora convoca a una reunión a las 5pm en el comedor.
No se podía antojar otro día, que se yo, mañana, por ejemplo.
Decidí ir hacia mi dormitorio, estaba cansada y aunque sea me merecía una siesta, pero me detuve antes de subir por las escales al ver a Pascuali, con un hombre que me resultaba muy familiar sinceramente y como no, justo les pareció la mejor opción hablar bloqueando el acceso a las escaleras, ahora ¿como demonios yo pasaba sin tener la necesidad de toparme con él?
No pude hacer otra cosa que esconderme tras las escaleras a esperar que se fueran y así poder seguir mi camino en paz.
Es que ¡joder! Que oportunos de verdad.
A Pascuali se le veía muy tenso y enfurecido, en realidad me sorprendí, ya que el siempre acostumbraba a estar de burlón y chulo por la vida, supongo que yo no era la única con problemas familiares, podía comprender su expresión.
-TU vas a hacer lo que yo te diga Santiago, no pienso repetirlo, te guste o no, ¡es un decisión tomada! -el señor lo tomó un poco fuerte del brazo y él sólo intentaba zafarse.
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Internado de Perras (P#1) (EN CORRECCIÓN)
RomanceSer la mas perra entre todas las perras no era un trabajo fácil pero fingir ser una de ella era mucho más complicado. Lo había podido experimentar al tener que convivir con esa especie, era un ambiente hostil dónde nada era lo que parecía y nadie e...