Me quedé de piedra frente a la imagen de mi mejor amigas tan sólo cubierta de una camiseta de Pascuali y de dicho imbécil, acostado en su cama completamente desnudo y sólo cubierto con una manta.
No podía creerme que fuera cierto, no podía creerme que mi mejor amiga hubiera podido traicionarme así, pero que idiota he sido, ¿sentimientos? ¿Como este imbécil podía tener sentimiento por alguien?, es que ni por el mismo.
Pena, asco y de más me provocaba esta situación, a la mierda la confianza, a la mierda todos.
-¿De verdad pensaste que una idiota como tú iba a poder estar con él? -me tomó del brazo y me arrastro afuera del cuarto golpeándome contra la pared
-Samantha ¿que estás diciendo? ¿Te escuchas? Si somos amigas -estaba al borde de la histeria por lo que levante mi voz, pero al verla reírse en mi cara, fue la respuesta que necesitaba para darme cuenta que nuestra amistad nunca significó nada.
-¿Amigas? Por favor, yo no tengo amigas -pase mis manos por mis mejillas y me di cuenta que estaban húmedas, había empezado a llorar y por mi estado de estupefacción no lo había notado.
-Esto debe ser una jodida broma, Joder Samantha ¿que me estás contando? Éramos amigas, siempre estuve para ti, ¿que mierda estas haciendo ahora? -queria golpearle, quería irme y llorar, quería gritar, quería acabar con esto, lo único que no quería era seguir aquí.
-Eres una hipócrita Kiara, eso pasa, tantos años hablando pestes de Pascuali, ¿y ahora? Mirate, das pena, llorando por el, quien lo diría...te usó como una maldita zorra, la maldita zorra que eres -empezó a reírse cuando la ira me sobrepasó y no pude controlar el impulso de llevar mi puño a su cara logrando que esta cayera al suelo.
Por unos segundos me quedé solo viendo mi puño sorprendida de mi acción impulsiva, cuando ella volteo a mirarme con rabia y se levantó para saltarme encima.
-¡¡Te voy a matar!! Eres una pobretona ¡¡das asco!! Como hubiera deseado no haberte conocido, ¡¡¡arruinaste mi vida!!! Ahora arruinare la tuya -me sujetó del cabello con tanta fuerza que temía que me lo desprendiera, así que en modo de defenderme trate de apartarla colocando mis manos en su cuello.
-Sueltame Samantha, ¡¡estas loca!! ¡¡LOCA!! la que das pena eres tú -pase mi mano por su mejilla rajuñandola y está me cacheteó levantándose y arrastrándome del cabello.
-Te juro que voy a acabar contigo ¡¡maldita!! -empece a llorar de la rabia y el dolor cuando un fuerte portazo la detuvo.
-¿Que se supone que estás haciendo enferma? -Pascuali salió algo adormecido y se le veía confundido del cuarto con una camisa y en bóxer y corrió hacia Samantha para separarla de mi.
-El que faltaba, pero que bella la parejita -dije levantándome mientras ajustaba mi coleta ahora despeinada, Pascuali me vio como si no comprendiera la situación mientras trataba de controlar que Samantha no volviera a saltarme encima.
-¿De que hablas? Y tú ¿qué haces con mi camiseta? ¿Que paso aquí? -estaba por contestarle irónicamente cuando otra voz nos interrumpió.
-Eso mismo me gustaría saber a mi, ¿que pasa aquí? -La voz del directorio a mi espalda me hizo darme la vuelta de golpe y encontrarme no sólo al director, si no también a mis amigos tras él.
-A la dirección, ¡¡AHORA.!! -
EXPULSADA.
Así mismo, nos habían expulsado a los tres por lo que mis representantes debía de pasarme a buscar esa misma noche, estaba enojada, más que enojada, dolida, decepcionada a más no poder, Samanta disfrutaba la situación mientras se reía de mi, y Pascuali había intentado hablarme, sin embargo me negué rotundamente y me fui a mi cuarto a recoger mis cosas y así no dejar que dijera nada a su defensa, ninguna justificación valía para lo que vi, así que por mi se podía ir a la mierda con la chica que quiera, se había acabado, no quería más de él.
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Internado de Perras (P#1) (EN CORRECCIÓN)
RomanceSer la mas perra entre todas las perras no era un trabajo fácil pero fingir ser una de ella era mucho más complicado. Lo había podido experimentar al tener que convivir con esa especie, era un ambiente hostil dónde nada era lo que parecía y nadie e...