☁︎𝒫𝓇ℴ𝓁ℴℊℴ☁︎

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Un adolescente de dieciséis años se encontraba esperando a su madre afuera de un aeropuerto, de acuerdo con los acuerdos del divorcio, el menor tenía que vivir cinco años con alguno de sus padres, había vivido cinco años en Los Angeles con su padr...

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Un adolescente de dieciséis años se encontraba esperando a su madre afuera de un aeropuerto, de acuerdo con los acuerdos del divorcio, el menor tenía que vivir cinco años con alguno de sus padres, había vivido cinco años en Los Angeles con su padre y ahora pasaría cinco años en España con su madre.

Estaba sentado en una de sus maletas, escuchando música a través de sus audífonos y con una botella de agua entre sus piernas.

Estaba aburrido y no conocía el país, sólo lo había visitado pocas veces, algunas por el cumpleaños de su madre y otras por navidad o año nuevo.

-¡Quackity! -lo llamó mientras le tocaba el hombro con su dedo índice.

El menor se quitó los audífonos y al mismo tiempo levantó la mirada para luego encontrarse con su hermanastro.

-Samuel... -miró a todos lados- ¿Y mi mamá? -preguntó confundido.

-Se le presentó algo en casa -respondió con una sonrisa mientras empezaba a cargar las maletas del chico- Vamos, niño, ayúdame -dijo aún conservando su sonrisa.

El de ojos marrones se levantó de su asiento y cargó la maleta donde se encontraba sentado para después alcanzar al ojivioleta, este se encontraba metiendo las maletas a un auto negro.

El chico con gorrito le acercó su última maleta y el mayor la metió dentro del maletin del auto, el cual, segundos después fue cerrado.

-Perdón por tardar tanto, Quackity -le abrió la puerta de los asientos traseros- nos detuvimos a comprar una malteada y algunas donas.

El menor solo le sonrió levemente y se adentró al auto. Quackity y Samuel no habían convivido demasiado, el ojivioleta siempre estaba fuera de casa, ya sea con sus amigos o por asuntos escolares, la mayor parte del tiempo nunca estaba en su casa, pero la falta de comunicación entre ambos chicos, no les incomodaba, ya tendría tiempo para mejorar su relación.

Cuando se adentró al auto se percató de la existencia de un chico de cabello castaño, el menor continuó mirándolo intentando recordar donde lo había visto pero el cierre de la puerta del auto lo sacó de sus pensamientos.

-Creo que nunca los había presentado... ¿O si? -soltó una risita- no lo recuerdo pero como sea, Luzu él es Quackity, mi hermanastro, ya les he hablado sobre él -dijo con una amplia sonrisa en el rostro.

El de ojos rubíes soltó una risita y giró su cuerpo de forma que pudiera visualizar a su mejor amigo y al menor.

-Hola, Quackity -le estiró su brazo izquierdo- es un placer conocerte de la forma... Adecuada -sonrió levemente.

El menor estaba asombrado pero confundido por las palabras del mayor, sin embargo, estrechó su mano con la del castaño y sintió una corriente eléctrica en su espina dorsal al sentir la suavidad del más alto.

¿𝑃𝑜𝑟 𝑄𝑢𝑒́ 𝑌𝑜 𝑁𝑜? ༒︎ℒ𝓊𝒸𝓀𝒾𝓉𝓎ت︎༒︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora