tiempo a solas .

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Octavio.

Mi esposa, ella es mi esposa, saber eso causa en mí un sentimiento más posesivo ,ya lo sentía antes , pero ahora es diferente , verla dormida en la habitación del avión que nos lleva a nuestra luna de miel me hace sentir unas ganas inmensas de hacerla mía, pero quiero que esto sea diferente , se que será una locura, hacerla mi mujer pero ahora como mi esposa , completamente mía .

La veo parada viendo el bello paisaje que Bora Bora nos ofrece , su silueta a contra luz se ve hermosa, me acerco a ella respirando su exquisito aroma , ella simplemente me vuelve loco .

Decidimos hacer un recorrido por el lugar aún que creo que no saldremos de nuestra habitación el tiempo que dure nuestra luna de miel , lo cierto es que ella no me lo pone fácil , al caer la noche y luego de una deliciosa cena romántica preparada solo para sorprenderla, regreso al cuarto para encontrarme a la mujer más perfecta recostada en la cama ,vestida con  lencería roja ,la boca se me hace agua solo de verla .

— ¿te gusta lo que ves? — me pregunta traviesa, ella se ve perfecta, más bien ,es perfecta,me muerdo los labios de solo mirarla ahí de manera seductora y yo con tantas ganas de hacerla mi mujer .

— no te imaginas cuanto —le contesto acercándome a ella acariciandola, enredando su cintura descubierta entre mis brazos, la beso como lo que es , la más hermosa de las mujeres cada curva cada borde de su cuerpo me lleva a la lucura .

— por lo que me dijeron ,es tradición regalar la lencería a la nueva Baez o Valferra y pues entre todas me regalaron esto.

— que bueno que me dices para darles las gracias personalmente— sus mejillas se pusieron rojas y de una vez por todas la hago completamente mía ,ni esposa ,mi mujer ,me encanta que con ella puedo ser como solamente soy , solo con ella he podido ser dominante y posesivo, de ahora en adelante nada ni nadie me podrá separar de esta mujer. — te amo mi gordita pelirroja, eres mía mi amor mía.

Le susurro al oído mientras ella se entrega por completo a mi, su cuerpo reacciona de manera tan deliciosa a mis caricias y a mis besos haciendo que me vuelva más intenso hasta que los dos caemos rendidos . Tal como lo pensé durante nuestra luna de miel no salimos de la hermosa villa que escogí para que estuviéramos durante quince días , disfrutamos del sol, de la belleza del mar y yo de la maravillosa vista que me ofrecía mi esposa con sus hermosos  trajes de baño.

En la comodidad de mi oficina veo en mi teléfono una foto que le tomé a mi esposa hace cuatro años en nuestra luna de miel.

LA GORDITA PELIRROJA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora