Oscuro Deseo|Min Yoongi «+18»

D o s

Como era costumbre la alarma sonó a las 5:30 am. Lista para un nuevo día de universidad, un lunes por la mañana. Indicaba que sería un día como todos los demás. Lo único que me motivaba era, que estaba en mi último año de facultad.

Faltaba poco para culminar mi etapa universitaria, lograr un puntaje perfecto para seguir reforzando mi meta y mi sueño.

De irme pronto fuera de Corea del Sur y lograr vivir mi propia vida.

Me levante de mi cama, no había ruido, ni mucho menos alguien que me esperará para desayunar.

Sólo yo. Extrañaba al mi hermano, hacía unos años que se fue a trabajar a Estados Unidos.

Mi hermano mayor, Park Jimin. El Orgullo de mis padres, por haber comenzado a estudiar Jurídico, el abogado familiar.

Al igual que mi hermano, mis padres fueron abogados. Ahora estaban fuera del país. Se mudaron a trabajar al extranjero. Un día desperté, y sin decir más, emigraron a un lugar desconocido. Rara vez, llamaban y preguntaban si aún seguía vivía.

Camine hasta el baño, tome una ducha rápida. No tenía ganas de ir a la universidad, pero no tenía más que cumplir con mis claros deberes estudiantiles.

Hoy era uno de esos días en los cuales, no quería salir de mi cama. No quería existir.

Sabía todo lo que estaba evitando, y aun así lo hacía.

Pero, era parte de todo mi caos. La depresión y ansiedad comenzaron a gobernarme, era una mala idea haber decidido decirle que se fuera.

Un mensaje me saco de mi deprimente existencia, como era costumbre, mi mejor amiga, era la única en todo el mundo que se preocupaba por mí.

Hannah💘

¡Hyeeeeeeeeeeeon!

5:40 am.

Hannah💘

¡Despierta, Park!

5:45am.

Hannah💘

Paso por ti, en 5 minutos.

5:50am.

Peine rápido mi cabello, la conocía. Si no me apuraba caminaría hasta la universidad y no estaba dispuesta a correr eres riesgo.

Me vi en el espejo y pude notar que mi cabello ya estaba demasiado largo. Posiblemente lo cortaría.

Tomé un poco de bálsamo labial, y como lo predije, el pitido de Hannah se escuchó por toda la cuadra. Había llegado y todo el vecindario lo sabía.

Baje corriendo, sino me apuraba todo el vecindario me sacaría a patadas de mi vivienda.

—¡Hyeon, Bombón! —Chilló con su sonrisa de comercial. Llevaba una minifalda más arriba de lo usual. Había teñido su cabello de rubio.

Hizo una seña con su delicada mano, indicando que moviera mi trasero a la velocidad de la luz y me subiera.

Hannah era preciosa, parecía una Barbie, la típica chica popular de la universidad. Era la más guapa de la carrera de Mercadotecnia.

Tenía la facilidad de tener todo lo que se proponía, era algo que no entendía desde que la conocía. Era completamente lo opuesto a mí. Simplemente hacíamos el Match perfecto que teníamos.

Como siempre me encontraba admirándola demás, en la puerta de mi departamento. Ella seguía agitando la mano para que corriera porque íbamos tarde.

Subí corriendo al auto. Abroche mi cinturón y la observe reírse. Encendió su bebé, así era como le decía a su Forte Kia, color blanco. Regalo de su papá.