D i e c i s i é i s

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Mis manos seguían temblorosas, el volante se movía de un lado a otro. De reojo vi a mi hermano cubierto de sangre. Sentí como un sabor amargo, no podía perder a mi hermano. Lo último que había dicho no fue nada bonito de mi parte.

¿Quién eran esos tipos? Me adentré en la carretera, por el retrovisor vi una camioneta negra, me estaban siguiendo. Sino me ponía en marcha nos matarían, sea la razón que sea, Jimin sabe el por que de este caos. Tenía que llevarlo aún hospital, se veía demasiado pálido.

Mi corazón retumbaba en mis tímpanos, mis dedos sudaban demasiado, pise el acelerador a todo lo que este automóvil me lo permitía. Inicie mi camino cerca del rio Han. Iniciando el recorrido por el gran puente que divide la ciudad del bosque, volví a mirar el retrovisor, pude ver que había perdido de un momento a otro la camioneta.

Era casi media noche, estaba oscuro, solo el reflejo de la luna y las pequeñas luces que adornaban el puente eran nuestra compañía.

—Jimin. —Susurré aterrada. —Por favor, Jimin. —veía de reojo sin quitar mi vista de la autopista.

—H..H..yeon. —susurró casi inaudible.

—No hables, descansa. —Trate de tranquilizarlo. —Tenemos que ir a un hospital. —susurré.

—¡No tenemos tiempo! —grito. —Nos encontrarán. —relamió su labio lastimado. —Tenemos que huir.

—¿Quiénes son ellos Jimin? —Pregunte asustada. —¿Por qué te atacaron? —seguí manejando con todo el miedo del mundo. No podía llegar a esa parte del puente. Mis manos comenzaron a temblar al igual que mis piernas.

—Te lo diré una vez que lleguemos al lugar. —Saco un celular que se encontraba abajo del asiento y marco un número. —¿Hola? —pregunto al otro extremo. —Me encontraron. Quemaron mi casa, vienen por ella. Tenemos que huir. —explico. —¿Estás seguro? —pregunto. —De acuerdo, pero aún no está lista. No conseguí mover todo.

El seguía hablando por la llamada, deje de poner atención en cuanto cursamos el lumbral. No, ese lumbral no.

Sabía que tenía que enfrentar mis traumas en algún punto de mi vida, pero no pensé hacerlo, no los dos juntos en un mismo día.

Cruzamos aquel lumbral que daba inicio a la mitad del puente, pude ver como en un pequeño espacio se encontraba la reconstrucción de aquel barandal. En donde mí vida había cambiado.

Lagrimas comenzaron a caer en mi rostro, mi pecho comenzó a doler. No, por favor.

Un ataque de ansiedad estaba saliendo. En el peor de los momentos. Recuerdos, miles de recuerdos salieron a la luz.

Flashback

Era el último día del verano, aquel hermoso chico del cual había estado viendo a escondidas, por fin lo vería afuera de este bosque, había una pequeña cafetería a las afueras de Seúl. Iluminando la ciudad se encontraba el puente del rio Han.

Hannah había quedado con otro amigo, así que iríamos ambas a ese local. Sería la primera vez que ella lo conocería.

Habíamos mantenido una relación a escondidas por que aún tenía diecinueve años y el tenía veinticinco. Eran seis años de diferencia. Algo que mi mejor amiga no sabía.

Llegamos a ese lugar, nos sentamos y esperamos a que llegará aquel chico que tanto había hablado de él.

—¿Nerviosa? —Pregunto Hannah.

—Un poco. —Sonreí.

—¿Cómo me dijiste que se llamaba el chico? —Pregunto mientras bebía de su frapuchino.

Oscuro Deseo|Min Yoongi «+18»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora