V e i n t i u n o

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Una semana después..


Jueves por la tarde. Ya casi era el último día de la semana. Había sido una semana del infierno. Mi jefe aún seguía con un carácter del demonio. Hannah me había contado que era un mujeriego, lo que realmente se me hace extraño que tenga ese carácter de los mil demonios cuando tiene una lista larguísima para escoger a sus chicas.


En la semana el había intentado acercarse nuevamente a mí, pero no lo dejaría. No después de haber pisado y escupido a mi orgullo.


Le lleve unos documentos para que firmara y podía ver aquel escritorio en donde estuvo a punto de pasar muchas cosas si el chofer no hubiera entrado. No dejaría que volviera a suceder, no, él no es mi tipo. Y no es de los que buscan algo estable, estabilidad es lo que el menos tiene.



Se encontraba leyendo unos documentos que tenía en su lugar, desde que había regresado de viaje su humor había empeorado, en toda la semana su humor era de mil demonios. Me acerque a dejar los documentos en el escritorio, tenía que firmarlos para cerrar un caso importante.



—Todo está mal como siempre, Park. Por lo que veo tendré que hacerlo yo mismo —Dijo sin ni siquiera levantar la mirada para verme.


Toda la semana me había hecho entrar más temprano y salir más tarde, aprovechaba cualquier oportunidad para cargarme la mano de trabajo. Me sentía agotada, y el aprovechaba cualquier momento para hacerme sentir mal. No me importaba realmente, pero algo que me molestaba era que fuera un ser que se sintiera inferior a los demás.


Era la primera en llegar y la última en salir.  Me gritaba todo el tiempo, no había día que no lo hiciera y comenzará un escandalo por cualquier cosa sin sentido.


Ni siquiera había revisado los documentos que le había dejado y ya deducía que estaba erróneo.

Todo lo que hacía, para él estaba mal.

Cerré mis ojos y respiré profundo.

Realmente me estaba conteniendo en responderle, sabía que si le respondía no me callaría.


—Señor, es la segunda vez que le entrego el reporte. ¿dígame en que me equivoque? —Pregunte tragándome todo el coraje que tenía. Porque realmente todo lo había modificado, pero el todavía seguía diciendo que estaba mal.

—En todo, Park. —Decía sin siquiera mirarme. Aún seguía concentrado en los documentos que tenía en las manos. —Deberías concentrarte más. ¿Eso es todo tu potencial?, de haber sabido, mejor contrataba alguien que sí fuera eficiente. déjalo, yo lo modificaré. —Suspiró. —Ah, y cancela la cena con mi padre, invéntale cualquier mierda, no tengo humor de verlo.

—Señor, hago lo mejor que puedo.  Y creó que usted mejor que nadie lo ha visto. —Respondí con molestia. Por que era verdad, ninguno de sus empleados hacía lo que yo estaba haciendo y aún no me daban mi contrato de planta.

—Pues no parece, Park. Cada día me decepcionas más, no hay persona más inepta que tú, realmente me tienes al borde del estrés, no tolero tu ineptitud, no quiero hablar del tema, cancela lo que te dije y retírate. —Levanto la vista para verme con todo el enojo que podía mostrar señalando la puerta.

Me mordí la lengua para no decirle una cosa que después me arrepintiera. Sali de su oficina con un nudo en la garganta.

Era un maldito monstro. Me tenía completamente harta no tenía porque tratarme así, al llegar a mi lugar pude ver que se encontraba enfrente de mí un repartidor con un gran ramo de flores blancas. Me quede viéndolas, quizás se había equivocado perdiéndose en la empresa y busca alguien en específico.

Oscuro Deseo|Min Yoongi «+18»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora