Era el mismo imbécil que por poco me atropellaba con su moto. Pero lucía diferente, esta vez llevaba un traje negro, su cabello peinado correctamente, no parecía aquel tipo del diablo. el mismo carácter de aquel día, bastaba solo verlo para deducir que era un malcriado con la actitud de superioridad. Maldita sea, tenía que ser el, el que me entrevistará. Teniendo tantas empresas vine a dar a esta. ¿acaso era el destino el que me ponía nuevamente enfrente de él? No, no lo creó es mi mala suerte. No tuve otra que esperar lo peor. ¿Qué podría pasar? No perdía nada en intentarlo, lo peor sería que no me contratará.
—Así, que tú eres Park Hyeon. —Sonrió de lado, sin dejar de quitarme la mirada de encima. Algo había cambiado en su mirada. —La mocosa imprudente, que no sabe cruzar las calles. —Sonrió burlón.
—Y usted, el imbécil que no sabe manejar. —Las palabras salieron antes que pudiera elegirlas. Park, estás muerta. Acabas de cavar tu tumba.
—¿Con esa boquita comes? —enarco una ceja. No dejaba de estudiarme con su mirada profunda. Hacía que mi espina dorsal sintiera un leve cosquilleo. Algo en él me hacía estar a la defensiva. —Así que vienes a mi empresa a buscar trabajo. Pero, también osas insultarme. Eso no es nada profesional, Park. Pero te entiendo. Una mocosa como tú, que podrá saber de educación y profesionalismo. —se levantó de su silla y camino detrás de la silla en donde me encontraba.
—Usted tuvo la culpa. Soy profesional Señor. Aun que usted sea un completo imbécil. —No iba a permitir que me hiciera sentir menos, ni mucho menos tratara de intimidarme. —Estoy aquí por la vacante, no para hablar del hecho de que casi me mata. Ahora que lo recuerdo. —Gire para mirarlo y poder encararlo. —Podría demandarlo por un casi homicidio.
No decía nada, solo se encontraba mirándome como si mi sola presencia le causara gracia al infeliz, ¿Qué era lo que le divertía? Solo hacía que mi ira comenzará a crecer. Tenía que controlarme, no podía ser una grosera. Pero este hombre sacaba de quicio. Para ser mayor, no tenía ni un gramo de madurez. Comenzaba a desesperarme.
—Mhm..—se acercó a la silla en donde me encontraba. Coloco sus manos en el descansa brazos, aproximando su rostro muy cerca del mío podía sentir su aliento en mi nariz. —Tú no harás eso. —respondiendo con voz profunda. Su mirada parecía dos grandes agujeros negros que mientras más los veías más profundidad podías ver en ellos.
—¿Por qué no? —Rete. No dejaría que me intimidará, si creía que por su cercanía me retractaría o caería en su juego, estaba muy equivocado. Conozco a los de su tipo. —Usted tendría más que perder, que yo. —Amenace.
—¿Estas amenazándome, Hyeon?—seguía acercándose más a mi rostro. Sentía su aliento en mi nariz. Contrólate. Es un imbécil, no te dejes intimidar.
—Estoy avisándole. Que es muy diferente, estoy aquí para una entrevista laboral, no para hablar de su poca falta de conocimiento de manejo. Así que por favor, volvamos a la entrevista y comencemos de nuevo, estoy poniendo todo de mi parte para no ser grosera con usted, Señor....?—Me alejé un poco para verlo mejor, el seguía inclinado. Tenía esa maldita sonrisa burlona que comenzaba a desesperarme.
—Jeon. –Se incorporo en su lugar y camino nuevamente a su asiento para poder sentarse en su escritorio. —Jeon Jungkook, Hyeon.—Sonrió con superioridad.
—Señor, Jeon. Olvidemos todo este mal entendido, y comencemos desde cero. —Volví a replicar. Extendí mi mano para hacer un leve saludo a lo cual el solo veía mi mano estirada.
—Tengo una mejor idea, Park.—Se acomodo en el respaldo de su asiento ignorando completamente mi mano estirada.—Hagamos un trato.
—¿un trato? —Pregunte dudosa. Qué tipo de trato hablaba. ¿Yo solo vine a buscar trabajo, ahora me va a salir que quiere una sirvienta o algo así? Ni cocinar se.
ESTÁS LEYENDO
Oscuro Deseo|Min Yoongi «+18»
Fiksi PenggemarUn hilo rojo podrá enredarse, estirarse. Pero nunca romperse. Quien está destinado a estar juntos, así será. ⦿Heterosexual ⦿Contenido +18: Lenguaje vulgar, narración explícita. ⦿Maduro Historia de mi completa autoría. No sé permiten copias ni adapt...