Oscuro Deseo|Min Yoongi «+18»

D o c e

Eso me ganaba por preguntona y por andar de chistosita. Me agradaba que, sin conocernos a un nivel profundo, podíamos entablar una buena conversación. Me gustaba. Quizá debía salir de mi burbuja y concentrarme más en las personas que están a mi alrededor. Podía hacer crecer mi círculo social, aunque en este círculo solo éramos, Hannah y yo.

Christopher se había retirado hace varios minutos atrás, al parecer Daley nunca llego al lugar en donde sería recogida. Ellos eran tan diferentes, uno era el más popular de la facultad y su hermana era una persona muy reservada, me agradaba. Era muy amigable, siempre era de las que les gustaba participar en todo. Era demasiado dedicada, a comparación de su hermano. Me sorprendía que no anduviera Félix con Chris, esos dos siempre andaban como uña y mugre a todos lados.

Eso me recuerda que. ¿Hannah estará saliendo con Félix? Y es ahí donde me cae el veinte.

Quizás Bang no venía a recoger a Daley. Sino venía para verse con Félix. Pero como él no estaba se fue. No, Hannah, no andaría con Félix y mucho menos no tardaría en contármelo, no omitiría esa parte. La conozco demasiado como para que me comience a ocultar cosas. Nos tenemos la confianza de ser honestas la una con la otra como para llegar a este punto y empezar a ocultarnos cosas.

Mientras las teorías en mi cabeza comenzaban a crecer por la más mínima cosa, el leve sonido de la puerta principal me saco de mis pensamientos, en ese momento vi a Hannah despedirse de alguien que se encontraba en un automóvil completamente blindado de negro. No se podía ver absolutamente nada, al despedirse aquel automóvil se marchó con un chirrido de llantas.

Dejándome con mil dudas más en mi cabeza. ¿Qué fue eso? Hannah siempre ha sido muy abierta con las parejas que ha tenido. Pero pareciera que ahora prefiere tenerlo en secreto. ¿Estará saliendo con alguien casado? Por dios, Park. Contrólate. Quizá aún no quiere decirlo y tú ya estas sacando tus propias conclusiones.

Como siempre mi mente seguía tomando las riendas de todo, tenía que controlar esa manía de sacar tonterías antes de decirlas.

Seguía sorprendida viendo la puerta principal sin poder superar lo que acaba de ver. Hannah había caminado hasta la mesa en donde me encontraba con una sonrisa en su rostro.

Se veía radiante como siempre, pero algo parecía inquietarle.

—Hyeonie. —Parloteo felizmente, abrazándola como si no la hubiera visto desde hace muchísimos años atrás.

Algo en ella estaba diferente. Estas dos últimas semanas se encontraba en un estado de depresión, ¿y ahora? Se encontraba con la sonrisa más grande que el gato de Alicia. Vaya, por lo que veo. Ese hombre misterioso, sí que hace buenos trabajos. Y quitándole ese humor de perro que se cargaba.

—Vaya, alguien está feliz. —Volví a hacerle la seña al chico del café por tercera vez. —Espero, realmente espero. —Rodé los ojos. —Que ese hombre que te hizo retrasarte por más de una hora, te haya dado la revolcada de tú vida y disfrutarás cada maldito segundo de esa hora que he esperado. —Espetó. —Porque llevo más de tres cafés esperándote.

El joven que llevaba ateniéndola por más de una hora, ya sabía lo que ella ordenaría, sin embargo aun así le peguntaba.

—Señoritas, ¿ya están listas para ordenar? —Pregunto amablemente el chico. —Para usted, supongo que un americano. —Sonrió al verme, suponiendo lo que había ordenado pedidos antes.

—Sí, por favor. —Le devolví la sonrisa.

—Para mí, igual por favor. —Respondió Hannah.

Hannah espero a que el chico de cabello rubio se fuera para poder hablar y decirme lo que quería.