C i n c u e n t a y D o s| E t e r n o.

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Las noches a escondidas comenzaron a ser más frecuentes, nuevamente había dejado entrar a Jung Kook a su vida. No estaba interesada en algo romántico de su parte.

Aún tenía resentimiento de todo lo que había pasado en el pasado. Pero no podía negar que él la estaba complaciendo.

Realmente había cambiado, ahora era más maduro y sobre todo más expresivo. No dudaba de que él la quisiera. Pero no era suficiente para ella, aún había mucha información que desconocía, y él sería su fuente infiltrada.

No tenía intensión de herirlo. Pero tampoco quería darle esperanzas de que pasara algo. Estando juntos no existía el tiempo la llama se consumía hasta quedar en brazas, no podía pensar con claridad aún seguía provocando muchas sensaciones en su cuerpo y mente.

Pero tenía una promesa que cumplir, no podía permitirse volver a enamorarse y salir herida.

Se encontraba en su cuarto recostada en la cama. Observando el techo de la habitación. Los mensajes de Jeon seguían en su teléfono sin responder no había cambiado su manera tan impulsiva de ser.

Jade había salido a comprar provisiones y un regalo para su amiga. Le daba curiosidad el conocerla, no sabía mucho de ella. Lo mantenía en secreto, quería que fuera especial el conocerla. Quería que el encuentro fuera único su amiga de la adolescencia y su amiga de la adultez.

Kai se había marchado horas antes a revisar unos casos. En cierta parte sabía que estaba molesto con ella.

Y ella tenía toda la culpa. Pero entendía completamente que fue un tiempo difícil y él estaba ahí para ella. Había sido su pañuelo de lágrimas, no podía botarlo de esa manera.

Pero no lo veía como algo romántico. Era bueno, muy bueno en lo que hacía. Pero nunca podría quererlo de la manera en que él quisiera. Aún que ella lo intentará y se esforzará por hacerlo, no podía.

No quería jugar con los sentimientos de él, era demasiado especial. Si no hubiera sido por esos tragos aquella noche en su habitación.

Todo estuviera normal. Pero tenía que haberlo hecho. Caído en los encantos del alcohol. Era un hombre muy apuesto. Le encantaba como la mimaba.

Él se contenía demasiado en cruzar esa fina línea de hermandad con Jimin. Pero como siempre y como el caos no es parte de su vida, ella lo hizo cruzarla.

Perdiéndose en aquella piel acaramelada y labios carnosos.

Sus hormonas estaban jugándole una mala jugada, no era así. Nunca lo había sido. En el pasado había cometido muchos errores de los cuales se arrepentía, y uno de ellos era haberse enamorado.

Se levantó de la cama molesta por sus pensamientos. Podía huir incluso al otro extremo del mundo y huir de su pasado.

Querer negarlo incluso hacerse la loca que nunca existió para ella, pero se mentía y ella más que nadie lo sabía.

Busco entre los estantes de la cocina. Sabía que lo había guardado en alguna parte, pero no había nada.

Abrió el refrigerador buscando detrás de las verduras recordando que ahí lo había escondido.

Ninguno de los dos le gustaba las espinacas, detrás de la bolsa se encontraba un Soju.

Lo único que podía eliminar aquellos recuerdos era ahogarlos en alcohol, pero los malditos habían aprendido a nadar.

No había nada que los ocultará más que su mente en negación. Podía mentirle a todos incluso a su terapeuta y mejor amiga. Pero no podía mentirse a ella misma, él todavía seguía en su mente. Y el haberlo visto con alguien más solo había abierto esa herida que le había costado cicatrizar.

Oscuro Deseo|Min Yoongi «+18»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora