T r e i n t a y C i n c o

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M i n   Y o o n g i.

Cuatro años atrás...



La música sonaba sin parar, estaba completamente lleno de personas que no conocía. ¿Por que me trajo a la mansión Jeon? No entendía que sucedía. Y por qué tan de repente una fiesta de alta sociedad.

Taehyung se encontraba aún lado mío, buscaba con la mirada algo en el escenario. Sabía que odiaba estos eventos, sin embargo estoy aquí. Parado enfrente toda esta multitud.

Debería estar en casa de Hirai, y solucionar todo.  Últimamente estábamos teniendo muchos disgustos, buscaba cualquier detalle para discutir.

No la entendía, había cambiado desde que la conocí. Una chica extremadamente peligrosa y misteriosa. Desde que la vi en el jardín de la facultad, había captado toda mi atención. Era como si el tiempo se hubiera detenido y solo se enfocara en aquella chica de conjunto rosado, de cabellera negra. Un libro en sus manos, nunca la había visto en la facultad. Pero desde el momento en que la vi, no sabía que me tendría completamente a su Merced.



[F l a s h b a c k ]




Taehyung, fue el que se dio cuenta, que no dejaba de mirarla constantemente. Aprovechaba cualquier oportunidad para ir al jardín de psicología. Muchas veces Namjoon, se burlaba por que no tenía más excusas para que me valorara, diciendo que me parecía interesante su carrera.

Me pillo viendo a aquella dulce mujer entre las aulas de psicología. Me había hechizado su belleza. Compartía clase con Kim. Se había vuelto mis ojos y oídos.

Pero nunca tuve el valor de hablarle. Solo de observarla en silencio. Sabía que nunca tendría una oportunidad con ella.

Sin embargo, Taehyung fue el que literalmente me obligó a hablarle.

Verla leer sus libros concentrada, sumergida en toda esa información. Nunca había cruzado palabra ni mucho menos verla a los ojos. Todo era desde la distancia.

Mis ojos seguían viendo aquella chica pelinegra sentada en el jardín comiendo sus fresas mientras leía. El fleco cubría la mayor parte de sus ojos. Solo veía sus labios pequeños comer aquellas  frutas.

Taehyung se levantó de pronto de la silla y se colocó enfrente de mi.

—¿Seguirás viéndola como un pervertido?—Soltó de repente con las manos cruzadas en el pecho. Me observo con la ceja levantada.

—No sé, de que estás hablando Kim.—Regrese mi vista al libro que tenía en la mesa. No podía concentrarme entre tantas leyes, y en automático el Su señoría, yo me opongo. Una ligera sonrisa se formó en mis labios. Recordar a Taehyung perdiendo su primer caso por haber echado un polvo con su contrincante, humillándolo en la corte suprema.

—Invítala a salir, en vez de verla como un pervertido en potencia.—Sonrío malicioso. —Pareces un anciano, ni mi padre es así. Solo es un polvo, Min. No es como que te vayas a casar con ella.—Rodó los ojos. Sabía perfectamente mi respuesta.

Había una etapa para todo eso. Faltaba poco para graduarnos, no estábamos para juegos.

—No creo ser su tipo, Taehyungie.—Respondí con intención de ponerle fin a la conversación, pero era como si hablara con una pared.

Oscuro Deseo|Min Yoongi «+18»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora