Oscuro Deseo|Min Yoongi «+18»

O n c e

 La tarde la había pasado con Yoongi y su pequeña Holly, realmente sentía una extraña sensación de familiaridad.

Sin embargo nuevamente la embargaba la amargura de su vida. No quería ilusionarse por completo. Había muchísimas cosas en su vida que le limitaba a concentrarse en ella misma.

¿Cómo podría creerle? Ni siquiera lo conocía por completo. No podía permitirse nuevamente caer en un juego que no era para ella.

Ese maldito miedo de confiar en las personas seguía presente, quería soltar por completo el pasado que le seguía atormentando en cada ocasión. Pero no podía.

Todo en su mente seguía lastimándola y por supuesto, recordándole que ella no podía amar a nadie.

De lo contrario, sabía lo que pasaba cada que ella intentaba volver abrir su corazón.

Por alguna extraña razón, con Yoongi lo hacía sentir diferente, como si el realmente supiera lo que ella pensaba. Lo que quería escuchar, era algo que le provocaba escalofríos. Pero le gustaba, ¿Y si él era su oportunidad para sanar?

Tenía que platicarlo con doctor, esto no era normal. Ni mucho menos volver a sentirse decaída cuándo todo lo caótico de su vida ya había pasado hace cuatro años. ¿Por qué no podía dejarlo ir?

Su mente seguía haciendo un nido de preguntas, no podía mantenerse e completa concentración. Aún más, tenía mucho en que pensar.

Su facultad estaba por terminar, y ahora. ¿Un trabajo? Realmente me estaba poniendo la soga al cuello, pero aun así lo haría. Necesitaba dejar de pensar lo peor de sí misma, su mejor amiga se lo había dicho.

Solo mi mente seguía recordándome que era patética. Cuándo no es así.

Ahora su principal problema era que había aceptado trabajar para el señor Jeon. Como una de sus asistentes.

Tenía que hablar con Hannah, ella tenía más tiempo trabajando ahí, gracias a su mamá y sus contactos.

Más por las conexiones que tenía con la familia, aquí todo se manejaba por dinero y conexiones, de no tener ninguna de las dos no podías triunfar en ningún lado.

La señora Sana, era muy cercana a la familia. Había trabajado años con los Jeon. Por otro lado le parecía extraña esa familia, no había mucha información en internet sobre ellos.

Había una silla vacía en la cafetería en la que quede con Hanna, pedí un americano y disfrute de mi música, solo ella podía controlar el caos que habitaba en mi mente.

Estaba dándole demasiadas vueltas a este asunto, la medicación se había terminado y yo seguía negada a volver con mi terapeuta. No podía seguir dándole más vueltas a esto.

Puedo asegurar que las notificaciones sigan llegándole a donde quiera que mi madre se encuentre. Por tantas sesiones vacías que no he asistido.

¿Cómo hacerlo? Si mi depresión volvió. Ni siquiera puedo salir de mi habitación por mi misma. ¿Cómo ir? Por supuesto que sé que estoy mal por no cumplir con mi promesa. Pero no puedo hacerlo.

Es volver abrir aquellas heridas que hace mucho, vende. Y él seguirá presionándome por encontrar respuestas que no estoy segura de querer escucharlas.

Hay demasiados espacios vacíos en mi mente en los cuales intento recordar con precisión. Pero no puedo, después del accidente todo es una laguna completamente en blanco.

¿Cómo llegue ahí? No lo sé.

¿Por qué no puedo recordarlo? No lo sé. Realmente me tiene cansada esta situación.