Cincuenta y T r e s| Media Noche.

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[T-T]







La noche comenzaba a volverse gris, al igual que su corazón. ¿Tenía que terminar todo así? Su corazón se negaba aceptar que no pertenecía a sus vidas.

Jamás debió aceptar haber vuelto. El frío viento golpeaba con fuerza sus hombros, se arrepentía de haber salido con tan ligera.

Peino desesperada su cabellera, estaba tan larga que se colaba entre sus caderas haciendo roce en todo su cuerpo.

El celular seguía sonando en su mano, Jungkook no dejaba de llamarle. Tenía más de veinte llamadas perdidas.

No le interesaba saber más de él y la chica. En cierta parte se sentía contenta de ver que ambos habían hecho sus vidas sin que su recuerdo los arrastre en un abismo como ella había sentido esos tres años.

Era verdad, no todas las personas tienen el mismo corazón que uno mismo, hay quienes te esperan una vida y otros que te superan en tres meses.

Guardo su teléfono en su celular dejando que siguiera sonando, no le respondería nunca más. no quería saber de él. ni él volvería saber de ella.

Lo más conveniente es que regrese a su hogar y no volver a salir de ahí.

Camino por la noche gris de Japón dejando que sus zapatos hicieran eco en la cera del lugar. Sus pensamientos la llevaron caminando por todo un recorrido que desconocía el tiempo. Estaba afuera de un bar muy llamativo.

Parada enfrente de las puertas principales observo el lugar, no necesitaba dar señales de vida, al fin y al cabo ella estaba muerta para todos.

Así tenía que ser y dejarla al fin descansar.

De pronto las palmas de las manos comenzaron a sudarle repentinamente y sentir unos escalofríos en su cuerpo, como si algo fuera a pasar.

¿Qué otra cosa podría pasar?

Nada, no podía pasar otra cosa más caótica que la que había presenciado hace una hora atrás.

Abrió la puerta adentrándose en aquel lugar, era enorme. Tenía todo un montón de adolecentes enfrente de la pista bailando bebiendo.

La recordó a ella, a sus locas fiestas en la facultad con su mejor amiga.

La extrañaba demasiado, ¿Embarazada de su hermano? No podía ser. De todo lo malo, existía lo bueno.

Busco un lugar vació al fondo del lugar, últimamente se había vuelto dependiente del alcohol, tenía que controlarse. Pero hoy lo merecía, ya no quería más caos en su vida.

Elevo la mano llamando al chico que estaba atendiendo, indicando que quería una cerveza la más fuerte que tuviera, necesitaba ahogar su orgullo que había sido pisoteado no una, sino dos veces más.

Sentada en una mesa pequeña se dejó perderse por los detalles de la madera y sus pequeñas partículas de perfección en ella. ¿Así sería su vida?

Se prometió sepultar cada parte que la tuviera presa de aquel abismo que la empujaba nuevamente aún hoyo sin fondo. Pero en la mínima oportunidad, el universo seguía enviándole todo lo que ella alguna vez dejo atrás.

Su bebida llego, el tarro estaba lleno del líquido amargo que tanto le gustaba. El alcohol y ella tenían algo en común que los hacía tan íntimos y cercanos. Se necesitaban mutuamente para desaparecer de una realidad que habían apagado.

Oscuro Deseo|Min Yoongi «+18»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora