||Capítulo treinta y uno||

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"Hay mucho de mí que te faltó conocerSi la vida me da de nuevo el placerVoy a volverte a besar como aquella vez que el sol se escondióMientras la noche llegabaNo sé qué sucedióPero me perdí en tu miradaQue pasa el tiempo y no te olvidoYo haciéndot...

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"Hay mucho de mí que te faltó conocer
Si la vida me da de nuevo el placer
Voy a volverte a besar como aquella vez que el sol se escondió
Mientras la noche llegaba
No sé qué sucedió
Pero me perdí en tu mirada
Que pasa el tiempo y no te olvido
Yo haciéndote cosas nueva' y tú improvisando gemido'
Tú a mí me gusta' má' que el dinero,
Quiero que te vengas tú primero
A vece' me pregunto qué será de tu vida
Ojalá un día de estos me escriba".
Bad Bunny, The Marías.

Sarah' POV:
Cuando la Sofi me dijo que trabajaba en una discográfica, jamas pensé que seria tan grande el lugar, es como el Costanera Center, solo que en cada piso hay una sala de grabación, lo se, es muy loco. Ayer la Sofi me dió un "tour" por el lugar y como dije antes quedé impresionada, cada sala de grabación consta con su propio bar y sala de descanso, que weá.

Hoy en mi primer día de trabajo y estaba bastante contenta. La cafetería estaba a un lado de la recepción, por lo que no me perdí al llegar. Pero si me costó levantarme en la mañana, si no era porque tenía a la Sofi, no se que hubiera hecho. Con respecto a la Fran, ella se fue hace unos días, fue bastante triste así que no lo quiero recordar. Volviendo a lo del trabajo, mis colegas son súper tela. Estaba Drew y Madison, a la ultima no la conocí tanto porque se fue a los pocos minutos de que llegué. Ambos hablaban español, así que no tuvimos problemas para comunicarnos.

—Sarah, boluda recuerda ser bastante neutral cuando veas a cantantes, ósea que no los chamuyés tanto. Ellos se sienten un poco "incómodos", pero si querés pedirles un autógrafo no hay quilombo.—Me dijo Drew con el típico acento argentino. Les juro que si no fuera gay, le pediría pololeo ahora.

—Si... No te preocupes.—Le dije tranqui, lavando unos platos.

—Y que te trae por acá, boluda. —Continuó el. Secando la loza.

—Mmm... Pues estoy embarazada.—Comenté tranquila, no quería ocultarlo, ya que dentro de poco se me notaría más.

—¿De verdad?. ¿Y donde lo metiste que no se te nota?.—preguntó incrédulo. Claro que no se me notaba, estaba con una polera súper ancha, así que agarre la polera por ambos lados y los junto atrás, para que se me viera ajustada.

—Ohh... Pero que barriga tan linda boluda.—Me miró como si me preguntara si podía tocarla.

—Hazlo, no pasa nada.— Y se agachó. Me sorprendí al principio pero finalmente lo dejé.

—¿Y ya sabés el sexo?.—Negué con la cabeza.

—Todavía está muy pequeño para saber, apenas tengo 16 semanas. —Le dije tocando mi pancita. El se levantó y me dió un besito en la frente. Es más lindo.

—Yo organizaré el babyshower de ese pibito, mi amor...—Dijo con un chasquido de dedos. Lo llevaba conociendo como 3 horas y ya lo amaba.

—¿Como conseguirte este laburo? Es re difícil entrar acá pelotuda. —Me dijo moviendo sus manos.

—Por mi hermana. Ella trabaja hace años acá.—Le dije de lo más tranquila.

—¿Y como se llama? Hay perdón que pregunte tanto es que necesito conocerte para tener un buen ambiente laborar. Me entendés. —Dijo suplicando con la mirada. Solo me reí.

—Sofía Cameron. —Y me miró asombrado.

—¡¿Sofía Cameron es tu hermana?!—Dijo emocionada e incrédulo.

—Si, ¿Por qué ?—Me reí.

—Vos me estás hablando enserio. "Sofía Cameron" es una ingeniera en sonido súper reconocida en Miami. ¿Tas segura que es tu hermana, boluda?.— No me estaba creyendo, así que le mostré las fotos que tenía con ella. Pero siguió sin creerme del todo.

La tarde estuvo bastante tranquila, horneamos unas galletas y atendimos a uno que otros cliente. Ahora mismo estábamos ordenando y limpiando el lugar.

–Nena. Saldré por unos minutos, mi wacho me está esperando fuera. pero no le digas a nadie porfa. —Dijo suplicando. Le guiñé el ojo y se fue.

Con respecto a mi mamá, me dijo que volvería dentro del próximo mes, quiere estar conmigo cuando sepa el sexo del baby. Y estoy bastante ansiosa por eso, mi hermana ya empezó a comprar los "ositos" y todo tipo de accesorio, y me encanta que me ayude, pero TODA la ropa es rosada, imaginen me sale niño, que va pasar con esa ropa, por Dios.

—Señorita, ¿Está bien?—Me dijo alguien a mis espaldas. Seguramente me vio cuando me quedé pensando como tonta, que vergüenza.

—Si, no se preocupe. ¿Que necesita?.—Le dije sacando alcohol gel de un dispensador que estaba en una salita. Si uno es limpio, en esos lugares tiene que ser el doble.

—¿Amigo? ¡Hola! —Le dije al Esteban sorprendida, rodeando la caja para saludarlo con un abrazo. Andaba con el Polimá, así que también lo saludé. Al Esteban ya lo considero un buen amigo; ha sido un gran apoyo, me llama constantemente y viaja bastante a Miami. Sin embargo, últimamente he notado que anda súper cansado. Resulta que tiene a su mamita enferma en Santiago, por lo que no puede dejarla por mucho tiempo. Pero también necesita terminar su EP. Está en medio de un dilema.

—Sarita, tanto tiempo. —Me abrazó el Poli. No pude evitar ponerme nerviosa; no quería que se diera cuenta. No lo conocía lo suficiente como para contarle todavía. Ustedes dirán, claro, a Drew le dijiste a la media hora de conocerlo, pero él vivía en Miami, no casi al lado del Pailita.

—Aquí estamos, po. —Le dije sonriendo medio incómoda, sin saber qué decirle.

—Poli, déjame un ratito con la Sarah. Tenemos que hablar de unas cosas. —Le comentó el Esteban a su amigo.

—Quiero un selladito mi sangre, llévalo a la sala, allá te espero, culiao. —Se despidió de mí y se fue.

—¿Qué necesitas? Tenemos una amplia variedad de cafés. —Le dije riendo.

—Solo quiero descansar un poco, ha sido una semana intensa. —Me dijo suspirando.

—Y te tengo que contar algo sobre Carlos. ¿Has sabido algo de él? —Dijo medio preocupado.

—Supe que andaba con IamFer. —Le dije cabizbaja. Me enteré hace unos días cuando estábamos en la playa con Fran.

Y me empezó a contar lo que pasó, cómo pensó que yo le había dicho lo del embarazo, qué es un tonto. Seguramente Carlos ni le creyó, con la excusa que le dijo Esteban. Dios.

—Ay, amigo. ¿Cómo le dijiste eso? —Lo estaba regañando desde hace rato.

—Tienes que decirle al Pailita luego que es el papá de tu bebé. —Me dijo en un susurro, no lo suficientemente bajo.

—¿Cómo que el Pailita es el papá de tu bebé?

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Falta muy poco para que el Carlos se entere bellezas. Solo tengan paciencia. Y no se queden dormidas, estoy apunto de terminar el próximo capítulo y lo subo al toque. Besos

Solo una noche [Pailita]  Saga bandidos 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora