Solo una noche [Pailita] Saga bandidos 1

||Capitulo cuarenta y seis||

"Y si tú supieras
Cuántas vece' yo hablé con la luna
Pidiéndole que tú volvieras
Y que nunca te fueras
Y si tú supiera'
Cuántas vece' lloré con la luna
Pidiéndole que tú volviera'
Que lo nuestro se diera."
De La Ghetto y Pailita

Carlos POV
Recientemente, recibí el alta tras un infarto agudo de miocardio que requirió una operación de emergencia. Durante mi recuperación, los médicos notaron que no reaccionaba, algo esperado en las primeras horas del postoperatorio. Sin embargo, caí en coma debido a un golpe en la nuca que recibí al desmayarme. Este estado se prolongó por un mes. El doctor dijo que paulatinamente iré recordando aunque no sé qué pasó en mi vida después del 2021 y eso me estresa mucho. Después de recibir el alta, varias personas vinieron a visitarme, y es realmente incómodo hablar con alguien que te conoce pero a quien no recuerdas. Me abrazaban y me contaban cosas que no podía recordar, lo cual resultaba frustrante. Así que le pedí a Alexander que no permitiera más visitas por un tiempo, excepto a Esteban, mi hermanito, a quien sí recuerdo.

No es fácil acostumbrarse a la vida que llevo ahora, tengo una gran casa, varios autos y fans. Una familia muy unida que me demuestra día a día lo mucho que me ama. Sin embargo, algo no me permite estar bien siento un vacío como si algo me faltara, pero no sé qué es.

—¿Va a nacer la wawita?.—escuché decir al Gera angustiado.

—No me weí' Esteban—dijo pasando mano por su cabello, súper frustrado. Yo no soy alguien que acostumbre a escuchar conversaciones ajenas, pero esta me tiene intrigado. ¿El Gera será papá? Que weá'. ¿En qué momento pasó esto?

—Hijo, vamos a comer.— Mi mamá tocó mi hombro y me arrastró a la cocina.

—Pero mita, quería saber lo del Gera. —Dije con un puchero sentado en la mesa.

—Como que será papá, media volá' mita.—trataba de masticar, pero la noticia me puso ansioso.

—No sé hijo yo creo que escuchaste mal.—Dijo lavando la loza. Cuando terminó mencionó que algo le cayó mal y que se iría a recostar, y se fue sin decir más.

—Tan solo que estai' hermanito.—Dijo el Basti entrado a la cocina para saber que había de bueno para comer. Y claro que estaba solo. Por lo que recuerdo mi última relación fue con la Scarlett, ¿Qué será de ella? La llamaré.

—Oye, ¿El Gera está pololiando? —Me levanté de la mesa. Este me miró extrañado.

—No wn, no que yo sepa—Respondió tomándose una cerveza. Mientras revisaba su celular.

—Ah, es que escuché algo de que iba a nacer un bebé, wn. —Apenas empecé a hablar, este se atragantó.

—Cof Cof Cof. Hermano, ¿de dónde sacaste eso? —Dijo tomando agua para recomponerse. —Na que ver poh. Na que ver. —Me sonrió de lado con los brazos cruzados.

—Es la wawita de una amiga muy cercana. —Suspiró medio apenado. Sinceramente, no estaba entendiendo las actitudes de las personas de esta casa. Primero el Gera que hablaba súper sospechoso por el celu. Después mi mamá que supuestamente algo le cayó mal y ahora el Bastian. ¿Qué mierda me están ocultando?.

Decidí ir a tomar una siesta ya que últimamente se ha convertido en mi panorama preferido. ¿Les cuento por qué? Resulta que en mis sueños se aparece un chica muy hermosa. En estos sueños, compartimos risas y conversaciones, incluso en algunos paseamos por la playa. Hubo una ocasión en que se presentó con un traje de mucama, lo cual me pareció extraño, pero aun así, se veía hermosa.

Pero este sueño estaba siendo muy diferente, en este ella me reprochaba muchas cosas, pero yo no la podía entender nada, hasta que vi su vientre, ¿Estaba embarazada? Me acerqué pero ella retrocedió.

—No puedo creer que hayas jugado conmigo, porque no me dijiste que estabas con la Scarlett. —La engañé. ¿La engañé? No, esto no podía ser. Que mierda estaba pasando. Me acerqué a ella y le acaricié las mejillas y le dije.

—Yo jamás te engañaría. Yo...— Y me despierté. Buta la weá'. Qué mierda le iba a decir. Me levanté frutado y fui a mójame la cara para refréscame.

Decidí dar un paseo y me encontré con Casti, mi perrito. Aunque lo conozco desde hace poco, ya le he tomado mucho cariño. Pasamos un rato juntos, pero lo dejé solo al notar desde la ventana del segundo piso de la casa que Basti, Gera y mi mamá estaban visiblemente angustiados. De hecho, vi al Gera abrazando a mi mamá, quien estaba llorando. ¿Qué diablos está sucediendo aquí?

Sin que me vieran entré a la casa y subí. Estaban en la pieza de mi mamá. Traté de escuchar pegando mi oreja a la puerta pero solo se escuchaban murmullos. Así que entreabrí la puerta muy despacio y me quede quiero esperando a que hablaran.

—Ay mijo, no podemos ocultarle esto.—Suspiró la mita abrazando al Gera. Este le acariciaba la cabeza.

—El doctor dijo que no podemos hablarle de las cosas que vivió, ya que eso podía estresarlo y hacerle mal.—Le explicaba Basti. Obviamente estaban hablando de mi, pero no sé lo que me están ocultando.

—La Sarah está a solo unas semanas de tener a la beba, y yo sé que a él le gustaría estar con ella en el parto. —Apenas dijo ese nombre sentí como mí corazón se aceleraba y mi toda la piel de mi cuerpo se erizaba. ¿Quién es ella?, ¿Y por qué mi mamá está están preocupada por ella?

No me fijé en qué momento abrí la puerta, entré a la pieza y les pregunté.

—¿Quién es la Sarah?