||Capítulo cinco||

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"Quiero sentirte, quiero mirarte, Para hablarteQuiero contarte, quiero explicarte,Que no soy alguienInteresante, solo un cobarde másQue hizo bastantePara este día poderse acercar"Pablo Londra

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"Quiero sentirte, quiero mirarte,
Para hablarte
Quiero contarte, quiero explicarte,
Que no soy alguien
Interesante, solo un cobarde más
Que hizo bastante
Para este día poderse acercar"
Pablo Londra.

Sarah' POV
Cuando desperté, todavía estaba de noche. No sabía la hora que era. Traté de moverme pero estaba rodeada por los brazos de Pailita.

Wn, me acosté y con el Carlos Javier, realmente no lo podía creer. Me moví los más lento posible, no quería despertarlo porque sinceramente no sabría que decirle.

—Hola. Me llamó Sarah, soy tu fan y gracias por quitarme la virginidad—De solo pensarlo me daba cosa. Pero cuando estaba apunto de sacar su brazo, me apretó más a él y me dijo.—No te irás tan fácil, muñeca. —lamió y mordió mi oreja 

—Esto no ha terminado todavía.  —No sé muy bien cómo explicarlo, pero sentí escalofríos por todo mi cuerpo

Me sorprendí lo rápido que me dio vuelta, dejándome de espaldas a él. —Haré algo distinto, espero te guste.— Estaba confundida. ¿Qué estaba haciendo? Pensé mientras él bajaba dándome besos por toda la espalda .—¿Confías en mi?—Preguntó y me giré para verlo.

—Si, mucho—Sonreí y este asintió.

—Entonces déjame hacerte disfrutar de nuevo.—dijo el.

Este movió mi cabello a un lado y beso mi hombro tomándose el tiempo de admirar mi piel. Él estaba siendo muy lindo conmigo, nunca olvidaría este momento. Sentí sus labios bajar por mi espalda baja y me tensé al sentir sus manos en mi trasero bajando despacio hasta llegar a mi zona para humedecer mi culo.

—Relájate...— Susurró y apreté los dientes al sentir como entraba en mi. Se sentía diferente.

—Te sientes tan bien. —gimió empezando a moverse y aunque dolía, se sentía bien. Entrelazó nuestras manos.

—No quiero que nunca te olvides de este momento.—gimió en mi oído. Mientras me embestía.

—Oh Dios.—susurré cerrando los ojos, mientras él se movía. 

—Ah, ah....— Gemí apretando sus manos mientras este se movía lentamente.

—Te sientes tan bien preciosa.—Susurró sobre la piel de mi hombro.

—Tan suave, tan deliciosa...—Gimió y jadee al sentir cómo entraba y salía.

—Tan preciosa.—Gimió apretando mis manos y gemí más alto al sentir cómo aceleraba sus movimientos.

—¿Te gusta?.—preguntó entre gemidos. Él estaba cerca, igual que yo.

—Mmh...Si...—gemí, y soltó mis manos para acomodarse mejor.—Ah...—Gemí, apretando las sabanas.

—Ya casi preciosa.—Gimió moviéndose más rápido.

—¡Mmmh... Dios!—Grité apretando las sabanas fuertemente al sentir lo espasmos. El Pailita se salió de mi y se acostó de mi lado. No tenía valor para mirarlo. Estaba muy cansada. Sonreí al sentir sus dedos bajar y subir por mi espalda.

Me desperté debido a que una luz me daba en plena cara, me fijé en el reloj de la mesita de noche y eran las 6:00 AM. Me fijé a mi lado y no estaba el Carlos, volví a mirar a la luz que me arruinó el sueño y fruncí el ceño al ver que el estaba en el baño hablado por teléfono y lastimosamente escuché todo. Creo que hablaba con el JP su manager. Me estaba levantando cuando dijo esto.

—JP lo arruiné todo.—Dijo muy preocupado.

—Tuve sexo con una mucama.—No podía escuchar lo que el JP le estaba diciendo.

—No, no creo....—le dijo el, y se quedó callado un momento.

—Dios soy un completo idiota—susurró el.

—Seguramente irá a algún matinal y dirá todo. Tengo suficiente con  lo de la Scarlett.—No puedo creer que piense eso de mi. Pero por otro lado, el no me conocía así que supongo que estaba bien que desconfiara.

No me había dado cuenta que que tenía lágrimas en mis mejillas. Me di la vuelta y me tape la boca con mis manos . No quería que sintiera mis sollozos. No me  gustaba la desconfianza hacia mi. Me quedé un tiempo sin moverme, no quería que él se diera cuenta que había escuchado todo.
Estaba tan metida en mis pensamiento que no me di cuenta cuando el Carlos salió del baño, y se acostó abrazándome. Beso mi espalda desnuda y se durmió.

Esperé como media hora, para asegurarme que no se despertara. Saqué su brazo con cuidado y me levanté. Me puse lo primero que encontré, una polera de él, un buzo y una gorra. No quería que las cámaras del hotel me reconocieran.

Salí de la habitación y bajé por el ascensor. En la recepción no miré a nadie y salí. Busque mi celular para ver la hora , eran las 7 de la mañana. Tenía miles de llamadas perdidas de la Fran y la Sofi.  Me dispuse a llamar a la primera. Sonó como dos veces el timbre cuando contestó.

—¿Dónde te metiste wna?Tu mamá me llamó y me preguntó si estabas conmigo. Obvio le dije que si—Me dijo exaltada la Fran.

—¿Puedo ir a tu casa? Necesito contarte muchas cosas. —Le dije en un susurro.

—No te creo... —Dije cuando vi al Carlos en la recepción. Se le veía furioso. Alcancé a escuchar  lo que le decía al Bastian.

—Hermano donde se fue, necesito hablar con ella.— Le dijo a su amigo.

—Fran el Pailita me está buscando.—Me estaba estresando. No llegaba ningún taxi, y no quería el me me viera.

Solo quería salir  de  aquí y ahorrarme la humillación. ¿Para que me quería ver?,¿Para decirme que no lo debió hacer?,¿Para decirme que me quedara callada y no dijera nada?  Me quedé pensado tanto rato que se me olvidó que tenia a la Fran al teléfono.

—Amiga ¿Estás ahí? Aloo. —me decía la pobre.

—Fran, voy a tomar el taxi. Cuando esté adentro te llamo.— Ella asistió y me colgó.

Solo sentí que alguien me tomó del hombro y me giró. Era el.

Solo una noche [Pailita]  Saga bandidos 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora