Ramas arrasaban junto a la nieve saliendo peligrosamente del abismo donde el caballero de Escorpio se encontraba, Aioria y Kanon intentaban esquivar los movimientos feroces de estás, pero nunca dejaron de observar a su amigo, en aquel abismo observando todo desde su punto, aterrado de que ese cosmos misterioso estaba provocando. Milo quería salir de ahí, pero se dio cuenta de que tenía raíces enrollando sus pies hasta que tomó su mano derecha con violencia y empezó arrastrarlo hacia abajo, se empezó a sentir algo mareado y no sabía si era por lo agotado y ensangrentado que estaba, pero notó que sentía unas vibraciones subiendo por todo el torso de su cuerpo.
—Mierda, se está haciendo muy difícil esquivar las ramas —le echo un vistazo al bicho por un segundo y noto que su rostro tenía unas marcas oscuras como raíces creciendo poco a poco alrededor de su cuello—. Aioria tenemos que sacar a Milo de aquí.
Pero el caballero de Escorpio se dio cuenta de que no había escapatoria y con su último aliento habló lo más alto que podía.
—Aioria, Kanon, en estos momentos no veo una esperanza para escapar de aquí, escapen mientras pueda yo ya soy un hombre muerto —pronunció lo último resignado.
Ambos caballeros se miraron así mismos por pocos segundos mientras intentaban esquivar las ramas que los atacaban desenfrenadamente.
— ¡Milo no lo hagas podrías morir! —expresó Leo desesperado.
—Déjalo Aioria, es mejor así pues la verdad... Si mi cubito es feliz con alguien más... No tiene sentido mi existencia... —dicho estás últimas palabras Milo cayó de rodillas mientras la avalancha de nieve lo enterraba en aquel pequeño abismo.
Géminis y Leo miraron como la nieve había enterrado a su amigo mientras aquellas raíces los alejaban cada vez más del lugar, Aioria cansado visualizo que ya no estaban rodeados de montañas que los molestarán y con toda su ira lanzó su Plasma Relámpago contra el enemigo, quien logró alejarlo exitosamente. En una distancia prudente, sin que aquel cosmos maligno diera signos de seguirlos molestando, el silencio reinó, con ambos jóvenes observando el lugar, sus respiraciones agitadas y el shock emocional en el momento no les dejó pensar, observando donde yacía la tumba de Milo de Escorpio.
[°~❄️~°]
En Asgard todo estaba en un completo caos, las sirvientas del templo de Hilda corrían de un lado a otro, el despertar de la doncella Lyfia tenía todo mundo atentó, puesto la joven llevaba casi tres semanas durmiendo y hoy por fin abrió sus ojos como si solo hubiera dormido un día para otro. Al despertar Athena he Hilda la invadieron con preguntas de su reciente y largo sueño que tenía preocupado a todo Asgard, por el contrario, ella ni cuenta sabía que estuvo durmiendo tanto tiempo, se asustó un poco pensando que podría haberle pasado eso, pero nada llegó a su mente. La Diosa Griega y la Sacerdotisa no tenían dudas de que aquel fragmento del cosmos del árbol de Yggdrasil había sido el causante de su encerrante sueño, pero les parecía bastante extraño que de pronto despertara, pero aun así, la muchacha estaba con toda la actitud de colaborar para saber los últimos sucesos en Asgard, lo que más preocupaba era que Milo no aparecía, la mitad de los caballeros de Athena estaban dispersos buscándolo, mientras que Camus... bueno el francés en estos momentos era una bola indescifrable de sentimientos.
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Manzanas De Hielo
FanfictionVolvimos a la vida nuevamente para algo, pero tu decidiste tomar otro camino que estar a mi lado. Tu tomaste un camino diferente, mientras yo te seguía esperando en el mismo lugar con ese pequeño objeto que me dejaste. Sigo aquí, viendo cómo me deja...