🍎Capitulo 8🍎

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Milo subía las escaleras de los templos tranquilamente, había guardado la Manzana de Hielo en un cofre en su refrigerador por seguridad, no quería que nada malo le sucediera a dicho objeto. Había llegado a acuario, observo el templo más frío del zodiaco, era un templo bastante frío pero agradable para pasar los días donde hacían calores infernales en Grecia. Continúo con su paso tranquilo llegando al templo principal donde se arrodilló ante su diosa y el sumo pontífice que se encontraba hay presentes.

—Milo de Escorpión, ¿se te ofrece algo? —pregunto la muchacha tranquilamente ante su caballero.

—Deseo saber en dónde se encuentra el caballero de acuario, señorita Athena –hablo sereno.

La muchacha quedo sorprendida y los nervios se subieron a mas no poder, Shion quedo igual que la joven diosa quienes no sabían que responderle al caballero de escorpión. Milo espero por varios minutos una respuesta y no había recibido una sola palabra de la diosa y el patriarca.

— ¿Sucede algo? —pregunto alzando su vista.

—No... N-no sucede nada —sonrió nerviosa—. Danos unos minutos, caballero de Escorpio.

El heleno asiente y ambos se fueron a la parte privada de la diosa.

—No podemos darle la ubicación del caballero de acuario señorita Athena, usted sabe perfectamente la misión que nos encomendó Camus de Acuario.

—De todas maneras, él sabía perfectamente que Milo vendría a nosotros en búsqueda de respuestas. Lastimosamente Camus nos dejó muy claro no decirle nada, el problema aquí es que no podemos mentirle, además de que si lo hiciéramos no podríamos mantener la mentira por mucho tiempo, todo se arruinaría, y ambos caballeros saldrían lastimados —dijo seria.

—Creo yo, señorita Athena que Milo de Escorpio sufrirá más por esto que Camus de Acuario.

—No tenemos escapatoria más que mentirle a Milo hasta que termine todo esto.

Esa charla había sido todo para presentarse nuevamente ante Milo de Escorpio. Ambos miraban serio y penetrante al heleno quien se sentía un poco incómodo por la mirada de ambos.

—Milo de Escorpio, el caballero Camus de Acuario se le encomendó una misión muy importante que duraría durante quince años de su ausencia.

—Señorita Athena eso lo sé perfectamente, pero me refiero en que parte se encuentra Camus de Acuario, si se podría saber.

La joven nuevamente estaba nerviosa, no sabía que responderle al Escorpión.

—Milo, te pido amablemente que te retires, las misiones son clasificadas, por lo tanto, la misión de Acuario no puede ser revelada.

—Pero su santidad yo... –interrumpido.

—Márchate a tu templo Milo, y te pido que no hagas más preguntas sobre el paradero de Camus. Fin de la historia, puedes retirarte —dijo serio el pontífice.

Milo refunfuñando salió del recinto principal sumamente molesto, le estaban ocultando algo y lo sabía perfectamente, tenía muchas dudas al respecto de Camus, pero este se había ido a una misión que duraría durante quince años, quince años donde posiblemente podría volverse loco de estar pensando día y noche en lo mismo.

Había bajado a su templo, su enojo era muy notorio, suspiro fuerte tenía que tranquilizarte un poco, fue a su cocina y tomo una manzana para comerla, aprovecho y saco el pequeño cofre que estaba un poco congelado y decidió salir de su templo con él en sus manos. 

Manzanas De HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora