Pensando mejor las cosas no, tenía mucho que decir sobre su vida, había arruinado bastantes cosas a su paso y otras le tomó bastante tiempo en volverlas a construir pieza por pieza, si le preguntaran si se arrepentida de algo él sencillamente podría decir que si, mas sin embargo llegó a resignarse a que nada iba a volver hacer como antes por más que se esforzara. El pasado deja huellas que no se borran, seguirá igual de presente como ausente, algunas noches tenía horribles pesadillas, acrecentando más su inestable falta de sueño, en un insomnio tortuoso de error tras error, pero según le manifestaban aprendería con el tiempo a vivir con ello. La vida continuaba, le decían.
—Hubo un día que de jóvenes no me cansaba de entrenar mientras sentía una curiosa mirada encima mío, parecía que no estaba prestando atención a mi alrededor pero la verdad es que siempre sentía esa presencia. No faltaron los momentos donde me ahogaba en mis pensamientos por querer decir algo —confesó—. Sin embargo supongo que era muy idiota en ese entonces.
Procedió hablar de diversas cosas de la vida, su dia a dia, que habían hecho con sus demás compañeros que era primer vez que pasaba tiempo de calidad con ellos, cosas que se le antojaba hacer a veces, el cómo se sentía y ser sincero por primera vez con sus sentimientos, decir cualquier cosa con tal de no estar en ese silencio sepultar, aun sabiendo que él no era la persona más indicada para estar hablando de cosas durante horas. Más sin embargo no se quejaba, continuaba creando conversaciones sin espera por una respuesta, una mirada inquieta observando cualquier punto fijo pero el que más solía fijarse, en busca de una mirada perdida, que poco a poco se iba perdiendo en el olvido de sus memorias.
Sus manos que ya de por sí eran lo suficientemente frías para ser un congelador personal, al estar jugando con tanta intranquilidad con aquel objeto de hielo, cuál cristal pero sin duda alguna una creación bastante firme y resistente a cualquier caída como un diamante de alta gama.
Suspiro profundamente y se levantó del lugar donde yacía, limpio un poco su parte trasera y procedió a quedarse estático, nuevamente tendría que despedirse, regresar de vuelta a un hogar que para él ya no era lo mismo.
—Supongo que el tiempo de visita terminó por hoy —observó aquel objeto entre sus manos, una fina Manzana de Hielo—. Regresaré pronto.... o tal vez no —finalizó dando media vuelta.
Empezó a tomar dirección a la salida con pasos lentos, antes de alejarse completamente del ataúd de hielo no pudo evitar pronunciar las que podrían ser sus últimas palabras.
—Viviras eternamente en aquella cárcel de hielo, a la cual terminaste siendo sometido hasta el final de los tiempos. Mas sin embargo no estarás solo por mucho tiempo, no serás el único.
Determinado a seguir la última decisión que tomaría en su vida, tomó rumbo por aquel agujero angosto por el que había entrado con una pequeña sonrisa en sus labios.
ESTÁS LEYENDO
Manzanas De Hielo
FanfictionVolvimos a la vida nuevamente para algo, pero tu decidiste tomar otro camino que estar a mi lado. Tu tomaste un camino diferente, mientras yo te seguía esperando en el mismo lugar con ese pequeño objeto que me dejaste. Sigo aquí, viendo cómo me deja...