—Dente la bienvenida al ejército dorado de Athena y a la misma diosa aquí presente —hablo fuerte una mujer ante sus hombres.
Todos hicieron referencia ante los invitados que ahora se encontraban en la entrada esperando ser bien recibidos por el ejército de la señorita Hilda de Asgard. Athena recibió el gesto con gran gratitud y cada uno de sus caballeros junto con ella entraron al gran castillo.
—Me alegra mucho saber que no tuvieran conflictos en el camino —dijo.
—Gracias a ustedes por esperar pacientemente nuestra llegada —hablo la diosa de la sabiduría.
—Les organice a tus caballeros sus habitaciones, mis sirvientes los llevaran a ellas y a ti junto al patriarca les tenemos habitaciones muy especiales, todas son cómodas sin excepciones de rango —comento.
Athena nuevamente agradeció el gesto junto a sus caballeros y el gran patriarca, uno por uno fue llevado a su respectiva habitación para descansar del largo viaje por el que habían atravesado. La diosa dejando sus pertenencias en su habitación fue junto a la señorita Hilda a hablar un tema delicado que estaba sucediendo en esos momentos.
—Tome asiento señorita Athena —le indico. Athena sentado se posó toda su atención en la asgardiana—. Hay algo que tengo que comentarle siendo usted la diosa que protege esta tierra —dijo para continuar—. Últimamente hemos visto cosas raras pasar en Asgard y no es algo que deberíamos ignorar del todo.
— ¿Cuáles son los sucesos?
—Algunos aldeanos han desaparecido, junto a ellos soldados que he mandado a investigar el asunto, creemos saber que es, pero no tenemos asegurados de que sea eso precisamente el que está provocando el caos en Asgard.
—Quiero que vayas al grano —dijo, la peli blanca la miro fijamente un semblante frio se veían en la asgardiana.
—Creemos que una pequeña parte de Yggdrasil sigue vida, después de lo sucedido con Andreas y gracias a tus caballeros dorados quienes lo derrotaron no habría duda alguna que hubiera posibilidad de que un pedazo del árbol quedo con vida después de la batalla.
— ¿Por qué piensas que podría serlo? —pregunto.
—Hemos encontrado marcas en los pocos aldeanos que encontramos que están completos en la locura, solamente son tres, pero dicen cosas raras haciéndolos pensar que perdieron la cabeza, al ver esa cicatriz que identifica a la misma que hacia el árbol de Yggdrasil no tengo duda de que un pequeño pedazo de el sigue con vida y esté buscando energía vital para tomar más fuerza y hacer algo en Asgard —comento.
Athena quedo sorprendida ante eso y guardo silencio analizando lo dicho por Hilda.
— ¿Ya han encontrado una pista de donde podría estar encondiéndose?
—Aun no Athena, lo que más me preocupa es que se siga llevando gente. Gracias a que estas aquí te pido o Athena diosa de la sabiduría y la guerra que nos ayudes en esto, te lo estaríamos debiendo demasiado —se inclinó ante ella.
—Sabes que no deberías hacerlo, párate no es necesario inclinarse ante mi —la argardiana hizo caso ante el pedido—. Te ayudaremos con gusto averiguar donde se encuentra el pequeño trozo de árbol que aún sigue con vida. Solo tengo unas cuantas preguntas para ti, ¿te parece bien si te las digo? —Hilda asistió segura de responder cualquier duda de la diosa—. El árbol como tal posee cosmos, ¿cómo es posible que aún no lo hayan encontrado?
—Ese es el problema, el árbol está ocultando con facilidad su cosmos haciendo difícil su búsqueda.
—Entiendo —lo metido por unos segundos—. ¿Dónde se encuentra Lyfia en estos momentos? —pregunto.
Hilda guardo silencio ante la pregunta y se encamino a la gran ventana donde veía la nieve caer con lentitud.
—Desde que los aldeanos empezaron a desaparecer la señorita Lyfia quien fue representación de Odín en la batalla en Asgard no ha vuelto a despertar, quedo en un profundo sueño y desde ese entonces no ha dado señales de que quiera hacerlo.
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Manzanas De Hielo
FanfictionVolvimos a la vida nuevamente para algo, pero tu decidiste tomar otro camino que estar a mi lado. Tu tomaste un camino diferente, mientras yo te seguía esperando en el mismo lugar con ese pequeño objeto que me dejaste. Sigo aquí, viendo cómo me deja...