🍎Capítulo 28🍎

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No quería estar condenado a las estrellas, que estas mismas escribieran su propio destino, su propio camino, no quería que una diosa controlara su vida con un solo dedo, no quería ser sometido a batallas estúpidas sin sentido, solo quería libertad, por mucho tiempo se reprimió a si mismo muchos sentimientos que hubiera querido expresarlos con facilidad, pero el hecho de formar parte de una de las más grandes ordenes bajo el mando de Athena no lo dejo con esa cierta libertad, siempre haciendo el doble de lo que los demás los mandaban hacer, no disfruto su niñez como otros niños que se veían felices con sus padres jugando sin preocuparse por nada, a cambio él tenía que estar memorizándose al pie de la letra del por qué tenía que serle leal a una diosa que ni siquiera conocía en ese entonces. Fue demasiado tarde cuando la conoció, porque él ya había muerto y termino conociendo al dios del inframundo, un lugar al cual no le gustaría volver nunca, pero sabía que tarde o temprano regresaría en cualquier momento, porque así como su vida podía ser larga, también podía ser corta, cada día se contaba, mientras que estuviera en el servicio de un dios los días de sus subordinados estarían contados por cualquier ataque de otro dios que se presentase y este tuviera que perder la vida por protegerlo.

¿Qué caso tenía?, solo lo hacía por pura excusa, quería desquitarse con algo, quería hacer una locura, ¿Y qué mejor que casarse con su mejor amigo?, no era mala idea, después de todo podía pedirle el divorcio en cualquier momento, de todas maneras, no sentía atracción por él, solo quería pasar un momento divertido, una situación interesante en la que el estuviera presente. A pocas horas de entrar al altar se encontraba organizando su cabello, tuvo que vomitar mucho para intentar parecer ''sobrio'', pero, aun así, sentía un gran mareo y como si hubiera bebido una toxina que lo hacía sentirse algo tonto, su vista no era la mejor y hacia todo lo posible para no hacer las cosas idiotamente. Afrodita al mirarlo tan atontado porque sabía perfectamente de su estado lo ayudo a organizarse, quedo perfecto gracias a la ayuda del caballero de piscis, admitía que Afrodita sabia dejar a las personas deslumbrantes para algún evento importante, ahora solo tenía que hacer la tarea de no quedarse dormido y no dañar el peinado que Afrodita hizo en su cabello. Aun que se sabía que se casarían con armadura porque vestirse de novia no le iba a favorecer, tampoco quiso irse de traje elegante blanco para novio, pensaba que era una pérdida de tiempo buscar como dicen las mujeres: ''El indicado''.

—Estoy pensando seriamente de esta boda.

— ¿Y qué piensas al respecto?

—Que algo malo pasara, no sé por qué lo presiento, no soy el novio y ya siento los nervios como si me fuera a casar.

—Afrodita, solo cálmate, aún falta media hora, estoy dando hasta el último minuto de no vomitar y arruinar todo lo que hiciste en mi o quedarme dormido porque te juro que me urge dormir un poco.

—Bueno, nadie te manda a quedarte días borracho como si fueras DeathMask, ósea ni DeathMask hace eso, mínimo se queda un solo día, pero amigo, tú te pasaste como dos semanas o no sé muy bien desde cuándo fue la última vez que estuviste sobrio.

—No tendría nada de malo emborracharse un rato.

—Eso no fue un rato, fue más de lo que normalmente sueles beber, y es que tú nunca bebes.

—Bueno, quería probar que era lo que algunas personas hacen y es beber, nunca en mi vida lo había hecho, y para serte sincero ahora entiendo perfectamente a DeathMask.  

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