The last witches: la cueva de los gritos

Capítulo uno: Seis meses después

Ha pasado un año desde que las hijas de Esther Wilde llegaron a Newman, lugar en el que las criaturas mágicas y los humanos conviven pacíficamente; está dividido en cuatro reinos principales y los micro reinos es un sitio único, las protagonistas de esta historia son originarias del reino invernal pero antes de vivir ahí, un orfanato fue lo más cercano a un hogar que tuvieron.

Vivian, la hermana mayor es la más valiente de las cinco, algunos te dirán que la más linda entre sus hermanas; siempre lleva el pelo recogido en una coleta, ella es ese tipo de persona que es aventurada, tenaz, con un gran corazón y sobre todo, con un gran espíritu de aventura pero suele ser muy imprudente en cuanto a lo que es ser la hermana mayor. Mackenzie, la segunda hermana, ella es una chica optimista y que siempre le pone una sonrisa al mal rato, suele tener un instinto maternal ya que fue quien cuidaba de sus hermanas menores en el orfanato; ella tiene una piel pálida y con frecuencia les saca un susto a sus hermanas.

Rose, la hermana de en medio es una persona muy sarcástica, honesta cuando debe serlo y mentirosa cuando sabe que es oportuno, ella tenía un colmillo que era más filoso que otros; aun así no deja de ser una niña y a pesar de ser muy seria la mayoría de las veces, también tiene un lado infantil. Snowy, la cuarta hermana es una niña que nació sin ojos y una maldición de hielo eterno posiblemente le salvó la vida, cuando vivía en el orfanato era maltratada por los niños que vivían ahí, esto hizo que se volviera alguien reservada, tímida e insegura. Ella sabe que no es la más fuerte o valiente pero si es la más inteligente de sus hermanas, es una aficionada de la lectura y que siempre susurra los títulos de algún libro que quisiera leer más tarde en su bufanda roja. April, la hermana menor es alguien especial, ella es una niña con una personalidad demasiado sádica y retorcida para su edad, posee un instinto asesino que desarrolló porque su madre le dijo a la muerte que fuese inmortal, su ojo derecho suele prenderse en un fuego de color azul cuando está triste o enfadada, también suele cubrir su ojo izquierdo con su cabello.

Las cinco hermanas estaban por celebrar un año desde que habían llegado a Newman, todas estaban aprendiendo a ser brujas, aunque todavía les faltaba demasiado para aprender hechizos avanzados. Ellas no solo tenían que lidiar con aprender hechizos cada vez más difíciles, también tienen cierto problema en cuanto a seguir las reglas y eso les había traído muchos problemas con anterioridad. Pero desde que Vivian se enfrentó a su tío Regulus, un hombre que les daba escalofríos a las niñas, ellas tuvieron seis meses en los que la paz abundaba.

—¿Qué esperabas de una planta de algodón que llevaba en su nombre la palabra venenoso? —comentó Rose, mientras veía como su hermana April estaba hiperventilando de forma rápida.

—¿Se pondrá bien? —preguntó Snowy, con algo de miedo.

—Podríamos esperar a que su cuerpo diluya el veneno —dijo Rose, sacando de uno de sus bolsillos un líquido de color verde —pero eso podría tardar varias semanas así que pondré a prueba este antídoto.

—¿Me va a doler? —dijo con preocupación la pequeña April.

—Eso ya lo veremos —dijo Rose, que hace a April beber el antídoto.

El antídoto tenía un sabor indescriptible y un dolor extremadamente intenso, April pudo sentir como su estómago se revolvía y le empezaba a doler la cabeza, la vista se le nublaba a ratos pero parecía tener efecto, Rose se sorprendió de su creación.

—¡Lo conseguí! —. Gritó Rose con júbilo, cosa no muy habitual en ella —¡Habemus antídoto!

—¿Qué pasa? —preguntó Vivian, mientras veía a Rose festejando su descubrimiento y a April algo mareada en el sofá de la sala principal.

—¡Conseguí mi primer antídoto exitoso! —dijo Rose, que se puso más emocionada que antes.

—¿El antídoto contra el algodoncillo de invierno venenoso? —dijo Vivian, quien se queda viendo a April —¿Qué efectos tiene?