Capítulo trece: El trato

4 1 100
                                    

Luego de la confusión del principio, Regulus se comenzó a reír, Rose sintió como si no la estuviera tomando en serio. Pilz se asomó para ver ¿Qué pasaba?, el pobre honguito estaba muy asustado.

—Así que... dices que me detendrás —dijo Regulus en un tono más serio.

—No ahora, si lo intento con mi poder actual no tendría oportunidad. —explicó Rose —pero... en unos años si me entrenas podré alcanzarte y tendré el chance de lograrlo.

—¿Y Por qué haces esto? —preguntó Regulus.

—Porque Newman es un lugar realmente hermoso con el cual la superficie no debe entrar en un conflicto y me sorprende que un anciano resentido como tú siga sin darse cuenta. —dijo Rose. Regulus pareció haberse molestado un poco. —he pensado mucho en todo esto, pero no nos habíamos visto en todos estos meses.

—Tus palabras son filosas sobrina —dijo Regulus en tono burlón. —pero hay muchas cosas que no sabes de mí... incluso de ti misma, por ejemplo ese colmillo tuyo.

—¿Eso que tiene...? —dijo Rose, pero es interrumpida por Regulus.

—La flor favorita de tu madre eran las rosas, de ahí tu nombre, pero sus favoritas eran las rosas vampiro —dijo Regulus. —y cuando tu madre estaba embarazada de ti, ella se enfermó, para curarse se bebió una medicina hecha con las rosas vampiro.

—¿Cómo sabes eso? —preguntó Rose.

—Tenía mis contactos —dijo Regulus, Rose no tuvo que divagar mucho para darse cuenta de que se trataba de Wendy. —en fin, nueve meses y con la fusión de la medicina de flor vampiro junto a la pócima de embarazo naciste tú con ese colmillito.

—¿Entonces soy una vampira? —preguntó Rose.

—Botánicamente sí, vampira como tal... no, es por eso que no tienes las habilidades de uno —dijo Regulus.

—¡Oye! ¿Desviaste el tema a propósito verdad? —dijo Rose al darse cuenta de hacia dónde iba a parar la conversación si seguían.

—Bien, bien, me atrapaste —dijo Regulus —pero no puedo tomarme en serio el hecho de querer detener mis planes... para ello tendrás que demostrarlo.

—Eso significa... —dijo Rose.

—Te entrenaré, empezaremos la próxima semana, ni se te ocurra faltar o acobardarte —dijo Regulus en tono de advertencia. —si ya no tienes más que decir entonces me voy.

—Si... tengo algo más que decir —dijo Rose cabizbaja, como si estuviera avergonzada por lo que iba a decir —tío Regulus... ¿Me das dinero para el viaje de regreso al reino invernal?

—Ja, intentando sacarme dinero ¿Eh? No cabe duda que eres bastante parecida a mí —dijo Regulus, quien lanza una moneda —espero que con eso sea suficiente.

Rose analizó la moneda unos momentos y para cuando volteó para preguntarle a Regulus algo más ya se había ido, en su lugar, alguien más se hizo presente, Rick estaba entrando en el lugar.

—Rick, ten cuidado, hay arañas —advirtió Rose, el obscure se fue acercando, y al ver a Snowy todavía tendida en el suelo se asustó bastante, Rose lo tranquilizó.

—Cálmate Rick, ella ya no está en peligro —explicó Rose. —Regulus la salvó dándome el antídoto para el veneno de araña.

Rick recogió a Snowy y luego extendió su mano a Rose para decirle "vámonos Rose, esta aventura ya está por terminar" la hermana del medio no sabía ¿Por qué? Pero la voz del obscure le transmitió una tranquilidad que nunca había sentido.

The last witches: la cueva de los gritos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora