Capítulo cinco: Aventura en el reino otoñal

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Entonces, Pilz dio un paso adelante, Rose y Vivian dieron un paso atrás, el hongo soltó una nube venenosa frente a él, ambas hermanas estaban muy sorprendidas, en especial Rose, ella lo conocía de hace tiempo y nunca había presentado alguna especie de glándula venenosa.

-¿Cómo es posible? -dijo Rose, con tono atónito -Pilz nunca había presentado glándulas venenosas, ¿Será que no necesita de un órgano para ocasionar veneno?

-Mira, el veneno de Pilz derrotó a los guardias -dijo Vivian, asombrada -vaya, su veneno sí que es fuerte.

-Bien hecho -dijo Rose, quien voltea a ver a Pilz -ahora a ir por el guardia gigante.

Mientras tanto, Genovive se había pasado todo el tiempo buscando el documento, luego de un rato logró encontrarlo, para su mala suerte, el Schweiber gigante llegó, ambos se miraron fijamente.

-Vaya, sí que haces mucho escándalo -dijo Genovive, el schweiber gigante lanzó una ataque contra la chica, pero Genovive era más veloz y logró esquivar el golpe. -si quieres pelear conmigo lamento decepcionarte, pero yo no sé pelear.

-Cometiste un gran error al entrar aquí -dijo el schweiber gigante, quien empuña su hacha, la cual era casi tan grande como tres Vivians, de mango a la punta de la cuchilla.

-Sí que su hacha está afilada, incluso puedo ver mi reflejo completo en ella -. Dijo Genovive, el Schweiber gigante se estaba irritando de la actitud tan relajada de la chica.

-Augmentation de la vitesse -musitó el Schweiber gigante, el hierro de su armadura se empezó a fundir y caer en el suelo.

-Oye, deberías tener más cuidado cuando uses eso -dijo Genovive, el Schweiber gigante entró en cólera, el hierro fundido caía más rápido y mucho más caliente.

-¡Deja de estar tan relajada! -gritó el Schweiber gigante, quien intenta golpear a Genovive, ella lo esquivó con mucha facilidad, la chica no parecía tener miedo.

-Je, te gustaría saber el motivo ¿Verdad? -dijo Genovive, el Schweiber gigante volvió a atacar -bien, te lo diré, usualmente la gente vive con mied y es normal, pero cuando conoces a alguien cercano a la muerte... No hay motivo alguno por el que sentir miedo.

-Genovive, sal de aquí -dijo Vivian, quien llega de repente, junto con Rose -. Mi hermana y yo nos encargaremos, tú protege el documento, no dejes que te lo quiten, nos veremos de nuevo en el piso de arriba.

Genovive corre hacia la salida, el Schweiber gigante intenta detenerla, pero Rose llama su atención lanzándole un crepitus, este terminó muy aturdido, cosa que Genovive aprovecha para escapar.

-¡Rose! ¿Qué te dije sobre realizar un crepitus? -dijo Vivian, regañando a su hermana menor, el Schweiber gigante seguía completamente aturdido.

-Oye, dime ¿De qué otra forma íbamos a aturdir o derribar una cosa como esa con hechizo simple? -dijo Rose, justificando lo que había hecho, justo en ese momento el schweiber gigante volteó a ver a las niñas.

-Ustedes -dijo el Schweiber gigante, quien intenta atacar a ambas hermanas, pero las dos lo esquivan fácilmente; el hierro fundido cae con más velocidad.

-Creo que tuvimos que huir junto con Genovive -dijo Rose, volteando a ver a su hermana mayor.

-¿Ahora lo dices? -dijo Vivian, quien aparta a Rose de uno de los ataques del Schweiber gigante.

-Supongo que no tenemos de otra -dijo Rose, quien mira a su hermana, quien saca su espada -tendremos que noquearlo otra vez para poder escapar.

-Intenta usar de nuevo un crepitus, si lo logramos aturdir lograremos sacarle ventaja -dijo Vivian. Rose se incorpora y le lanza un hechizo explosivo al schweiber gigante, pero este lo bloquea con un trozo de hierro fundido.

The last witches: la cueva de los gritos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora