Capítulo seis: La chica fría y su acompañante

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-Espera, ¿Por qué fue hasta que Rick apareció que te empezaste a manifestar? -. Preguntó Snowy, su sombra se llevó la mano a su cara y suspiró, parecía que quería golpear a Snowy, pero se contuvo.

-No tenía la fuerza suficiente para poder hacerme presente frente a ti. -Dijo la sombra de Snowy, quien extiende la mano para levantar la de la cuarta hermana. -Hasta que conociste a Rick, gracias a él logré obtener la fuerza suficiente para poder separarme físicamente de tu cuerpo.

-Según Rick una sombra tiene comportamientos contrarios a los tuyos... así que si yo soy una persona insegura y tímida con una afición a los libros, ¿Tú eres una persona completamente segura de lo que dice y que se guía por su propia experiencia?

-Algo así, realmente no somos del todo lo contrario -dijo la sombra de Snowy, ella no lo comprende del todo, pero decide creerle al saber más del tema -de hecho ambas poseemos la afición por los libros.

-¡¿En serio?! -. Gritó Snowy, con emoción; ella se aferra a lo que parecían ser los hombros de su sombra -dime ¿Cuál es tu libro favorito? ¿Cuál es tu género favorito?

-Espera, espera, no te alborotes, no me gustan los libros en el sentido que tú crees, mi afición a la lectura es tan nula como el latín puro en el idioma mágico -dijo la sombra de Snowy, quien es soltada por la cuarta hermana y se vuelve a sentar en donde estaba leyendo.

-No entiendo, el idioma mágico es tan solo una especie de derivado del latín completamente modificado, pero eso no respondió a mi pregunta -. Dijo Snowy, su sombra, al igual que como ella hacía a veces, empezó a maldecir bajo su bufanda.

-Las portadas. -dijo la sombra entre dientes, no parecía muy alegre de decirle aquella respuesta.

-¿Las... portadas? -dijo Snowy, completamente extrañada ante aquella respuesta ¿Cómo podía existir alguien que solo juzgara a un libro por su portada? -. Bueno, ¿Y qué me dices de las historias que cuentan los libros? ¿A caso no llaman tu atención?

-No realmente -. Admitió la sombra de Snowy, quien toma una de los libros -pero las portadas... muy pocos aprecian realmente su arte, ya sean de pasta blanda o dura.

-¡Eres un monstruo! -. Chilló Snowy, quien apunta su dedo con mucho miedo a su sombra -¿Cómo puedes solo interesarte en la portada de un libro?

-Sigo siendo parte de ti hasta que mueras así que te acabas de decir monstruo a ti misma -dijo la sombra de Snowy, quien se contiene las ganas de reírse.

-Oye, ¿Si sigo viva y te estás riendo de mí eso no significa que te estás burlando de ti también? -. Comentó Snowy, quien tenía una sonrisa victoriosa, mientras que su sombra palidecía, aunque esto no se notara. -¡Ja! ¡Te derroté en tu propio juego!

-De hecho... -dijo la sombra de Snowy, pero la chica le tapa la boca para que no hablara.

-No hables, alguien viene para acá -advirtió Snowy, con miedo en su voz, la sombra entonces desapareció -Oye, ¿A dónde te fuiste? No me dejes sola.

Para suerte de Snowy tan solo se trataba de Rick, quien estaba algo exhausto; Snowy fue a ver ¿Qué era lo que pasaba? cuando Rick se desplomó sobre una de las sillas de la biblioteca; este le explicó todo sobre lo que había hecho allá afuera y sobre sus hermanas.

-Pero... ¿Ellas están bien? -dijo Snowy, con preocupación; Rick asiente y le sonríe a la cuarta hermana.

-Como te dije, no iba a dejar que una de las hijas de Esther muera -. Comentó Rick, Snowy lo mira con extrañeza; sabía que era ahora o nunca para interrogarlo.

-¿Cómo conociste a nuestra madre? -dijo Snowy, sentándose al lado de Rick, el obscure empezó a acariciar el pelo de Snowy, quien también sonríe a la niña.

The last witches: la cueva de los gritos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora