Capítulo doce: Salir de la cueva

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—April... —dijo Charles para llamar la atención de la hermana menor. —¿Tienes alguna conexión con la muerte?

April asintió con miedo a la respuesta que Charles le fuese a dar, para su sorpresa, en vez de asustarse se empezó a reír; la hermana menor no entendía ¿De dónde venía todo eso?

—Eso explica varias cosas de ti —dijo Charles que aún se reía. —te explicaría ¿Por qué la pregunta? Pero es una larga historia.

—Está bien —dijo April —hay que esperar a que alguien más salga (Snowflake todavía no salía).

—Menos mal te encontré April —dijo la voz de Rick, quien apareció en frente de ambos niños. —oh, Charlie, al final viniste... y yo que creía que eras un cobarde.

—¡Rick! —dijo April con alegría. —¿Cómo nos encontraste?

—Jamás dejé de vigilarlas —. Dijo Rick, quien saca el reloj que April reconoció.

—¡Es como el que Wendy tenía! —gritó April.

—Así es —dijo Rick —planeaba ayudar a Mackenzie, pero parece que ese muñeco de nieve le dijo que huyera así que quise ayudarlos pero por lo que veo tampoco necesitaron mi ayuda.

—No estoy entendiendo nada —dijo Charles, quien interrumpió la conversación.

—No te preocupes, no es algo de lo que te debas enterar —dijo April en un tono reconfortante.

—¿Sabes que la forma que lo dijiste es solo otra manera de decirme que eso no me incumbe? —dijo Charles, April pareció no comprenderlo.

—En fin, confío en ustedes para que se queden aquí ¿Está bien? —dijo Rick. —Me voy a ayudar a Rose y Snowy.

—Está bien Rick, puedes confiar en nosotros ¿Verdad niño emo? —respondió April.

Mientras tanto, Rose y Snowy estaban pasando por un pasillo bastante raro, parecía estar abandonado desde hace mucho ya que estaba cubierto de telarañas, Snowy desde siempre ha detestado a las arañas así que cuando se puso frente a ella no dudó en pisarla.

—Que cruel eres —dijo Rose con seriedad pero con cierto tono burlón.

—Guárdate tu sermón Rose... tú sabes que no soporto las arañas —dijo Snowy en un tono elocuente.

—Si... pero tampoco es para ser despiadada con ellas —dijo Rose —además es probable que sean arañas come-humanos.

—He escuchado de ellas —. Dijo Snowy —son casi tan grandes como un ser humano y pueden tomar la forma de uno de su torso para arriba, no es una criatura con la que a alguien le gustaría tomar el té.

—Vaya lo decía de broma pero si dices que existen te creo —dijo Rose, en ese momento una gota cayó frente a Rose. —hmmm... esto sin lugar a dudas es veneno.

—¿Veneno? —dijo Snowy con algo de miedo, ella también se queda viendo el charco de veneno que se estaba formando. En ese momento ambas hermanas voltearon para arriba y lo vieron: era una araña enorme, casi del tamaño de un hombre adulto y a su alrededor un montón de arañas más pequeñas.

—Como odio adivinar solamente las cosas malas —dijo Rose con sorpresa y miedo.

—No te pongas pesimista ahora Rose, tenemos que salir de aquí antes de que se despierten —dijo Snowy.

Rose y Snowy se fueron alejando poco a poco, Pilz se asomó del bolsillo de la hermana del medio luego de varias horas, entonces los pasos de una araña se hicieron presentes, para empeorar la situación era la más grande de todas.

—Las arañas lo escuchan todo ¿Saben? —dijo la voz de la araña —y también lo ven todo... Spinne no miente... una de ustedes asesinó a uno de sus hermanos y no cualquier hermano... mataron a mi sucesor... Ragno, ahora ustedes dos serán la comida de mis hijos.

—¿Ahora qué hacemos Rose? —preguntó Snowy con desesperación.

—Aquí hay de dos, o huimos o matamos a la araña —dijo Rose. —claramente la decisión más inteligente ahora es hu...

—¡La matamos! —gritó Snowy.

—¿Las telarañas te fundieron el cerebro? —dijo Rose con enojo —no hay manera en la que podamos ganarle así que huyamos.

Rose tomó a su hermana del brazo y se la llevó, la mujer araña se percató de esto y les empezó a lanzar telarañas, Snowy quiso soltarse pero Rose se lo impidió.

—Esto será más difícil de lo que creí —dijo la mujer araña, ella empieza a lanzar telarañas otra vez, pero estas estaban envueltas en fuego.

—Lo que faltaba... ella puede usar magia —dijo Rose con un tono de enojo.

Las telarañas con fuego eran más rápidas y tenían más alcance, Rose decidió sacar su varita y soltó a Snowy, sino ganaban tiempo la araña iba a terminar por comerlas.

—¡Venena glomerum! —dijo Rose, lanzándole un ataque de esporas venenosas a la araña, pero se tropezó y falló el tiro.

—Rose, déjame intentarlo yo —dijo Snowy, que saca el libro de su mochila e invoca a su sombra.

—Más te vale que sea bueno —dijo la sombra de Snowy, no tuvo tiempo de continuar pues la cuarta hermana en ese momento uso la técnica que había usado Rick.

—¡Shadow punch! —dijo Snowy, conectó el golpe a la araña, pero esta última acabaría por inyectar su veneno.

—¡Snowy! —gritó Rose, la mujer araña se desvaneció, parece que se encontraba satisfecha con matar a una. —vamos Snowy, quédate conmigo, levántate... maldición... no tengo ingredientes para fabricar un antídoto y no sé ¿Cuánto tiempo tengo antes de que la mate?

Snowy podía escuchar a Rose llorar mientras le rogaba que no se muriera, pero ella sentía como cada vez se quedaba con menos vida, lo único que la cuarta hermana pudo pensar fue: "conque así se siente estar al borde de la muerte... ja... así se sintió April cuando sufrió las apuñaladas".

Rose siguió intentando reanimar a Snowy sin mucho éxito, Pilz se percató de la situación y al ver a Rose llorar no pudo hacer más que consolar a la hermana del medio. En eso unos pasos se hicieron presentes, Pilz se puso en señal de alerta.

—Vaya, el escenario es peor de lo que esperaba —dijo Regulus que se acerca a la escena. —la mordió una araña ¿No?

—No me gusta lo que estoy por decir pero... —dijo Rose con voz quebrada, voltea a ver a Regulus aun con lágrimas en sus ojos. —t... tio Regulus... ayúdame.

—Está bien —dijo Regulus —al fin y al cabo son mis sobrinas y no tengo la menor intención de hacerles daño al menos hasta que crezcan.

—Bien, entonces dame el antídoto —dijo Rose, Regulus le lanzó una botella. —¿Siempre cargas con esto?

—No es la primera vez que las arañas envenenan a alguien —dijo Regulus quien ayudó a Rose a aplicar el antídoto —despertará en un rato.

—Tengo otra cosa que pedirte antes de que te vayas tío Regulus —. Dijo Rose con seriedad.

—¿Ah sí? —dijo Regulus con curiosidad.

—Quiero que me entrenes para aprender más magia —dijo Rose.

—¿Y por qué la propuesta tan de repente? —. Preguntó Regulus —hace un año me habrías dicho que jamás lo aceptarías.

—La situación cambió ¿Está bien? —dijo Rose —antes no habría aceptado por respeto a la memoria de Esther... pero ya no más.

—Así que ya se enteraron de la verdad ¿No es así? —dijo Regulus, Rose no tuvo que preguntar a qué se refería.

—Así es... y por eso quiero que me entrenes, porque yo seré quien detenga tu plan de empezar una guerra con la superficie —dijo Rose con una gran determinación, Regulus se quedó en shock unos segundos.

The last witches: la cueva de los gritos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora