Capítulo once: El plan de Edward

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—Al parecer ocurrió algo en el reino de las sombras... el rey de las sombras ha estado gravemente enfermo últimamente y si algo pasa en la familia real todos los obscure tienen que estar presentes. —explicó Rick, las hermanas siguieron sin entender.

—Pero... ¿Para qué es necesario que todos los obscure estén presentes? —preguntó Vivian.

—Algunos de nosotros seremos devorados para que el rey tenga más fuerza —. Dijo Rick —el rey los elegirá específicamente.

—No vas a morir ¿Verdad? —preguntó April con dulzura, Rick no respondió de inmediato.

—Es muy poco probable que sea elegido, usualmente escogen a los obscure más débiles —dijo Rick en un intento por tranquilizar a las niñas. —confío en ustedes para que se cuiden por si solas un rato y cuando menos lo esperen habré vuelto ¿Está bien?

—No te preocupes Rick, estaremos bien... tu ve a esa reunión importante —dijo Rose con serenidad, ella pensó que lo mejor era que Rick no fuese con tantas preocupaciones.

—S... ¿Seguras? —preguntó Rick, quien quería asegurarse de que las niñas estuvieran de acuerdo.

—Sí, estamos de acuerdo —dijeron las cinco hermanas, esto pareció convencer a Rick.

—Bien... entonces nos vemos, volveré en unas horas —dijo Rick, quien se desvanece al instante frente a las niñas.

—Estamos solas otra vez —dijo Mackenzie, el viento rugía con fuerza dentro de la cueva.

—Supongo que tendremos que avanzar —dijo Vivian. —quedarnos aquí mucho tiempo puede ser peligroso.

—¿Qué nos espera después de esta aventura? —preguntó Rose con un tono serio. —¿podremos seguir con nuestras vidas luego de enterarnos lo que pensaba mamá de nosotras?

—No te preocupes por eso Rose, no dejes que todo eso te afecte —dijo Mackenzie en un tono relajado.

—Así es, la única mamá que conozco es Mackenzie —dijo April alegremente, la segunda hermana se incomodó un poco.

—Si para ella solo fuimos armas ¿Qué más da? —dijo Vivian quien mira a Rose con una expresión un poco alegre. —a fin de cuentas ella ya no está aquí y de ahora en adelante nosotras seremos quienes decidan lo que haremos.

—Una cosa es segura, meternos en problemas será algo que jamás cambiará —dijo Snowy.

—Tú lo dijiste ojos de candado, no yo —dijo Rose con un tono más alegre. —vayamos a buscar esa piedra y volvamos a casa.

Así fue como las hermanas Wilde fueron dejando esa tristeza por los sentimientos de su madre hacia ellas y empezaron a caminar hacia un brillante futuro.

En el reino veraniego las cosas empezaron a movilizarse para el plan de Regulus, todos sus hombres eran transportados en lagartos del desierto hacia la cueva de los gritos, entre ellos se encontraba Edward; el chico se encontraba con una expresión seria, algo muy raro en él.

—Hoy rompo mis relaciones con el reino veraniego para ir con alguien que estoy seguro podrá cumplir tu sueño... Olive, el día de hoy tu hermano menor empezará un nuevo capítulo en su vida. —dijo Edward en su mente, la cueva de los gritos está solo a veinte minutos.

Edward proviene de una familia que se originó por un famoso mafioso italiano apodado como "Il serpente" el cual llegó a Newman una vez su imperio cayó, huyó de Italia junto a su esposa y sus cuatro hijos. Al final se asentaron en el reino primaveral.

La familia de "Il serpente" fue de un carácter conservador desde su llegada a Newman, a tal grado llegaron que él rechazó la magia, sus hijos hicieron lo mismo y con el paso del tiempo su alma repelió por completo todo lo mágico, esto también afectó a las generaciones. Con los años la familia fundó una academia de espadachines.

The last witches: la cueva de los gritos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora