Capítulo cinco: Aventura en el reino otoñal

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Cuando Vivian y Rose Se encontraron con Hayley afuera de las aguas termales aún no habían leído el documento que tanto les costó obtener de aquel sótano, pues no tenían mucho tiempo para leerlo; Pilz se quedó al cuidado de este, en la habitación del castillo del reino otoñal donde se estaban quedando las niñas.

En cuanto a Vivian y Rose, estas se encontraban ya en las aguas termales junto a Hayley, quien las lleva a un pasillo fuera del recinto, donde no había más que una vela que iluminaba; según Hayley, solo ella conocía ese lugar

—¿Disfrutan su estadía aquí verdad? —. Preguntó Hayley felizmente, ambas hermanas asienten con felicidad, mientras disfrutan de los aperitivos que su tía había traído —Me da mucho gusto...

Acto seguido, Hayley golpea en la cabeza ambas niñas, dejándolas completamente aturdidas, no sabían ¿Por qué era ese golpe? Pero les dolió mucho.

—Eso es por meterse al sótano, llevarse un archivo y hacer destrozos —dijo Hayley, violentamente.

—Lo sentimos mucho... —dijeron ambas hermanas, aun sobándose el golpe que ahora que lo razonaban, se lo tenían merecido.

—En fin, supongo que ya aprendieron la lección, así que les diré todo lo que sé sobre el caso de las sirenas invernales —dijo Hayley, al mismo tiempo que las niñas se dejaron de sobar el golpe.

—Solo tengo una pregunta —dijo Vivian, mirando a su tía con curiosidad —¿Lo qué nos vas a decir está en el archivo que sacamos del sótano?

—No lo sé, realmente no conozco muy bien lo que llega ahí, usualmente el lugar está muy solo —dijo Hayley, viendo a ambas niñas, quienes ríen con algo de vergüenza. —las sirenas invernales suelen pasar las temporadas con más calor en el reino otoñal, ya que vienen a hibernar acá.

—¿Ves Vivian? —dijo Rose, viendo a su hermana mayor —ellas no desaparecieron, solo están hibernando.

—Error, ellas no están aquí —dijo Hayley, ambas hermanas se sorprenden con la respuesta —estuvimos esperando la llegada de las más jóvenes, las cuales son las únicas que hibernan, pero nunca llegaron.

—Varias sirenas adultas también estuvieron desapareciendo en el reino invernal —dijo Vivian, sin tener una explicación clara de lo que estaba pasando.

—Hay otras dos cosas que quiero que sepan —comentó Hayley, Rose y Vivian miraron a su tía —la primera es que la zona de hibernación de las sirenas es el pantano donde está el reino de los hongos.

—No te preocupes por eso tía Hayley, llegaremos allá con facilidad —dijo Rose, en un tono relajado, Vivian intenta sentirse igual; Hayley suspira, como si algo le preocupara.

—Ustedes... ¿No han conocido a una sombra por casualidad? —dijo Hayley, ambas hermanas no saben ¿Qué responder?, No sabían a lo que se referían con una sombra.

—No, a ninguna —dijeron Vivian y Rose al unísono; Hayley parecía estar muy aliviada.

—Eso me alegra, por un momento y pensé que se encontraban en un gran riesgo —dijo Hayley, aún con alivio, quien abraza a sus sobrinas; las cuales se sienten muy incómodas.

—Entonces... ¿Eso es todo lo que nos tenías que decir? —peguntó Rose, por si es que Hayley aún tenía algún detalle que darles, pero ella se limitó a negar con la cabeza.

—Eso era todo niñas, por cierto, puede que aquel archivo sea una decepción o llevarlas a cometer grandes errores, así que; si yo fuera ustedes no confiaría del todo en ese documento —dijo Hayley, las hermanas no comprendían lo que quería decir su tía.

—Bueno, gracias por el consejo —dijo Vivian, en tono de incertidumbre, intentando cambiar el tema —. Ah sí, April, Mackenzie y Snowy te envían saludos, querían estar presentes pero tenían otros pendientes.

—Buenas noches tía Hayley, gracias por la información; pero estamos algo cansadas para seguir aquí —dijo Rose; quien acompaña a su hermana mayor.

—Claro, lo comprendo —dijo Hayley, una vez que las hermanas abandonaron el lugar, la mujer se quedó completamente sola —oh Esther... creo que tus hijas están siguiendo unos malos pasos, aquel Rick ha regresado.

—¿A qué se refería tía Hayley con una sombra? —preguntó Vivian, dirigiéndose a Rose.

—Creo que se refiere a mí —dijo Rick, quien, sin previo aviso se apareció frente a las niñas; Vivian se asustó y estuvo por caerse, pero se pudo reincorporar. —l... lo siento, no era mi intención asustarlas.

—¿Quién eres? —dijo Vivian, Rose le explicó todo lo que había pasado mientras ella hablaba con Edward en el reino primaveral, ella pareció entenderlo un poco. —Entonces... ¿No eres una mala persona?

—Por supuesto que no —dijo Rick, quien sonríe a las hermanas; ambas hermanas no sabían ¿Cómo sentirse? —Nunca le haría daño a las hijas de Esther.

—¿Conoces a nuestra madre? —dijo Vivian, muy sorprendida, igual que Rose, además de Wendy; no conocían a una persona que se dirigiera con tanta seguridad hacia su madre.

—¿Conocerla? Esther fue mi mejor amiga, es más, fui yo quien les envió aquella carta el año pasado —dijo Rick, quien se da la vuelta, dándole la espalda a las niñas. —pero... si quieren saber más sobre mi relación con Esther pregúntenle a su hermana Snowy.

—¿Snowy? —dijeron ambas hermanas, pero Rick ya se había marchado, dejando solas a ambas hermanas.

—Ese hombre fue muy extraño —dijo Vivian, quien se da cuenta de que Rose está igual de perpleja —y sobre todo que él tenga algo que ver con nuestra madre.

—Ni que lo digas, apenas lo conozco unos días antes que tú —dijo Rose, quien estaba igual de confundida que Vivian —Oye, ¿Por qué no leemos el documento?

—¿Estás segura que deberíamos leerlo? —dijo Vivian —recuerda lo que nos dijo tía Hayley.

—¿Cuándo le hemos hecho caso a alguien cuando nos dicen que hay peligro? —dijo Rose, mirando a Vivian, quien se da cuenta que tiene razón —además, ¿No quieres saber un poco más sobre el misterio de las sirenas invernales?

—Tienes razón, vamos a ver el documento, fue muy difícil conseguirlo como para tenerlo arrumbado— dijo Vivian, quien aparta amablemente a Pilz quien estaba dormido sobre el documento.

—Estoy con mucha emoción sobre el documento —dijo Rose, quien saca unos papeles del documento.

—Parece que mi investigación de la desaparición de las sirenas invernales se remonta a un camino que pasa por el reino veraniego, donde muchas de las sirenas atraviesan ya que es la ruta tradicional que toman desde hace siglos. —dijo Vivian, leyendo el documento —posdata, quien está leyendo el documento es toda la información y no puedo darte más que las gracias por recuperar mi documento, firmado Genovive.

—Nos hizo hacer todo el trabajo sucio por ella —dijo Rose, en un tono sorprendido y decepcionado a la vez —y creí que podríamos ser grandes amigas.

—Sabes Rose, ahora tenemos dos objetivos para hacer en un futuro —dijo Vivian, quien hace una bola de papel con el documento, mientras Rose despierta a Pilz, quien se come las últimas migajas de su premio.

—¿Ah sí? —preguntó Rose, sin saber muy bien a lo que se refería su hermana mayor.

—La primera es resolver el misterio de las sirenas invernales —dijo Vivian, mientras Rose toma nota en el documento arrugado.

—Sí, continua por favor, estoy anotando esto para tu expediente —dijo Rose, mientras seguía escribiendo en el papel arrugado.

—Y la segunda, si volvemos a ver a Genovive alguna vez, no volverle a hacer un favor —dijo Vivian quien se recuesta en una de las camas para acabar dormida.

The last witches: la cueva de los gritos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora