Capítulo uno: Seis meses después

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—No lo creo, a excepción de que conozcas algo que pueda evitar el derretimiento —comentó Snowflake, quien se dio cuenta de que Snowy estaba susurrando algo debajo de su bufanda, cosa que hacía para recordar el título de algún libro —. Por lo visto tienes algo en mente.

—No te preocupes Snowflake... desde mañana me pondré a investigar y descubrir todo lo que pueda —dijo Snowy —y una vez que mi investigación esté completa te llevaré a la playa.

—Sabes que no tienes que hacerlo ¿Verdad? —comentó Snowflake, Snowy tan solo se limita a colocar su mano sobre la cabeza de la niña de nieve.

—Este lugar es lo que siempre he soñado... un lugar donde no me discriminaran y tú eres parte de ese sueño ya que eres mi amiga ¡así que déjame ayudarte a cumplir los tuyos! —dijo Snowy, Snowflake se había quedado perpleja, no encontró palabras para agradecerle.

—¿Ya te vas? —dijo Snowflake, mientras Snowy se iba caminando y el viento de la noche alzaba su bufanda.

—Se hace tarde, es mejor que regrese a casa —comentó Snowy, mientras Snowflake desaparecía en la penumbra.

Cuando Snowy llegó al castillo del reino invernal fue recibida por Mackenzie quien le dijo que se fuese a cambiar y bajara a cenar mientras esperaban a Rose, Vivian y April. Cuando la cuarta hermana volvió a bajar solo estaba Mackenzie.

—¿Aún no llegan? —preguntó Snowy, mientras se intentaba cepillar el cabello.

—No, y está por anochecer—respondió Mackenzie con un tono de preocupación —¿Te ayudo con eso?

—Gracias —dijo Snowy, que se sienta junto a su hermana mayor —a todo esto ¿Qué crees que estén haciendo?

—Solo espero que no se estén metiendo en problemas —dijo Mackenzie; mientras cepillaba a Snowy.

—Conociendo a esas tres es lo más probable —dijo Snowy, mientras comenzaba a leer un libro.

—No tires al suelo mis esperanzas por favor —dijo Mackenzie en un tono alegre pero triste al mismo tiempo.

Mientras tanto, Vivian y Rose seguían buscando a April. Rose ya se sentía mucho mejor y caminaba junto con Vivian en busca de su hermanita, entonces recordó adonde quería ir la hermana menor.

—¿El callejón tres? —. Dijo Vivian —¿Crees que nuestra hermana estaría en un lugar tan peligroso con una alta probabilidad de mortalidad?

—Si... eso suena a un lugar al que April quisiera ir— respondió Rose con un tono serio —¿sabes? me adjudico la culpa de que haya conocido ese lugar.

—Rose... eres... —dijo Vivian, que estaba por regañar a Rose pero decidió contenerse —una persona con muchos secretos.

—Me lo dicen a diario —comentó Rose —como te decía... aquí conseguí algunos de los materiales que utilicé para crear el antídoto contra el algodoncillo de invierno venenoso, ese día traje a April conmigo y la perdí de vista unos segundos y ya estaba hablando con dos chicas que supongo son gemelas que le estaban contando de una tal Yuki.

—¿Crees que esté con ellas? —preguntó Vivian, la hermana mayor miró a Rose, que se detuvo de repente —¿Qué pasa?

—Es April —respondió Rose, quien notó que su hermana menor tenía una expresión de estar traumatizada —¿Es normal que esté sangrando por una de sus mejillas?

—¡No, no es normal! —dijo Vivian muy alarmada, acto seguido sale corriendo hacia su hermana menor seguida por Rose.

—Si se trata de algún veneno puedo crear un antídoto si me dejas comprar algunas cosas —dijo Rose.

—No, no es un veneno, es otra cosa de la que aún no tienes edad para saber —dijo Vivian aún más alarmada. —April ¿Quién te hizo esto?

—Snowflake —dijo April, con una voz temblorosa —humana.

—Espera ¿acaso April tuvo su primer beso? —pregunto Rose, Vivian niega con la cabeza.

—Es muy pequeña para eso —dijo Vivian —yo me refería a... ¿Qué crees que haces?

Vivian vio como Rose había tomado un poco de la sangre de April con su dedo, acto seguido metió el dedo en su boca, la hermana mayor no entendía lo que ella estaba haciendo.

—Eso es asqueroso Angela, ¿Por qué lo hiciste? —preguntó Vivian, algo asqueada.

—Oye relájate no es sangre —dijo Rose —es solo colorante rojo, así que lo que sea que pienses que le haya pasado no ocurrió.

—¿Cómo lo sabes? —dijo Vivian, con algo de miedo al ver el labio de Rose manchado con el colorante.

—La sangre tiene un sabor metálico —respondió Rose mientras se limpiaba el labio —¿Qué? ¿Nunca te lamiste una herida abierta?

—No te preocupes... si dices que es colorante te creo —dijo Vivian, algo aliviada —pero eso no explica ¿Por qué no April para de murmurar "Snowflake" y "humana"?

—¿A caso soy psicóloga? —dijo Rose —aunque... Snowy tal vez sabe algo o por lo menos de cómo tranquilizarla.

—Ahora que mencionas a Snowy —dijo Vivian —¿El muñeco de nieve con el que frecuenta no se llama Snowflake?

—Sí... pero ella no es humana —comentó Rose —tal vez deberíamos ver a Mackenzie... ella podría deducirlo.

—Tienes razón, nadie conoce tan bien a April como ella —dijo Vivian —entonces vamos a casa.

Cuando las tres llegaron a casa fueron recibidas por Mackenzie y Snowy, ambas se alarmaron al ver el colorante en la mejilla izquierda de April pero se calmaron una vez que les explicaron todo incluyendo el Snowflake humana.

—¿Tienes alguna idea Snowy? —preguntó Rose, la cuarta hermana estaba muy callada, como si intentara entenderlo.

—No lo comprendo... tal vez si April nos contara lo sucedido podría tener más contexto de la situación —dijo Snowy.

—No creo que ella sea capaz de decirnos algo... está temblando de miedo y eso no es normal en ella —dijo Mackenzie.

—¿Y si se lo pedimos amablemente? —sugirió Snowy, April volvió a repetir "Snowflake humana".

—Oh si —dijo Rose, en tono sarcástico —como si bastara decirle a April "oye hermanita... ¿podrías decirnos qué es aquello que te aterra por favor?"

—Está bien —dijo April, sus cuatro hermanas mayores se quedaron perplejas.

—Parece que tu sarcasmo funcionó —dijo Snowy, que notó como Rose estaba igual de sorprendida.

—Bueno April, ¿Nos dirás o no? —preguntó Vivian —¿O es que quieres algo antes de empezar?

—Agua —dijo April, sus hermanas se sentían aliviadas de que no hubiera respondido "Snowflake" o "humana".

Mackenzie fue a servirle un vaso con agua a April mientras Rose y Vivian se iban a cambiar, Snowy por su parte se encontraba leyendo el mismo libro de hace rato.

—Objetos milenarios perdidos —dijo April, mientras veía el título del libro que Snowy.

—Solo estoy interesada en el tema —comentó Snowy, en ese momento Mackenzie entró en la sala principal junto a Vivian y Rose.

—Bien April, aquí tienes tu vaso de agua dentro de ese vaso de raspado para que te sientas con más confianza —dijo Mackenzie, mientras April le daba un sorbo al agua.

—Ahora... ¿Puedes decirnos de que te enteraste? —preguntó Rose, April dejó en la mesa el vaso.

—Snowflake antes de ser un muñeco de nieve era una humana —dijo April, esa era hasta el momento una de las frases más largas dicha por la hermana menor.

The last witches: la cueva de los gritos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora