Capítulo cinco: aventura en el reino otoñal

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Vivian y Rose se la estaban pasando mucho mejor que el resto de sus hermanas, estas habían llegado la noche anterior, cuando amaneció, Hayley les dijo que saldría todo el día y que se verían afuera de las aguas termales en la noche.

—¿Por qué no nos lo dice directamente? —se preguntaba Rose, Vivian estaba pensando en otra cosa en ese momento. —Viv, he notado que has estado algo distraída, ¿Qué te sucede?

—Estaba teniendo una idea para recabar información —dijo Vivian —pero necesito de tu ayuda.

—Eres mi hermana mayor así que estoy a tu disposición quiera o no —dijo Rose —. Entonces, ¿Qué tienes en mente?

—¿Ves el bar de por allá? —dijo Vivian, señalando un edificio de piedra, con vitrales de color naranja.

—Aún somos muy pequeñas para ahogar nuestras penas en alcohol —comentó Rose, Vivian negó con la cabeza.

—Ese bar es exclusivo para viajeros de otros reinos que no sean el otoñal —dijo Vivian, Rose prestaba atención a lo que decía. —en fin, tenía la idea de infiltrarnos.

—¿In...filtrarnos? —dijo Rose, ella empieza a reírse —se supone que vamos a arreglar un problema, no causarnos uno. Además ¿Por qué motivo habría que hacerlo?

—Venga Rose, ¿A caso no sientes curiosidad por ver lo que ocurre en un sitio al que solo pueden ingresar adultos? —dijo Vivian, Rose pareció tentarse un poco con aquello. —además... puede que adentro encontremos más pistas sobre el misterio de las sirenas invernales.

—Muy bien, me convenciste —dijo Rose —pero no hay forma de cambiar nuestra edad así de fácil.

—Lo sé, si tan solo Mackenzie estuviera aquí —dijo Vivian, en tono de lamento —espera... ella es experta en pociones y tú eres experta en venenos ¿No Rose?

—Se lo que piensas y no, la alquimia y la toxicología son cosas totalmente diferentes, así que soy igual de inútil que tú en ese aspecto —comentó Rose —una identificación falsa no funcionará, solo una poción de crecimiento nos ayudaría en esa situación.

—Debe de haber algún modo de conseguir una —comentó Vivian, quien se pone a pensar —eso es, tía Hayley dijo que el reino otoñal era el lugar donde más se realizaban estudios de alquimia.

—Eso es verdad —dijo Rose —este lugar tiene por lo menos unas diez tiendas de pociones ¿A dónde quieres llegar con eso?

—Si este lugar es conocido por sus expertos en pociones eso significa que tía Hayley tiene por lo menos una reserva de pociones, si logramos encontrarla podremos ver si tiene una de crecimiento —dijo Vivian, Rose la mira con una sonrisa.

—Me encanta como piensas —dijo Rose —entonces ya está, vamos a intentar buscar esa reserva secreta.

Vivian y Rose se pasaron las siguientes dos horas buscando en el castillo sin un resultado exitoso, incluso Pilz, quien tenía un gran sentido del olfato había tenido una búsqueda infructífera.

—Supongo que tendremos que recurrir al plan B —dijo Rose, quien saca de su bolsillo dos papeles muy parecidos a una identificación.

—¿La identificación falsa funcionará? —dijo Vivian, Rose le sonrió, el colmillo de su hermana mayor era un poco perceptible.

—Algo así, tengo una idea excelente, pero para ello tendré que usar un hechizo muy impredecible —comentó Rose, Vivian se emocionó un poco.

—¿Un hechizo? —. Dijo Vivian algo confundida —¿Qué es ese hechizo o qué es lo que hace?

Pilz empezó a temblar, Vivian no comprendía lo que pasaba, entonces Rose sacó su varita y le apuntó a su hermana, esta se asustó al ver la varita frente a ella.

The last witches: la cueva de los gritos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora