Anya Petrova
Boris viene a verme, queriendo saber cómo estoy y si ya escogí el vestido de novia. La respuesta es sí, hace un par de días fui a la tienda con Alexei y mi madre, después de tanto tiempo sin verla. Ella viene a pasar unos días aquí, queriendo asistir a mi boda, aunque sea una farsa.
—Sí, ya lo tengo reservado —le informo a mi prometido, quedándome en pie en el salón—. Ya está todo listo, solo faltaría recogerlo y esperar pacientemente al día de nuestra boda.
—De eso quería hablarte —comenta, poniéndose frente a mí—. Creo que, para los dos, es mejor...
—¿No querrás cancelar la boda cuando está todo preparado, verdad? —cuestiono, alarmada.
—No, nada de eso —me despreocupa—. Lo que sucede es que Marlene y Duncan han cortado durante un tiempo —me explica, sorprendiéndome—. Mi idea es adelantar la boda aprovechando que ellos no están juntos para planear algo en nuestra contra.
—No me parece mal —sonrío—. ¿Cuándo quieres?
—Encontré un hueco libre en menos de dos semanas, me tienen que afirmar la fecha exacta, pero será muy pronto —dice, calmado—. Mi hija se fue un par de semanas de aquí, podemos estar tranquilos, Anya. Sé que te preocupaba el tema de la boda por culpa de ellos dos, pero ahora no suponen ningún peligro —sonríe, poniendo sus dos manos sobre mis mejillas.
Marlene fuera de Barrow, es un gran alivio para mí. Aunque es extraño que ellos dos hayan cortado. Tengo un mal presentimiento con respecto a su supuesta ruptura, pero dejo de pensar en ello cuando en menos de dos semanas me voy a casar. Quizás adelantar la boda sea la mejor idea. Para que nadie nos estropee los planes. Para que todo vaya bien. De Duncan me tendré que encargar personalmente, por muy buena noche que hayamos pasado.
Evito recordarla, borrándola de mi memoria para que no interfiera en mis planes. Mi objetivo siempre ha sido Duncan. No voy a dejar que un buen rato pese sobre los malos momentos que he pasado por sus acciones. Juré vengar la muerte de mi hermana y es algo que cumpliré, cueste lo que cueste.
A veces lo más simple es lo más efectivo. Citaré a Duncan en un lugar lejos de aquí y él irá sin ningún problema. Pensará que vamos a hablar sobre cualquier cosa, cuando en realidad, mi verdadero plan es meterle un tiro y dejarlo desangrando para que sufra durante minutos. Podrá sospecharlo, porque sabe que deseo acabar con él, pero piensa que no soy capaz de hacerlo.
—¿En qué piensas? —cuestiona Boris, con el ceño ligeramente fruncido—. ¿Tienes dudas?
—No, Boris. Estoy convencida de casarme, pero antes debo hacer una cosa para cerrar una etapa de mi vida. Quiero empezar de cero contigo —sonrío, pasando mis manos sobre sus hombros.
—Buscas acabar con Duncan, ¿cierto?
—Es algo que debo hacer —asiento con la cabeza—. Sé las consecuencias que puede traer su muerte, pero no tengo miedo a pesar de saber que sus hermanos buscarán algún tipo de venganza por lo que hice —admito despreocupada—. Tengo el apoyo de la mafia rusa y...
—Y de la mafia alemana —dice él—. No voy a interponerme entre Duncan y tú, no es un asunto mío. Pero si hacen algo en tu contra, me involucran a mí y a toda mi organización —asegura, clavando su mirada verdosa sobre la mía—. Haces bien en no temerlos, porque yo mismo me encargaría de destruirlos si te ponen una mano encima.
—Lo sé, Boris.
Sus palabras no causan nada en mí, ni siquiera un ápice de seguridad. Sé que no me pasará nada porque sé cuidarme bien las espaldas, mucho más de los Lombardi. La ventaja de conocer a tus enemigos es que sabes cuáles son sus puntos débiles. No deben buscar venganza después de la muerte de Duncan, porque esto siempre ha sido un asunto entre él y yo. Si intentan algo en mi contra, no tendré piedad de ninguno de ellos.
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El karma de Duncan [+21] ✓
Romance«El destino los volvió enemigos, porque si fueran aliados, juntos tendrían el control del mundo.» ¿O puede haber un amor oculto tras esa cortina de humo, llamada odio? El pasado sigue presente en ellos, recordando esa relación que tuvo un final trág...