La tensión podía sentirse en el ambiente; pesada y asfixiante.
Killian no podía apartar los ojos de Lively.
Lively.
Tras tantos años de búsqueda, ella se encontraba ahí mismo, frente a él; pero quizá no de la forma que hubiera esperado.
Estaba cambiada, mucho. Su estatura era mayor, al igual que el largo de su cabello, pero seguía siendo una chica delgada con rasgos finos. Los ojos que una vez portaron un hermoso color arcilla ahora mostraban un intenso color rojo... igual a sus propios ojos. Su expresión era neutra, no mostraba alteración alguna al verlo parado de forma estática con lágrimas en sus ojos y manos temblorosas, pero Killian sabía de sobra que Edward leía todos y cada uno de sus pensamientos. ¿Qué pensaría?, ¿acaso estaría igual de sorprendida de verlo que él a ella, o ya sabía de su existencia y la razón por la que pararían en Forks?
A su lado, Riley dio un rápido vistazo hacia ella, más pronto regresó la mirada a la llamativa pelirroja que miraba con rabia en dirección a la humana. Victoria deslizaba la mirada entre los tres presentes, pero su atención siempre caía de lleno en Bella, aquella por la cual llevaba más de un año preparando su venganza. Su cabello caía a ambos lados de su extremadamente pálido y hermoso rostro, el color rojo fuego de éste haciendo contraste con el manto blanco que rodeaba la montaña.
A una inmensa distancia, lejos, más allá del bosque oscuro, el aullido de un lobo hizo eco en el aire sereno. Como Seth se había marchado, no había forma de interpretar el sonido.
El chico rubio miró a Victoria por el rabillo del ojo, esperando una orden.
Victoria proyectó su barbilla hacia Edward, ordenando al chico, sin palabras, que atacara.
—Riley —dijo Edward con voz dulce, suplicante. El joven rubio se quedó helado, con los ojos dilatados por la sorpresa—. Te está mintiendo, Riley —continuó Edward—. Escúchame. Te miente del mismo modo que mintió a los otros que ahora están muriendo en el claro. Tú y a sabes que ella los ha engañado, porque te ha utilizado para ello, ya que ninguno de vosotros pensó jamás en ir a socorrerlos. ¿Es tan difícil creer que su falsedad también te alcance a ti?
La confusión se expandió por el rostro de Riley.
Edward se movió unos cuantos centímetros hacia un lado y Riley compensó el movimiento de modo automático ajustando de nuevo su posición.
—Ella no te quiere, Riley —la voz de Edward era persuasiva, casi hipnótica—. Nunca te ha amado. Victoria amó una vez a alguien que se llamaba James y tú no eres más que un instrumento para ella.
Cuando dijo el nombre de James, los labios de Victoria se retrajeron en una mueca que mostraba todos sus dientes. Sus ojos continuaron clavados en Bella.
Riley lanzó una mirada frenética en su dirección.
—¿Riley ? —insistió Edward.
Éste volvió a concentrarse en Edward de forma instintiva.
—Ella sabe que te mataré, Riley. Quiere que tú mueras, para no tener que mantener más su fachada. Sí, eso sí lo ves, ¿verdad? Ya has notado la renuencia en sus ojos, has sospechado de esa nota falsa que se percibe en sus promesas. Llevas razón. Ella nunca te ha querido. Todos los besos y todas las caricias no eran más que mentiras.
Edward trasladó su peso de nuevo unos cuantos centímetros más hacia el muchacho y se apartó otros tantos de ambos humanos.
Era sencillo leer los pensamientos de ambos para intentar poder persuadirlos o distraerlos, sin embargo había una mente que repetía de forma interminable el nombre de su hermano mellizo.
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OJOS ROJOS; twilight
FanfictionEn donde los Cullen confunden a un humano normal con un ser extraño y sobrenatural. [Comentarios de spoiler serán eliminados. Por favor, no arruinen la experiencia a otros lectores] Comienzo: Diciembre 3, 2021 Finalización: -/-/-- Word count: ---