Killian observó atentamente como Jacob se transformaba en el aire y se alejaba corriendo en dirección a la boda. A pesar de resultarle un chico muy raro y temperamental, agradecía que hubiera vuelto para poder ver a Bella aunque fuera un momento, aunque era obvio que hubiera preferido ser él el que pudiera asistir.
El gruñido bajo del lobo gris lo hizo volver en sí, girando su cabeza y clavando la mirada en el enorme (y mucho más alto que él) cambia-formas que tenía en frente.
Killian sabía que las interacciones que había tenido con Paul Lahote hasta ahora nunca habían terminado bien. El contrario tenía una lengua bífida y letal, y un temperamento explosivo que nunca conseguía hacerlo medir sus palabras; a eso debías sumarle que su forma humana era enorme y su expresión casi siempre mostraba enojo ante la presencia de cualquier "chupasangre". Si Killian no estuviera seguro de que no podría hacerle daño (o al menos eso intentaba creer), no estuviera ahí esperando a que el lobo hiciera lo que fuera que había venido a hacer.
—Buenas tardes, Paul —saludó Killian con un tono de voz suave y su conocida forma respetuosa de hablar.
El lobo agachó la cabeza y sopló hacia el suelo en señal clara de descontento con aquel saludo.
Ignorándolo, Killian continuó su monólogo mientras daba un par de pasos hacia la derecha y caminaba hacia el porche de la casa para sentarse en el banco allí colocado. Mientras avanzaba, continuó hablando:— La boda de Bella y Edward estará comenzando en breves. Me alegro mucho por ellos, sobre todo por Edward —Killian inhaló profundamente y expiró antes de sentarse en el banco. Paul no se había movido ni un milímetro pero sus ojos jamás abandonaron la figura más pequeña—. Esperar tantos años por la persona correcta debe ser... agotador. ¿Serías tú capaz de esperar tanto tiempo por "tu verdadero amor"? Yo no sé si sería capaz. No comprendo muy bien lo que es querer tanto a alguien fuera de una amistad o familia. Yo quería a mi hermana, y quiero mucho a mi nana y los niños del orfanato. Comprendo "ese" sentimiento, pero... querer a alguien de esa forma... no lo sé. Y ni hablemos de ser querido.
Killian hablaba, hablaba y seguía hablando como si fuera un muñeco de cuerda cuya la longitud fuera infinita. Era la primera vez que Paul lo había escuchado decir tantas palabras seguidas, una tras otra sin parar e intentando explicar su punto de vista como si estuviera en un debate. Sus ojos rojos se mantenían en el bosque frente a él, sus manos volaban a su alrededor cada vez que quería dar a entender algún punto en particular y su nariz se arrugaba cada que intentaba entender alguno de los puntos sobre los que discutía.
Era realmente adorable.
Paul estiró sus patas traseras antes de avanzar despacio y con precaución hacia el porche de la pequeña casa, evitando distraer al chico que continuaba con su charla como si se hubiera olvidado de su presencia. El lobo dejó la prenda de ropa que llevaba en la boca junto a los pocos escalones y subió con cuidado al porche para acercarse hacia él.
—Es decir, ¿qué pasa si el verdadero amor se muere y no lo has conoci- —la voz de Killian se atascó en su garganta cuando notó un gran peso sobre sus piernas. Bajando la mirada pudo ver la enorme cabeza del lobo apoyada en su regazo mientras éste tenía sus ojos cerrados con fuerza como si temiera que fuera a ser echado. Si bien la diferencia de tamaño era notoria en un contexto normal, ahora Killian se veía tres veces más pequeño. El lobo ocupaba gran parte de la imagen, y sólo los brazos y medio torso de Killian eran visibles—. ¿Era tan molesta mi charla? —susurró.
El lobo gruñó bajo en señal de negación. Para su sorpresa, el neófito lo entendió.
—Está bien —asintió. El silencio los rodeó a ambos por escasos segundos. Era bastante raro tener a Paul Lahote en frente y que éste no estuviera discutiendo o soltando barbaridades por la boca, más aún cuando la esencia de ambas especies no eran de agrado alguno. Killian observó tentativo la cabeza del animal, sus atención puesta en la suavidad que mostraba el pelaje de éste. Con su mano izquierda hizo el amago de tocarlo, pero se restringió al segundo—. Paul —llamó en un susurro. El animal abrió uno de sus ojos—, ¿te molestaría que tocara tu pelaje? Luce... luce suave.
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OJOS ROJOS; twilight
FanfictionEn donde los Cullen confunden a un humano normal con un ser extraño y sobrenatural. [Comentarios de spoiler serán eliminados. Por favor, no arruinen la experiencia a otros lectores] Comienzo: Diciembre 3, 2021 Finalización: -/-/-- Word count: ---