Kiara.
— Tekqe puskar, ahora repitelo — Un brillo intenso cubría el lugar.
— Tekqe puskar — Repetí como me ordenó e inmediatamente sentí que mis ojos se cerraban.
— Volveré por ti, es una promesa.
.
Me despierto con un horrible dolor de cabeza. No puede ser, me volví a desmayar y de nuevo soñé algo extraño con la misma sensación extraña.
¿Dónde estoy?
Miro a mi alrededor con cierta dificultad y puedo ver a Jam dormido en el sillón en frente de mí. Al parecer estoy en mi casa.
Lentamente me incorporo sintiendo como mi cabeza duele más y más. Debo beber un poco de agua.
Al parecer ya dejó de llover.¿Qué hora es? Parece que ya anocheció.
Estaba por ponerme de pie cuando oigo un par de voces.
— Estuvo delicioso, seguro que a Kiara le encantará.
Esa es Sam, pero ¿Con quién habla?
— Se debe de sentir débil por lo de hace unos días, mi pobre niña — Mamá se escuchaba preocupada.
— Si, pero es bueno que descanse — Sam le habla en un tono gentil.
Sus pasos se dirigen a la sala y yo sólo me quedo sentada esperando que aparezcan.
— ¡Ya despertaste! — La primera en verme es Sam.
— Que bueno que despiertas cariño, hice tu plato favorito para cenar — Mamá habla más calmada.
Ambas se me acercan, pero sólo Sam tiene cara de agustia.
— ¿Cómo te sientes? — Me pregunta preocupada.
— Me duele la cabeza...
— Iré a buscarte un analgésico — Al mencionar eso mamá sale en dirección a la cocina.
Cuando va lo suficientemente lejos Sam golpea a Jam.
— Idiota, despierta.
— Que quieres — Balbucea aún medio dormido.
— Te dije que cuando Kiara despertara me avisaras — Lo regaña.
— Me quedé dormido.
— Oh, no me había dado cuenta — Le habla con ironía.
Estuviera muerta de la risa por la situación, pero el dolor de cabeza es tan fuerte que me duele hasta respirar.
— Cállense — Es lo único que pude decir.
Dejan de discutir y aparece mamá con agua y una pastilla.
— Ten, esto te ayudará a calmar el dolor.
Me la da y la ingiero rápido.
— Gracias mamá.
— Iré a descansar. La cena está en el horno y está prohibido acostarse sin cenar.
Asiento en respuesta y ella sube a su habitación.
— ¿Te sientes bien? — Me pregunta Sam.
— Ya estoy mejor — El analgésico ya estaba surtiendo efecto.
— Que bueno.
Sam y Jam se miran el uno al otro, luego me miran a mí.
— Kia — Esta vez es Jam quien me habla serio.
ESTÁS LEYENDO
Peligrosa Oscuridad
VampireOscuridad... Tan hermosa pero misteriosa, tan fría pero cálida, tan atrayente pero peligrosa... Esa fue la oscuridad que vi y me atrajo a su sangrienta sonrísa, a sus peligrosos ojos, a su oscuro ser. ¿Acaso estoy loca? No lo sé, de lo único que est...