Sam.
No puedo creer que nos encontremos en esta situación. Sentadas cuidando al imbécil de Jam.
— Yo creo que ya se murió amiga. Mejor desaparezcamos el cuerpo —Ya estaba cansada de abanicar a este ridículo.
— Que no está muerto, sólo está inconciente del golpe que le diste — Lo dice en un tono acusatorio.
— Te recuerdo que tú fuiste la que me dijo que lo golpeara — Me defiendo.
— Pero yo no sabía que era Jam.
— Y yo no sabía que golpeaba tan fuerte.
Bufa y sigue abanicando al injerto con un estúpido abanico hecho de papel. Yo me rehuso a hacer lo mismo. Saco mi móvil y empiezo a jugar Plantas vs Zombies para liberar un poco el estrés.
Si tan sólo no fuera tan imbécil no estuviéramos en esta situación. Pero claro, estamos hablando de Jam y para él es normal ser un imbécil.
Después de jugar un buen rato y gritarle al zombie que me comió un girasol, pude ver como el injerto de Jam empezó a moverse.
— ¡Se está despertando! — Kiara no podía ocultar su alivio.
De lo único que yo me alegraba, era de que no pasaría unos 20 años en la cárcel por asesinato.
Parpadeaba lentamente, seguro acostumbrándose a la claridad. Kiara se acercó y lo ayudó a sentarse.
— ¿Te sientes bien? — Le preguna mientras lo escanea con la mirada.
Jam sólo se le queda mirando sin decir nada.
— ¡Ay Sam, seguro que el madrazo que le diste fue tan fuerte que lo dejó mudo! — Y otra vez el tema.
— Así dejará de decir estupideces — Bromeo.
— Esto no es un juego Sam.
— Lo sé, sólo quería aligerar el ambiente.
— Aligerar nada, ahora no sabré como explicarle a mamá esto — Entra en pánico.
— ¿Puedes calmarte?
— ¿Qué me calme? ¡¿Cómo crees que me voy a calmar?!
Y así empezamos una pequeña discusión, en donde la paranoia de Kiara se disparó a niveles alarmantes.
— Chicas... ¿Pueden dejar de gritar?
La voz de Jam nos hizo parar la mini discusión.
— Jam, ¿Como te sientes? — Kiara no pierde tiempo.
— Siento que me va a explotar la cabeza.
Kia se gira y me mira con reproche. Yo sólo ruedo los ojos con fastidio.
— ¿Quieres un poco de agua?
— Si, por favor.
Mi amiga sale disparada a la cocina en busca del vaso de agua.
— ¿Qué pasó Sam? Lo último que recuerdo es que, me dirigía a la sala y de ahí no recuerdo más.
— Te dí un putazo — Una respuesta clara y corta.
— ¡¿Qué?! ¿Por qué?
Kiara llega con el vaso de agua y algo que parece ser un analgésico.
Empezamos a narrarle los sucesos de como nos asustamos, de cuando entró y de como le di con el bate.
— No puedo creer que me golpearas — dice indignado.
— Hasta cuando voy a decir que no sabía que eras tú — Ya me estaba empezando a enojar otra vez.
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Peligrosa Oscuridad
VampireOscuridad... Tan hermosa pero misteriosa, tan fría pero cálida, tan atrayente pero peligrosa... Esa fue la oscuridad que vi y me atrajo a su sangrienta sonrísa, a sus peligrosos ojos, a su oscuro ser. ¿Acaso estoy loca? No lo sé, de lo único que est...